Aleksei
He sufrido cinco interminables días buscándola, como si la misma tierra se hubiera tragado su existencia.
Todo era una completa mierda. Después de que Benita finalmente revelara su paradero, nos llevó un día entero de puro tormento encontrar la fábrica, solo para descubrir que ya habían escapado hacia otro destino.
Utilicé todos mis recursos, incluso mis contactos de la oscura red de la mafia danesa, aún no teníamos un pacto firmado por la alianza del matrimonio entre Clary y Henrik, pero resultaron ser de gran ayuda, para dar con ella. Sentí un rayo de esperanza al estar frente a la casa donde mantenían prisionera a mi Malenkij angel. Pequeño angel.
Fue desgarrador ver a Olivia envuelta en el maldito vestido de novia, su figura parecía tan frágil y vulnerable. Su rostro, antes radiante, ahora estaba pálido, marcado por la tristeza y el sufrimiento. Había perdido peso, sus ojos, sin embargo, aún conservaban un brillo de esperanza al encontrarse con los míos. Al ver sus lágrimas rodar por sus mejillas, no pude evitar limpiarlas con ternura. Ansiaba besarla, decirle lo lucho que la había echado de menos, pero solo me limito a estrecharla en mis brazos, el tiempo no estaba de nuestro lado.
Hoy, el mundo sería testigo de la furia desatada. Haría arder todo el complejo y me llevaría a Olivia conmigo.
Se lo había prometido, y cumpliría esa promesa a cualquier costo.
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La marcha nupcial resuena por los altavoces, las puertas del salón se abren y muestran a Olivia siendo escoltada por nada más y nada menos que Philips, su padrastro. Mis hombres son testigos del autocontrol que tuve en esos instantes para no lanzarme a su yugular y rebanarle el cuello.
Todo este tiempo, el maldito hijo de puta estaba en las faldas de Emilio.
El sacerdote comienza con la ceremonia y sin perder un instante ordeno a mis hombres que activen las bombas para sembrar conmoción entre los presentes, y eliminar la seguridad de Emilio para ir por Olivia.
Mis guardias abren fuego. Era la señal que estuve esperando para ir hacia Emilio.
No se me permite perderlos de vista. Y la angustia como una jodida perra se instala en mi garganta. Los veo desaparecer por un pasillo, ordeno a Isaía y Adrián que me acompañen, ellos no dudan, mientras los demás tienen la orden de ir tras la mierda de Philips.
Los ruegos desesperados de Olivia para que la dejaran ir removieron algo dentro de mí. Mientras me adentraba en el pasillo con sigilo, apuré el paso. Apuntando el arma con el silenciador puesto, no duré ni un milisegundo en disparar a los guardias del colombiano, mientras Isaía y Adrián cubren mi espalda.
Olivia tenía el vestido blanco hecho un desastre, ahora teñido de rojo por la sangre de las personas que acababa de matar sin pestañear. Sonreí de manera macabra y endurecí mis facciones.
—Emilio. Puto. Cabrón. Méndez. —Lo llamé de manera pausada. —Pero mira, qué bonita coincidencia. —Intenté que sonara irónico.
El temblor en el asqueroso cuerpo de Méndez no se me pasó por alto.
Era su fin. Y la satisfacción que me causaba saber, que el Él lo sabía, es mi consuelo en estos momentos.
Quería verme muerto. Quería sacarme de mi gobierno.
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SACRILEGIUM [+21]
Romance"En el mundo de los conventos, la inocencia se pierde y los secretos se multiplican". Olivia lo conoció esa noche... Ella se encontraba camino a la ciudad. Mientras tanto, Él estaba al lado de la carretera, desangrándose. Olivia sintió atracción por...