CAPÍTULO 14

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El portador del Kyubi y el heredero del clan Uchiha se encontraban desayunando en el restaurante del hotel, el Uzumaki estaba con clara duda en su rostro, moría por saber que había pasado ayer cuando dejó solos a sus mejores amigos.

—Se supone que teníamos que estar con Gaara desde hace media hora —recordó el rubio comiendo una rebanada de pastel de chocolate.

—Sakura está cansada, déjala dormir —contestó el Uchiha bebiendo un jugo de Zanahoria.

—¿Qué fue lo que pasó ayer? —Se animó a preguntar, quería esperar a su amiga para preguntarles a ambos, pero su curiosidad fue más fuerte.

—Estas seguro que quieres saber —Una sonrisa se curvó en el rostro del pelinegro.

—Teme idiota —dijo viendo a su amigo con los ojos achinados y un mohín en sus labios.

—Son temas de adultos Naruto, no lo entenderías —añadió burlón.

—¡Oye, no te quieras creer un sabelotodo! —gritó el Uzumaki mirándolo con molestia.

—Hmp...

—Claro que sé lo que hicieron ayer —aclaró con una sonrisa zorruna.

—¿Sí?, Y qué fue lo que hicimos ayer —animó a que su amigo hablara.

—Obviamente Sakura-chan te golpeó, después de eso le suplicaste que te perdonara y como es muy buena se abrazaron toda la noche y ya —respondió con una sonrisa arrogante.

—Naruto me preocupa tu idiotez..., ¿ya has besado a Hinata? —El pelinegro levantó una ceja.

—¿Q... qu... qué? —El rubio se sonrojó.

—Con esa reacción es claro que no lo has hecho

—¡Esas cosas no se preguntan! —tartamudeo el Uzumaki.

—¿Seguro?, hace un momento me preguntaste que hice con Sakura en la noche

—¿Eehhh?, espera un segundo, tu... tu... tu y Sakura-chan hicieron esas cosas que salen en el libro de Ero-sennin —El rubio estaba sonrojándose cada vez más.

—¿Yo hice esas cosas? —preguntó como si no supiera del tema.

—Mejor no quiero saberlo, manchaste a mi mejor amiga con tus sucias manos perversas —Señaló de manera acusadora.

—Muy bien Dobe, has aprendido una lección el día del hoy, espero que con esto se te quite un poco lo idiota

—A ti se te debería quitar lo pervertido —respondió molesto.

—¡Buenos diaaaas! —La pelirosa se acercó a la mesa de los chicos y se sentó a lado de su prometido.

—¡Sakura-chan! —gritó asustado el Uzumaki.

El pelinegro levantó la mano y una mesera de edad avanzada se acercó a ellos —, Un café negro —ordenó.

—En un momento se lo traeré —La mesera se dio la vuelta y se alejó.

—Sakura-chan, ¿ya te viste en el espejo? —preguntó el rubio.

—¿Qué tengo? — preguntó la pelirosa tocándose la cara.

—Tienes negro debajo de tus ojos, aquí —El Uzumaki señaló debajo de sus propios ojos.

—Se llaman ojeras Dobe —El Uchiha rodó los ojos, nunca se le va a quitar lo idiota... pensó.

—Si sé cómo se llaman —refunfuño con falsa seguridad, el rubio no tenía ni idea que esa enfermedad o lo que sea que fuese eso se llamara así.

—Ay no, tendré que usar maquillaje no puedo dar una clase así —dijo con un aura triste —, ¡La clase! ¿Qué hora es? —La Senju se exaltó.

EL CLAN UCHIHA... ROSA?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora