CAPÍTULO 25

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Una preciosa lencería de perlas apenas cubría el cuerpo de la pelirosa, el top resaltaba sus pechos bien formados y la falda de perlas tintineaba con el movimiento. La piel suave de porcelana combinaba a la perfección con el atuendo, su cabello estaba suelto y su maquillaje había sido retirado dándole un aspecto natural. Era la viva imagen de una diosa o un ángel que estaba apunto de ser manchado por las perversas manos de un demonio como lo era él.

La pelirosa giro mostrando su figura completa al Uchiha para que pudiera contemplarla, iba descalza y podía sentir la suave alfombra gris del suelo.

El pelinegro en pasos rápidos acortó la distancia que los separaba, puso sus manos en la pequeña cintura de su esposa, la ojiverde desabotonó la camisa del Uchiha bajo su atenta mirada penetrante, deslizó la prenda por ambos brazos revelando sus fuertes brazos, paso sus manos sobre el abdomen marcado del pelinegro.

Sasuke colocó firmemente sus manos en el trasero de la chica y la cargó sin dificultad, Sakura rodeó la cintura del Uchiha con sus piernas. El pelinegro atacó su cuello con besos, succiones y fuertes mordidas que dejarían marcas, la pelirosa gimió rodeó los hombros anchos y fuertes del Uchiha con sus brazos y se movió sobre el duro bulto que sintió crecer en su centro, él estrujó los glúteos de la chica, pudo sentir la humedad de ella a través de la tela de sus pantalones, caminó hacia la cama y la depositó sobre esta sin cuidado alguno, sus pechos rebotaron, quedando ella con las piernas abiertas y él entre ellas, el autocontrol que siempre había mantenido, esa noche se había ido directo a la basura, estaba hambriento, actuaba como una bestia salvaje, el Uchiha mordió su cuello, la pelirosa colocó sus manos en el cabello del chico gimiendo, cuando el pelinegro se despegó de su cuello la miró directo a los ojos y lo que ella vio la hizo mojarse aún más, amaba de una manera enferma ver su sangre en los labios del Uchiha. Los ojos del pelinegro se posaron en sus pechos, esa preciosa prenda estaba resultando molesta en esos momentos, sin pedir permiso agarró el top con ambas manos y lo estiró hasta romperlo, las perlas salieron volando por todos lados, la pelirosa se mordió el labio inferior, esa acción del Uchiha le había gustado, el pelinegro cubrió con sus palmas ambos senos y los estrujó, metió en su boca uno de los pezones erizados, chupo y mordió, la pelirosa sintió dolor, pero la lujuria estaba nublando su juicio, esa noche se estaba entregando en cuerpo y alma a su esposo, deseando ser suya.

El Uchiha aprisionó el otro pezon y de igual manera tiró de él, repartió besos por su abdomen bajando lentamente, con sus manos quitó la falda de ella deslizándola por sus piernas torneadas y la aventó al suelo, abrió las piernas de la pelirosa y se puso aún más duro, su entrepierna le dolía, pero tenía que prepararla antes de entrar en ella, el pequeño coño rosa mojado de su esposa le estaba dando la bienvenida, su botón estaba pidiéndole a gritos atención. Bajo de la cama y se arrodilló, Sakura era la única mujer por la que él se pondría de rodillas. Jaló las piernas de la pelirosa hasta que el trasero de la pelirosa quedó en la orilla de la cama, abrió las piernas de la chica sosteniéndolas para obtener una buena vista, respiró sobre el coño de ella y escuchó un suspiro entrecortado de los labios apetitosos de la ojiverde.

La primera lamida la hizo gemir y removerse incómoda, intentó cerrar las piernas, pero el fuerte agarre del chico no la dejó, estiró sus manos hasta alcanzar el suave cabello de su esposo enterrando sus dedos entre las hebras negras.

—Sasuke-kun... —Se aferró de los cabellos de su esposo, y se movió en busca de más contacto, la lengua del Uchiha estaba haciendo un trabajo grandioso en su coño, lamia, chupaba y mordisqueaba su clitoris, también penetraba su entrada virgen con su lengua, cada vez sentía más humedad salir de ella.

El Uchiha estiró una de sus manos y aprisionó un seno de la pelirosa sin dejar de atender el delicioso manjar de dioses. La Senju estaba a punto de correrse, se movió contra la boca del pelinegro, tuvo pequeños espasmos, dejó caer su cabeza sobre el colchón y cerró los ojos con fuerza, gritó el nombre del pelinegro mientras se aferraba al cabello del chico, trató de cerrar sus piernas que temblaban por la sensación que la había golpeado, el Uchiha no lo permitió continuó lamiendo su coño hasta beber completamente los fluidos de la pelirosa, le sabían a gloria, ese sería su nuevo postre favorito de ahora en adelante. Sakura sentía que veía las estrellas, abrió sus ojos llorosos y respiró con dificultad.

EL CLAN UCHIHA... ROSA?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora