Capítulo 6: Poder, Conciencia y Lujuria.

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ALEKSEI

El contraste de una realidad a otra es abismal. Soy el jefe de la Bratva y estar pendiente de lo que sucede en mi ahora, "Segunda vida", debe ser primordial; aunque con el plus de ser un respetado maestro y sacerdote.

«Vaya estupidez».

He dejado algunos cabos sueltos que aún deben ser arreglados. Por el bien de ellos, debo terminarlos esta noche; al menos los importantes, el tiempo nos juega en contra.

Los Laudes, la oración de la mañana para dar gracias por el comienzo del día, lo realizan en el convento a las 5:00 a.m., pero unos minutos antes ya estaba fuera de mi dormitorio rumbo a la cocina por una taza de café.

Estos días, la falta de sueño ha formado parte de mi rutina diaria.

Por el camino me encuentro a Teresa y con ella un favor:

«Avísale a Olivia, por favor, que se acerque a mi oficina para que recoja unas cartas».

Me concentro en el trasfondo y la excusa perfecta para estar a solas con Olivia, aunque sea un par de minutos. Mi conciencia recriminando cada pensamiento impuro que tengo hacia esa chiquilla.

Es inevitable verla y simplemente ignorarla.

La cité después de clase, tuve la oportunidad de estar con mi pequeño y tormentoso Ángel, pude percibir su emoción al saber que tiene correo por recoger. Pero las ganas de saber quien es la persona que le escribe comienza a sacarme de quicio, seguro, tal vez sea un mierdecilla de amante que trata de conquistarla.

Golpeo mi puño con fuerza contra el escritorio, el crucifijo tambalea y cae.

Gruño de frustración.

No debo mostrar debilidad, me vi por milésima de segundo sonriendo con ella cuando le avisé sobre su correo y que la Madre Superiora la esperaba, pero fue reemplazada por una más seria en donde cometía las mil y un torturas contra su amante.

Mi autocontrol está siendo puesto a prueba. 

El plan debe salir a la perfección; todo va por buen camino. No debería ser débil, no frente a ella.

Me saco el alzacuello, la sensación de asfixia no me deja pensar con claridad.

Ordeno mis ideas.

Primero tengo que solucionar toda la mierda con los que me quieren ver muerto, aunque sea imposible.

«Pero vamos a equilibrar la balanza».

«Todo coincide perfectamente».

Estamos en el proceso de organizar un baile benéfico, Teresa está al tanto de ello. Quienes van a participar del evento serán Teresa, Benita y unas internas más.

Mi segundo al mando y yo llegamos a la conclusión de que Alejandro; al que reemplazaba por el momento, no trabajaba solo. Sino que habían más personas involucradas con él que habían hecho posible su traslado, no teníamos una cantidad exacta, pero cualquier desliz que se cometiera en el evento nos serviría para atraparlo y sacarle información.

El plan obviamente es capturarlo con las manos en la masa. Va a ser un poco difícil ya que la fiesta benéfica tendría un plus, las máscaras.

«Putas ideas salidas del pendejo de Isaía».

Pero nada es impedimento para solucionar toda esta porquería.

Leves golpes en la puerta me sacan de mis pensamientos, veo la hora en mi muñeca izquierda, son las 8 de la noche en punto, frunzo el ceño, no hay nada pendiente.

SACRILEGIUM [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora