¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nuevamente estoy aquí. Tómame si así lo deseas y haz lo que quieras conmigo, no me importa. Simplemente no te vayas. No interesa si no cuidas tus movimientos, sólo hazme sentir especial. No te preocupes en preparar mi corazón, vamos, sólo entra en él y hazlo pedazos sólo porque sí.
Dime que me amas, toca sin delicadeza cada rincón de mi cuerpo. Analiza todos los puntos que componen mi existencia. Susurra, hazlo, quiero escuchar tu ronca, hermosa, y agitada voz en mis oídos, manejame y guíame. Haz que ambas nos perdamos en esta inmensa habitación, que es tan oscura y solitaria.
Es muy probable que nadie nos encuentre en ella.
Dicen que para ser felices tienes que pasar por un largo periodo de sufrimiento. Yo sufro, pero soy feliz porque estás aquí, ¿Tengo suerte? Supongo que sí, debe ser así.
¿Cómo puedes ser tan hermosa? Te observo desde abajo, tu perfil se ve tan magnífico desde aquí. Sin siquiera ser consciente un suspiro sale de mi boca, no es problema. Tu expresión cambió al oírlo, ahora estoy aún más emocionada. Estoy ansiosa, porque quiero llegar hasta las nubes y si no logro hacerlo por lo menos haz que crea que es así.
Eres sorprendente, sólo con un gesto puedes controlarme a tu antojo y no me quejo, es genial saber que puedo llegar a ser útil. Tus peticiones son emocionantes y eso hace que quiera cumplirlas sin rechistar.
Debo decir que me molesta el tener que compartir tus manos, ¿Por qué no soy la única que puede tomarlas? Sé que conmigo refuerzas el agarre, y aunque es mucho más brusco que los demás, me gusta.
Sonrío y acaricio tu piel, tú haces lo mismo, me fascina el hecho de que se te de con tanta naturalidad. Mi furia queda atrás al experimentar la calidez que tu aliento me transmite. Márcame, hazlo. Quiero pensar que soy de tu propiedad y que tú eres la única persona que puede navegar en los infinitos espacios de mi mar.
Ah, ojalá así fuera.
No sabes los estragos que generas en mí. No, no lo sabes. En cada lado, izquierda y derecha, hay miedo. No por ti, sino por mí. Jamás tuve planeado el ser tan dependiente de alguien más, ese tipo de ideas nunca llegaron a surgir en mi cabeza. Es tan irónico, porque solía burlarme de esas parejas. Solía decir que irradiaban toxicidad y que lo que tenían era muy inestable.
Valga la redundancia, porque ahora mismo estoy viviendo algo así, con la única diferencia de que tú y yo no tenemos nada.
Pero me encanta.
...¿Eso es normal? ¿Es correcto si lo siento tan bien? ¿Es sano si añoro experimentarlo cada día hasta que mi vida termine?
¿Es algo bueno que apueste todo lo que tengo a un número vacío y pese a ser conocedora del mal resultado que va a esperarme, siga pendiente de él?