Amor y mezcal

Cap 20

Tuya completamente

C- Quiero ser completamente tuya mi amor

Cuando Martha escucho a Celia, en sus ojos apareció el deseo, desde la noche que declararon su amor y durmieron juntas, a estado deseando la llegada de este momento.

M- Te amo

Tomo a Celia de la cintura y la beso ahora con todo el deseo y pasion, Celia apenas y podía seguirle el ritmo, estaba siendo presa de la excitación y del placer que con un beso la estaba llevando al éxtasis total.
Pronto los besos fueron a su cuello, donde se dedicó a lamer, chupar y morder, mientras sus manos comenzaban a retirar las prendas del cuerpo de Celia, quien igualmente trataba de retirarle la ropa.
Cuando al fin quedaron solo en ropa interior la miro de piez a cabeza, y su deseo por hacerle el amor nublo todos sus sentidos.

M- Está hermosa mi amor
C- Tu igual amor
M- Te deseo, quiero harte mia
C- Y yo quiero ser tuya

Martha quitó delicadamente el sostén de Celia, en cuanto vio sus pechos redondos y firmes, no pudo evitar saborearlos.

M- Que delicia mmmm!

Llevo sus manos a los pezones de Celia estaban completamente erectos y duros, los apretó suavemente logrando hacerla gemir.

C- Aaah! Sí...
M- Puedo probar?
C- Sí, amor mi cuerpo lo desea

Y con esa declaración no pudo contenerse más y la recostó en la cama quedando ella arriba, mirándola a los ojos fue bajando a su pecho donde empezó a repartir besos hasta llegar a su pezón derecho, paso su lengua, mordió y chupo ferozmente haciéndola gemir más fuerte.

C- Aaaaaah! Martha! Mmmm! Sí amor no pares

Mientras succionaba con una mano apretaba el otro pezón y con la otra mano acariciaba sus piernas, su abdomen y pronto llegó a su intimidad que acaricio por encima de su ropa interior, dándose cuenta de su humedad.

M- Estás empapada amor
C- Es lo que tú me provocas mi amor
M- Mmmm! Quiero probar tu sabor
C- Házlo!

Y así Martha fue bajando lentamente repartiendo besos por todo su cuerpo, dejando un rastro de saliva a su paso, cuando llegó a su cintura la miro a los ojos y supo que podía deshacerse de la última prenda, así que la fue deslizando lentamente hasta retirarla, dejando al descubierto un monte de Venus completamente depilado.

Celia por instinto abrió sus piernas dejando ver a Martha su vagina completamente empapada, brillosa e hinchada por la excitación y el deseo.

M- Que manjar más apetitoso tengo frente a mi
C- Es tuyo completamente
M- Voy a devorarlo
C- Aaaaaah! Sí! Aaaaaah!

Deslizó su lengua desde abajo hasta llegar a su clítoris arrancando fuertes gemidos, se abrió paso entre sus pliegues disfrutando el aroma y el sabor, era una delicia, estaba exquisita a su paladar.
Sentía sus jugos en su lengua y boca, su sabor era único, le dejo la mente en blanco, queriendo más y más. Atrapo entre sus labios su clítoris hinchado y duro, lo acaricio con la punta de su lengua, luego empezó a succionarlo primero suavemente pero luego lo hizo más fuerte.

C-  Aaah! Sí, así no pares... Aaaaaah! Más mi amor... Aaaaaah!

Los gemidos de Celia eran fuertes y llenos de lujuria, no le importaba si la oían, que sepan que le estaba haciendo el amor y provocando oleadas de placer.
Martha no dejaba de chupar su clítoris, mientras sus manos apretaban sus pezones, y entonces lo sintió, Celia estaba a punto de venirse en su boca.

C- Aaaaaah! Martha... amoooooor.... Aaaaaah!
M- Mmmmmm sabes exquisita mi amor
C- Aaah!... Mmmm...

Celia no podía ni hablar tenía los ojos fuertemente cerrados disfrutando del delicioso orgasmo tan intenso que le provocó. Martha contemplaba a su mujer, porque sí, a partir de hoy era su mujer, estaba preciosa con un ligero sudor cubriendo su cuerpo y su respiración agitada.

M-  Eres perfecta mi amor... Te amo con toda mi alma
C- Yo... También... Te amo
M- Te gustó?
C- No solo eso... Me... Encantó!
M- Pero aún no terminamos mi amor
C- Lo sé... Te quiero... Te quiero dentro de mí

Martha se quitó el resto de su ropa quedando igualmente desnuda frente a una Celia que se la comía con la mirada.
Se recostó de lado, le dio un beso muy suave mientras su mano derecha comenzó el camino hacia el sur, Celia abrió sus piernas dándole total acceso a su vagina.
Deslizó sus dedos por toda su abertura, abriéndose paso entre sus pliegues, sintió la humedad entre sus dedos, no resistió más el deseo de hacerla suya completamente y llevó su dedo medio a la entrada de su vagina, se quedó quieta mirando a sus ojos.

C- Házlo amor... Quiero sentirte y ser tuya

No lo pensó más y comenzó a deslizar su dedo lentamente, por fin sentía el interior de su mujer, cálido, húmedo y muy suave.

C- Mmmm! Aaah

Escucharla gemir era música para sus oídos. Pronto empezó a meter y sacar su dedo, aumentando la velocidad de a poco, no quería lastimarla, solo quería llevarla al límite del orgasmo.

C- Así amor .. siiii aaaah! No pares...

Luego de unos minutos, saco su dedo, Celia iba a protestar pero pronto se sintió invadida ahora por 2 dedo.

C- Aaaaaah! Sí, sí, sí, Aaaaaah!!!

El mete y saca se hizo más rápido e intenso, al tiempo que su boca no dejaba de besar su cuello y deslizar su lengua por sus orejas, la tenía completamente a su merced.
Celia se dejó llevar por el placer tan intenso que le provocaba, no supo cómo ni en qué momento pero sus caderas se movían al ritmo que las embestidas de Martha le propinaba.

M- Me encantas mi amor... Te está gustando?
C- Aaah!... Sss... Aaaaaaah!
M- Creo que si... Quiero que te corras para mi amor
C- Aaaaaah! Martha... así amor aaaah!!! yo.... Aaaaaaah!

El orgasmo llegó tan fuerte que Celia solo se dejó llevar por las oleadas de placer tan intenso que sentía en su vientre y todo su cuerpo.
Martha sentía en su mano los espasmos del orgasmo, sentía el correr de los jugos de su mujer y se llenó de dicha y felicidad.

C- Te.... Te a...amoo!
M- Te amo mi amor

Para sorpresa de Celia, Martha  se posicionó en medio de sus piernas juntando sus sexos ardientes y comenzó a moverse lentamente de arriba a abajo, por instinto la rodeo con sus piernas y así comenzaron una danza ardiente de placer, sus respiraciones agitadas, el sudor de sus cuerpos, las tenía en la gloria. Aumentaron el ritmo , para finalmente llevarlas a un nuevo orgasmo.

M- Aaaaaah! Siiii aaaah! Celia te amooooo!
C- Aaaaaah! Mi amor Aaaaaah! Te amooooo!

Martha cayó rendida y Celia la abrazo besándola tiernamente, pero el cansancio fue más fuerte y se quedaron profundamente dormidas.