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A Vaggie le encantaba ver dormir a su novia. No de una manera extraña. Por supuesto. Charlie siempre estaba tan llena de energía, que verla así, quieta y relajada, con el calor de su cuerpo calentándola y las dos tan cerca que Vaggie podía sentir físicamente su respiración... era muy agradable.
Bien, tal vez sí era un poco raro. Pero a Vaggie no le importaba: sería la jodidamente rara más rara del mundo si eso significara poder ver tanto como pudiera de esta hermosa demonio.
Sintió que Charlie se movía a su lado, retorciéndose levemente cuando sus pestañas se alzaron. Vaggie le sonrió. ーBuenos días, cariño.
Charlie le correspondió dulcemente. ーBuen día.ー Se sentó, estirando los brazos, su cabello rubio sobresaliendo alrededor de su cabeza como un halo.
Vaggie se rió entre dientes. ーParece que tus amiguitas también quieren darte los buenos días.
ー¿Eh?ー Charlie miró hacia atrás. ー¡Oh!ー Detrás de ella, seis pequeñas alas blancas con plumas de color rojo sangre sobresalían a los lados. ー¿Eso es normal?
Vaggie asintió. ーSí, eso le sucede a la mayoría de las personas cuando les salen las alas por primera vez. Tu cuerpo todavía está aprendiendo a usar todos los nuevos músculos, nervios y esa mierdaー. Ella hizo una mueca. ーAdam siempre solía llamarlas 'erecciones de ala'
Charlie se rió torpemente. ーEse Adam. Siempre tan… discreto.
Vaggie resopló. ーDe todos modos, deberían bajarse en aproximadamente media hora más o menos.
Charlie echó la cabeza hacia atrás y gimió dramáticamente. ー¡Uf, no quiero esperar tanto para darles los buenos días a todos!
Vaggie se encogió de hombros. ーUhm, a menos que estés de acuerdo con que se vean a través de tu camisa.
ーHmm...ー Charlie pensó durante unos segundos, luego asintió resueltamente. ーEstoy lista para que todos lo sepan… — presionó su frente contra la de Vaggie, acariciando sus narices antes. ーVoy a ir a vestirme, ¿bien?ー tomó algo de ropa y se dirigió al baño, tarareando suavemente.
Vaggie la miró fijamente durante unos segundos con una sonrisa suave y cariñosa, luego se levantó y comenzó a prepararse para el día.
[...]
Charlie saltó nerviosamente junto a la puerta de la habitación, usando un vestido negro sin mangas que permitía que sus alas sobresalieran a los lados.
Vaggie alisó distraídamente algunas plumas descarriadas.
Charlie se estremeció levemente ante el toque, inclinándose más cerca sin siquiera darse cuenta de que lo estaba haciendo.
