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Por fin llegó el tan esperado descanso.
Para gran ansiedad de Vaggie, dejaron a Alastor a cargo del hotel. Porque, ¿Qué daño podría hacer?
Bueno, ante los ojos de Charlie, al menos.
Sin embargo, no había tiempo para preocuparse, Vaggie había estado planeando esta cita desde hacía un tiempo. Un momento para que se relajen y recuerden lo especiales que eran para la otra.
A Charlie se le informó sobre ello, por lo que organizó su propia cita después. Bueno, ambas estuvieron de acuerdo, Charlie podía elegir el lugar. Después de eso, la noche era suya para hacer lo que quisieran.
Vaggie fue la primera en terminar y bajar al vestíbulo. Ella estaba parada junto a la barra, usando un hermoso vestido que le llegaba hasta las rodillas y unos bonitos zapatos de tacón con plataforma, no eran demasiado altos, pero ayudaban a que sus piernas parecieran un poco más largas. Eran de un suave rosa, lo que le daba al conjunto un poco de color. Tenían una pequeña y linda correa en el tobillo y una mucho más ancha en el pie para ayudar a mantenerlos puestos. Volviendo al vestido, era de un bonito color blanco. La base de este era holgada y un poco fluida y tenía un dobladillo con volantes en la parte inferior.
Llevaba el pelo recogido en una elegante trenza suelta con un mínimo toque de brillo rosado debido a una laca especial para el cabello. Su maquillaje por otro lado, no era nada exagerado. Bastante ligero.
ーQuerida, debo decir que luces bastante bien.
Alastor comentó mientras estaba sentado en la barra, molestando a Husk.
ーSí, te ves bonita.
Una rara sonrisa tímida surgió en Vaggie. ーGracias... Pasé mucho tiempo decidiendo qué ponerme.
ーAh, entonces ahí es donde has estado. Bueno, no fue en vano, estás maravillosa.
Alastor estaba siendo genuinamente amable con ella por una vez, no podía decir si le creía o no, esa sonrisa podía ser engañosa después de todo.
Husk acababa de abrir una botella nueva y se la llevó a los labios.
Mientras continuaba la pequeña charla, Charlie estaba terminando su atuendo. Se paró frente al espejo, mirándose y dando una pequeña vuelta antes de sonreír.
No perdió más tiempo y felizmente salió de la habitación y se dirigió hacia las escaleras. Cuando escuchó voces, supo que Vaggie también estaba lista, lo que la emocionó aún más.