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La palabra ‘preocupada’ no era suficiente para describir el hoyo en el estómago de Vaggie que había estado creciendo desde que vio las manos de Alastor y Charlie entrelazadas, la magia verde aún desapareciendo del aire mientras el Radio Demon insistía en que su novia todavía era dueña de su alma. Tal vez eso fuera cierto, pero Vaggie todavía no sabía cuáles eran realmente los términos de su trato. ¿Qué había sacrificado Charlie para obtener esa información?
La culpa estaba devorando viva a Vaggie por el hecho de que Charlie incluso necesitara hacer ese estúpido trato en primer lugar. No debería haber tenido que hacerlo. La mano de Vaggie se extendió y tocó la 'X' donde solía estar su ojo. ¿Cómo no se había dado cuenta? Debería haber sabido desde el momento en que Lute le miró que obviamente los ángeles podían ser heridos por armas angelicales y, por extensión, asesinados por ellas.
Ahora, Charlie seguramente estaba sufriendo por su estupidez. Había caído tan profundamente en la mentira de que ella y los otros ángeles eran invencibles, que muy bien podría haberle costado a Charlie su alma, si no hubiera sido tan inteligente como lo era. Y Vaggie estaba bastante segura de que el cielo también estaba sorprendido por la otra exorcista muerta. Recordó los innumerables discursos exagerados que Adam les había dado, cuando les dijeron que no podían ser siquiera tocadas y lo maravilloso que era eso. Sin embargo Lute destrozó esa ilusión hace años. Vaggie gimió para sus adentros, apretó los puños y con más fuerza su lanza.
Sabía que eventualmente tendría que superarlo, aunque sólo fuera por el bien de Charlie. Su novia dependía de ella, y si no podía ayudar a protegerla, su vida en última instancia no tendría sentido. Parte de protegerla, por supuesto, sería lograr que se sincerara sobre este trato, cosa que estaba resultando difícil. Y cuanto más difícil era lograr que Charlie hablara, más se preocupaba Vaggie.
La primera vez que lo intentó fue esa misma noche. Ella y Charlie habían logrado hablar sobre todo el asunto de ‘haber sido exorcista y matar a miles de pecadores’ y ahora se estaban preparando para irse a la cama. Vaggie no pudo evitar sonreír un poco mientras veía a Charlie cepillarse su largo cabello rubio después de deshacerse de su trenza. Su novia era tan hermosa.
Vaggie pasó cinco minutos enteros reuniendo el coraje para abordar el tema, sabiendo que probablemente todavía estaría muy presente en la mente de Charlie. También estaba segura de que la culpa lo estaba igual, si no más, por que ciertamente había surgido a lo grande al hacer un trato con Alastor en primer lugar. Vaggie entendía de primera mano cuánta culpa podía silenciar a alguien, asfixiándola cada vez que intentaba admitir incluso ante sí misma qué era exactamente de lo que se arrepentía. Sólo podía esperar que no le estuviera pasando a su novia ahora.
ーHey, ¿cariño?ー Dijo Vaggie, sentándose en el borde de su cama. Vio a Charlie mirarla en el espejo de su tocador. ー¿Podemos hablar ahora?