— Lara Schneider
Caminaba por los pasillos de la universidad, me dirigía hacia mi salón con pasos rápidos ya que iba un poco tarde y el profesor era muy estricto con los horarias.
Pase frente a los baños de hombres y de repente sentí como una mano agarraba mi brazo fuertemente y me tiraba hacia el interior.
— ¡JODER! — maldije en voz alta por el susto.
— Tranquila niña, solo soy Tom... — Dijo el de trenzas con una risa burlona, me miro a los ojos como si quisiera algo y no tardó en chocar sus labios contra los míos en un beso desesperado. — Te deseo tanto Rubia...
No me dio tiempo de responder, agarro mis piernas y me levanto en sus brazos para luego ponerme encima del lavamanos.
Sin consentimiento alguno, bajo mi falda y saco mi blusa dejándome solo en ropa interior, admiro mi cuerpo por un momento, mis pechos solo cubiertos por un sostén de encaje color negro y mi tanga en conjunto al sostén.
Sin dificultad saco el sostén, sin duda bajo la tanga dejándome totalmente desnuda y a su disposición, no me quejaba y no podía negar que yo también quería esto, lo estaba esperando y aun que no era el lugar correcto, quería hacerlo ahora, en este momento.
Copie sus acciones y lo comencé a desnuda, saque su camisa holgada de un tirón y la tire por algún lado del baño, desabroche su cinturón y sus pantalones anchos cayeron al piso de un golpe sordo.
Nuestros labios una vez más se unieron en un beso desesperado lleno de necesidad, nuestras lenguas bailaban mezclando nuestras salivas, había una chispa qué aumentaba nuestra conexión y era increíble, no sabía seguramente que eran estas sensaciones pero si sabía que lo deseaba y necesitaba con urgencia tenerlo dentro de mi.
Abrí mis piernas para que él se pusiera entre ellas, el bajo su bóxer dejando al descubierto su pene totalmente duro y erguido, al igual que yo, el lo quería, lo deseaba.
Podía sentir como mi sexo se ponía cada vez más húmedo mientras el ponía la cabeza de su pene en mi clítoris dando pequeños golpes en ella, sentía el líquido preseminal goteando de su pene debido a la excitacion, realmente desde que lo conocí estaba esperando que esto sucediera.
Era como una droga, el adicto sabe que la droga daña pero aun así la sigue consumiendo porque les da felicidad y eso es lo que me pasaba con Tom, el era mi droga.
Tom iba matando gente como si fuera algo normal que todos hacían todos los días, iba vestido de Ghostface como si fuera halloween mientras asesinaba a cada persona que se le cruzará por el frente, me hacia mal estar con el pero era mi droga, la droga a la cual yo era adicta.
Estar con el, en esta situación, esta posición, este lugar tan inapropiado pero tan cómodo para nosotros, como la punta de su pene chocaba con mi clítoris provocaba escalofríos que corrían por mi espalda, me estremecía con tan solo esto y era perfecto.
Finalmente metió su pene en mi intimidad, hice una mueca de dolor sintiendo como mi virginidad se rompía poco a poco, el me miro a los ojos y se detuvo de inmediato.
— ¿Estas bien cariño? — Pregunto con preocupación en su rostro.
Asentí con la cabeza y solté un pequeño suspiro de alivio cuando el se detuvo, el dejó pequeños besos en mi cuello para aliviar mi dolor.
Bajo sus labios a mi pecho, admirando cada rincón de mi piel como si fuera lo más perfecto del mundo, era increíble como yo era una chica insegura pero Tom admiraba cada parte de mi cuerpo como una figura perfecta, me hacia sentir completamente segura de mi misma.
Comenzó a mover sus caderas de adelante hacia atrás lentamente, solté un pequeño gemido ahogado de placer y dolor mezclados sintiendo como mi virginidad ya se rompía por completo, el se alejo de mi pecho y miro mi rostro en busca de cualquier señal de dolor o incomodidad.
Al notar que no había molestias, comenzó a moverse más rápido, sus labios regresaron a mi pecho succionando mi pezon izquierdo, succionada con fuerza mientras daba embestidas más rápidas.
— ¿Te gusta bonita? — Sonrió pícaro y se separó de mi pezon
No pude responder, sus embestidas se volvían cada vez más rápidas y fuertes que lo único que salía de mi boca eran gemidos de placer, el dolor disminuyó y ahora solo quedaba el placer que ambos sentíamos.
Bajo su mano y comenzó a frotar mi clítoris con una fuerza inexplicable, mis piernas estaban totalmente débiles y el único que había en aquel baño eran nuestros gemidos y el sonido de ambas pieles sudadas chocando una y otra vez sin parar, cada vez que quería decir algo, el aumentaba la fuerza para silenciar cada palabra y aumentar gemidos.
— Quiero que te corras alrededor de mi polla. — Ordenó con voz firme y entre gemidos roncos.
Me agarro en sus brazos saliendo de mi interior, me puso en el piso y me dio la vuelta dejándome en cuatro patas, mi trasero totalmente a su disposición y no me queje.
Me dio una fuerte nalgada y me pico de dolor, podía sentir como la marca roja aparecía en mi trasero. Una vez más se metió en mi interior y no comenzó con lentitud, su rapidez y fuera parecía ser inhumana, agarro mi cintura con una mano y con la otra comenzó a darme fuertes nalgadas.
— ¿Te gusta como te domino? — Soltó una risa.
Incline mi espalda hacia abajo y mi trasero más hacia arriba entregándome totalmente a su poder y sin quejas, el me follaba con fuerza y su pene no media poco, dolía pero aumentaba el placer.
Salió de mi interior y con un fuerte gemido se corrió sobre mi espalda dejando largas cuerdas de semen en ella, volvió a mi interior y jadeé de sorpresa, no pensé que volvía a hacerlo cuando ya se había corrido pero no me iba a resistir.
— No parare hasta que te corras y te entregues a mi.
El sonido de su pelvis chocando con mi trasero hacia ecos por todo el baño, al igual que nuestros gemidos o bueno, yo soltaba gritos de placer debido a este placer que parecía ser un sueño.
Comencé a mover mi trasero hacia atrás ansiando más fuerte y el entendió la invitación, salió casi por completo y volvió a introducir su longitud hasta el fondo, me hizo soltar un grito ahogado y repitió esta acción.
No pude resistirme más y me corrí, el líquido corría por mis muslos hasta llegar al piso, Tom sonrió al notar mi fuerte orgasmo y se inclino rozando sus labios contra el lóbulo de mi oreja.
— Buen polvo cariño, gracias...
𝐴𝑛𝑡𝑜𝑛𝑖𝑡𝑎✮
FELIZ SAN VALENTÍN
se los debía y por el día especial quería darles esto y no dejarlos con las ganas 🤭
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scream 𝒇𝒕. 𝑻𝒐𝒎 𝑲𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛.
Fanfiction𝐒𝐜𝐫𝐞𝐚𝐦 | ೃ࿔₊• 𝗟𝗮𝗿𝗮 no entendía el por que le temian tanto a su compañero de universidad 𝗧𝗼𝗺, el tenía actitudes raras pero no lo suficiente como para esperar esa gran sorpresa que se llevó al tiempo después, quien diría que este tierno...