Re: Zero Arco 8 Vincent Vollachia

Capítulo 48: La maldición de las espinas

El nombre de Eugard Vollachia, Emperador de la Zarza, era conocido no sólo dentro del Imperio Vollachia, sino también a lo largo y ancho del resto del mundo. La razón reside en el relato de amor trágico grabado en la historia del Imperio, "Iris y el Rey de Espinas".

La historia que describe el encuentro y la despedida de Iris, una muchacha de buen corazón, y el Emperador de Vollachia, temido como el Rey de Espinas, junto con la naturaleza trágica de su final, tocó la fibra sensible de muchos lectores.

El encuentro predestinado entre ambos y su primera separación. Después, traicionado por sus vasallos, el Rey de las Espinas fue expulsado del trono y se reunió con Iris, y ambos, cogidos de la mano, iniciaron su rebelión.

Desde entonces, había pasado mucho, mucho tiempo, y aunque la forma de recitar la historia podía haberse desviado de los hechos históricos, el aspecto más importante y esencial, el de dos personas profundamente enamoradas la una de la otra, permaneció completamente inalterado a medida que la historia continuaba contándose.

Hasta tal punto seguía siendo querida la historia de amor inmutable conocida como "Iris y el Rey de Espinas". Sin embargo, como resultado, la historia, contada como una trágica historia de amor que encendió un fuego en el corazón de la gente, ignoró y ocultó una parte de la verdad histórica original.

Iris y el Rey de Espinas, los dos pasando tranquilamente el tiempo cultivando su amor, no había sido el caso. En aquellos tiempos tumultuosos, en un Imperio en el que se entrecruzaban la traición y el lamento, pasaban los días juntos arriesgando sus vidas, luchando día y noche por el bien del futuro que deseaban mientras se entregaban a un amor ardiente.

Y, en efecto, Iris y el Rey de Espinas pusieron patas arriba todo el Imperio de Vollachia, y finalmente lograron recuperar el Imperio. Por supuesto, la tragedia que siguió no necesita ser dicha. Pero, antes de que ocurriera esa tragedia, los dos habían logrado sin duda su objetivo.

Con su corazón compasivo y su devota forma de ser, Iris se había ganado a muchos aliados para su causa. Con esa Iris a su lado, el Rey de Espinas logró resultados en la guerra dignos de un Emperador de Vollachia.

Resultados de una guerra digna de un Emperador de Vollachia... sin cambios desde los tiempos de antaño, esa era la encarnación de la ley de hierro y sangre del Imperio de Vollachia. En otras palabras, eso era una prueba de poder. El Emperador de la Zarza, Eugard Vollachia, fue el Emperador más fuerte de la historia del Imperio.

???: ¡Vete a la mierda!

Mientras un estruendoso rugido salía atronadoramente de su garganta, Groovy Gumlet saltó por los aires y se deshizo del kusarigama al que había cortado el mango por la mitad.

Un instante después, la kusarigama que había abandonado su mano estalló en llamas de un rojo intenso en el aire. Si hubiera dudado un instante, probablemente aquellas llamas lo habrían consumido, su pelaje se erizó instintivamente al darse cuenta de que casi había muerto quemado. Pero no tuvo tiempo de sentir alivio.

Eugard: Bailas bien, cachorro. Sin embargo, cuando se trata de bailar, Estrella mía es mucho más impresionante de ver.

Mientras hablaba cariñosamente de su amante en un tono distante y sin emoción, su avalancha de vetas rojas era implacable, como si floreciera en profusión.

El arma que empuñaba, que había recibido un golpe de la kusarigama y la había hecho estallar instantáneamente en llamas sin permitir siquiera un intercambio de golpes, era realmente la peor, como cabía esperar de la preciada espada que llevaba el nombre del Imperio, no era sólo su filo, sino incluso su característica especial lo que resultaba sumamente problemático. Si hubiera sido posible, le habría gustado mucho fabricar con sus propias manos un artículo que rivalizara con su excelente calidad.