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Vaggie había hecho una mueca durante todo el proceso de limpieza minuciosa de sus alas por parte de Charlie. Pero aún así logró salir adelante.
Charlie, por otro lado, luchó cada segundo del camino. Ver a Vaggie sufrir tanto dolor la destruía. Ella apretaba la mandíbula cada vez que tocaba la piel de su novia. Odiaba escuchar los gemidos que saldrían de ello.
Ambas estaban sentadas con la espalda de Vaggie hacia Charlie. Tomó un tiempo arreglar todo lo mejor posible. Pero ahora las alas estaban impecables excepto por el área que brotaba de su espalda. Pasaría un tiempo hasta que eso sanara.
ー¿Cómo te sientes?ー Preguntó Charlie mientras comenzaba a limpiar sus suministros.
La cabeza de Vaggie corrió de un lado a otro decidiendo qué decir. Se sentía mejor físicamente pero mentalmente era otra historia. ーAgotadaー respondió. Sabía que su respuesta era vaga y Charlie quería más que eso, pero técnicamente no estaba mintiendo.
Charlie pasó sus manos por las alas de Vaggie sintiendo la suave textura de cada pluma. Rozaron suavemente cada dedo mientras su mano los recorría. Vaggie se relajó cuando hizo esto, era calmante.
ー¿Quieres ir a acostarte y descansar?ー Preguntó Charlie mientras continuaba acariciando sus alas. Vaggie solo asintió en respuesta.
Charlie modificó su ropa para que las alas pasaran sin problemas antes de ayudarla a ponerse la camisa nuevamente.
Mientras se levantaban, Vaggie tropezó un poco antes de estabilizarse para caminar. Lentamente avanzó poco a poco hacia la puerta del baño. El nuevo peso de sus alas seguía desequilibrándola.
Charlie permaneció cerca para asegurarse de que no se cayera.
ーMe siento como una bebé tratando de aprender a caminar de nuevoー, comentó Vaggie mientras se esforzaba.
Charlie puso una sonrisa tranquilizadora. ーNo te preocupes, tómate tu tiempo. Estoy aquí si necesitas ayudaー, ofreció.
Vaggie estaba casi en la puerta cuando comenzó a perder el equilibrio haciendo que Charlie la atrapara. Se aferró a ella con todas sus fuerzas, sintiéndose avergonzada.
Por reflejo, sus alas envolvieron a Charlie para contenerse. Las alas las mantuvieron a las dos juntas separadas del mundo. Por un momento Vaggie se olvidó de su dolor y solo sintió el calor de Charlie.
Las mejillas de la princesa estaban teñidas de rojo por la suavidad de las alas.