- 10 días para el primer muerto -
ELENA
Usansolo, 8 de julio de 2022
El acontecimiento de hoy debía ser la visita de Sonia, por ello acordé con Izan y Rosa reunirnos en la piscina cuando esta llegase. Mis amigos accedieron a «madrugar» para entretenerme y que no estuviese pensando en ella ni en Mikel.
No obstante, voy a llegar tarde y no porque esté espiando al hermano mayor de los Ibarra desde la ventana. Es porque ha ocurrido algo mucho más llamativo.
Una vez estaba lista y a punto de salir del cuarto, mi iPhone ha vibrado por un mensaje, de mi único contacto en Usansolo.
LUKEN: Cuando puedas pásate por la tienda. Tenemos que hablar.
Sé que su turno es el de las mañanas y me corroen las ganas de marchar hacia el pueblo, pero no podría largarme sin dar explicaciones a Rosa e Izan. Así que tendrá que ser en otra ocasión.
Con una toalla anudada a mi bañador de tiro alto, dejo el iPhone en la mesilla y me dispongo a darme un chapuzón. O lo que para mí es equivalente: disfrutar de una buena lectura en la hamaca. Me hago con una novela, bajo a prepararme un café y salgo del palacio sintiéndome la estrella del rodaje de un anuncio para Nespresso.
—¡Hola, amore! —me saluda la figurante, Rosa, desde el agua.
—Buenos días. —Saco tema—: ¿Qué calor, no?
Pese a ser tan temprano, el sol ya calienta mi pálida piel. Tendré que reaplicarme crema al cabo de dos horas si no quiero despellejarme.
—Sí. —Se viene arriba—: ¿Te vas a bañar?
—No, ni de coña.
Extiendo mi toalla, me tumbo y, antes de abrir el libro, echo un vistazo a nuestro alrededor. Por suerte no están Mikel y compañía, pero tampoco Izan:
—Oye, ¿y nuestro rubio?
—Ni idea.
Rosa se sube al bordillo y se aproxima para tomar asiento a mi lado. Luego sacude su melena y la fulmino cuando me caen las primeras gotas.
—Perdón, perdón. —Se pone las gafas de sol y da inicio al intercambio de chismes—: ¿Qué tal estás con el grandullón?
Se refiere a Mikel y lo nuestro no puede estar más tirante.
—Mal. Ya sabes. No lo comprendo.
—Eso me pasa a mí contigo. Seréis tal para cual.
—No. —Me defino—: Yo soy fácil de interpretar. Soy ordenada, franca, taciturna y odio todo aquello que amenaza la armonía que me rodea y que tanto me cuesta labrar.
—Tía, tú lo que eres es una rara con aires de grandeza. Vamos, una estirada. Pero se te quiere.
—Gracias.
Asiente y continúa con el interrogatorio, el cual cada vez es más incómodo:
—¿Cómo vas con la historia del viejo decapitado?
No malgasto voz en describir bien la trama.
—Pues va bien.
Le dejaría leerla ahora que empiezo a plantearme buscar opiniones, pero no creo que tenga verdadero interés. Simplemente, se aburre. Tal y como expresa a continuación:
ESTÁS LEYENDO
El último amanecer de agosto (en librerías y Wattpad)
Teen FictionLAS COSAS DE PALACIO VAN DESPACIO... HASTA QUE EL AMOR LES OBLIGA A DESVELAR SUS SECRETOS. Elena no soporta la nueva familia de su abuelo, pero cuando este fallece, un último deseo lo cambia todo. Debe pasar las vacaciones de verano con ellos. Desde...