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Podría pasar todo el día ideando planes para el resto de la semana (ese era su plan del el día) los niveles de energía de Charlie rebotaban al cien por ciento y más en el instante en que abrió los ojos. Se habría lanzado de la cama si no fuera por el peso que tenía en el brazo.
Vaggie solía despertarse a la misma hora que ella. De todos modos, Charlie apenas podía moverse para levantarse sin molestarla accidentalmente. Por ello siempre hizo todo lo que estuvo a su alcance para asegurarse de que nunca tendría que levantarse en medio de la noche para nada (fuera de los asuntos del hotel) para no molestar a su novia que tenía el sueño tan ligero.
Si Charlie no se movía, Vaggie podría dormir hasta tarde. Y ella podría hacer eso. Podría comenzar con una lluvia de ideas para la próxima semana y solo escribirlo todo una vez que Vaggie se hubiera despertado, ella merecía dormir hasta tarde. No se perderían nada, después de todo, era domingo.
Normalmente el domingo no significaba nada en el infierno, pero Charlie había decidido que era un día libre para actividades en el hotel. A menos que la gente quisiera hacer más. ¡Ella lo apoyaría sin duda!
Incluyendo a su novia dormida.
Charlie olvidó su intención de hacer una lluvia de ideas. El cabello de Vaggie estaba desparramado sobre las almohadas, dándole una apariencia perfecta de su rostro completamente descubierto.
Lo había visto muchas veces, pero normalmente sólo era en la cama. Vaggie prefería que su cabello cubriera el ojo que le faltaba. Y Charlie no la culparía por los detalles que la consolaban. Había pasado un tiempo en su relación antes de que Vaggie le permitiera mirar esa parte de su rostro.
Charlie extendió la mano para acariciar la mejilla de Vaggie y sus dedos subieron hasta su sien. Lo que le había pasado… su novia había dicho que sucedió durante un exterminio. El mismo que había sucedido justo antes de que Charlie la conociera por primera vez.
¿Cómo era Vaggie con dos ojos? Se preguntó Charlie, pero no era un concepto que la persiguiera realmente. La falta de su ojo ya no parecía molestar a Vaggie con frecuencia y eso era lo único que le importaba a Charlie.
Vaggie era hermosa. Probablemente era hermosa antes, pero ni más ni menos que ahora.
ーEstás mirandoー, dijo su novia con el ojo cerrado.
ーNo puedo evitarlo. ¿Cómo podría no mirarte?
Vaggie sonrió y deslizó su mano hacia la parte baja de la espalda de Charlie. ーBien, buenos días a ti también, cariño.
Charlie se inclinó y la besó. Un poco de aliento nocturno no importaba. La pura dicha de tener sus labios contra los de Vaggie siempre era suficiente. Cada parte de ella que tocaba a Vaggie tenía una calidez confortable que se extendía al resto de ella y dejaba a Charlie con ganas de... simplemente...
Quedarse en la cama. Por una vez. Amar el momento y no moverse.
ー¿Lista para salir?ー Preguntó Vaggie mientras sus rostros tenían una sola uña de distancia entre ellos.
Charlie se plantó de cara en la clavícula de Vaggie. ーNo. Más de esto, por favor.
Vaggie se rió entre dientes y las vibraciones masajearon las mejillas de Charlie. ーBueno. Creo que merecemos descansar un rato. Y por una vez también puedo permitírmelo.
Había mucho trabajo por hacer. Incluso sin trabajar con Angel Dust o Sir Pentious, Charlie todavía tenía mucho que hacer. Necesitaba más huéspedes. Con más de ellos tal vez podría encontrar más ayuda. Demostrar a todos que las personas podrían cambiar si quisieran.
Que el infierno podría cambiar si quisiera.
¿Cómo podría no ser así? Su vida había cambiado mucho cuando Vaggie llegó a ella. Para mejor.
Ella y Vaggie nunca abandonarían el infierno, pero ella podría proteger a su gente. Ella podía hacer cualquier cosa.
Cualquier cosa con Vaggie.
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