𝓒. 16

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— Narrador omnisciente.

Después de aquella "Lección" que le dio el de trenzas a Christian, el rubio por suerte sobrevivió a todo ese dolor, Tom en su mente enfermiza lo quería hacer sufrir otra vez pero no ahora, estaba esperando que todo se calmara para llegar de sorpresa y lastimarlo de la peor forma que pudiera existir.

La rubia no estaba tan convencida de que su novio no le había hecho ni un daño a Christian, cuando el llego a la universidad después de dos semanas del supuesto accidente, su mano obviamente vendada con los dedos que tuvieron que pegar de alguna forma pero eran postizos y bueno, su nariz rota ya estaba mejor.

Obviamente tuvo que pagar un psicólogo después de eso, ese trauma de todo lo que le hizo Tom, de las palabras, insultos, golpes y cortes sobre su cuerpo no sería algo fácil de olvidar, ya había aprendido que Tom era un hombre con el cual no podía jugar y ya ni ganas tenía de estar con la rubia, tenía miedo, cada vez que veía a Tom, Christian temblaba.

¿Piensan que el de trenzas sentía alguna culpa o remordimiento? No, al contrario, el sentía orgullo por lograr su objetivo, placer de ver su cuerpo temblando de terror cada vez que veía su cara o simplemente escuchaba su voz, ya no sentía celos ni la necesidad de ser posesivo, ya había arreglado el pequeño asunto con Christian.

Ahora se encontraba en la casa de su chica, ambos estaban en la sala viendo televisión, Tom actuando como si nada pasará, como si hace días hubiera estado viendo un partido de fútbol en lugar de cortar los dedos de alguien y romper su nariz, el actuaba con inocencia, como si no le acabará de dar un trauma a un chico que quería con su novia, su toxicidad había llegado a un punto grave.

— Amor, ¿Tu no me mentirías en absolutamente nada, verdad? — Pregunto la rubia rompiendo el silencio.

El de trenzas soltó una pequeña risa seca, sabía a lo que ella se refería y a que punto iría esta conversación pero el solo fingiria que no hizo nada, fingiria que no sería un tipo tan loco como para llegar a tal gravedad por los celos.

— Cariño, obviamente no lo haría ¿Por que preguntas? — Intento parecer lo más inocente posible con su tono de voz como si fuera un niño.

La rubia lo miro fijamente a los ojos y dudo, ella conociéndolo tan bien no creería en lo que él dijera a la primera, ella conocía a la perfección a Tom como para dejarlo escapar tan fácil.

— Entonces explicame, ¿Que paso con Christian?

— ¿Otra vez con ese tema?, no se como puedes creer que lo lastimaría solo por unos putos celos. — Se cruzó de brazos fingiendo enfadarse por la acusación de la rubia, sabiendo que era verdad.

— ¿Siendo sincera? Si, creo que serias un posesivo y loco de mierda como para cortar cada pedazo de Christian, serias capaz de matarlo y antes de acabar con su vida lo torturarias de la peor forma para que sufra en su miserable vida, si, de eso eres capaz por tus celos y por reclamar lo que es tuyo por derecho.

El de trenzas la miro, sus ojos se abrieron como platos y su boca de abrió con sorpresa como si el estuviera en shock por todas esas acusaciones de la rubia, como si el no fuera capaz de ni tocarle un pelo a Christian por celos.

— Bueno tal vez pero ese no es el caso ahora, yo no le hice nada... — El de trenzas suspiro y volvió su mirada a la televisión intentando distraer el tema hasta que susurró. — Ojalá le de sida al gay de mierda...

— ¡Tom Kaulitz ya!, no puedes ser tan cruel solamente porque tienes celos que se te pasarán en días o incluso horas.

El de trenzas hizo un puchero y suspiro como si estuviera triste de los regaños, acercó a la rubia poniendo sus brazos alrededor de su cintura y fingió "Sollozar"

— Hazte el inocente... — Se quejo la rubia devolviéndole el abrazo de mala gana.

— Yo soy inocente, no se por que crees tantas cosas malas de mi.

— Entonces niegame que harías todo lo que dije anteriormente. — Desafío la rubia, el de trenzas simplemente la miro con una sonrisita. — Vamos, niegalo.

— Bueno tan como lo describiste no lo se, yo creo que lo haría peor. — Hablo con normalidad.

La rubia soltó un suspiro frustrado y se soltó de su agarre, se cruzó de brazos y se levantó del sofa para irse a la cocina, no aguantaría sus cosas tan jodidamente locas solo por unos celos.

El de trenzas no dudo en seguirla a la cocina e intentar tocarla, besarla o abrazarla pero ella lo evitaba aún que el no tardó en insistir.

— Oh vamos cariño, ¿En serio te enojaras por esa pequeña cosita? De seguro lo amas más que a mi. — Volvió a hacer un puchero como un niño pequeño enfadado. — Puto mocho sin dedos.

— ¿Pequeña cosita? Tom no me jodas, le cortaste los dedos, le quebraste la nariz y lo dejaste con psicólogo, ¿Crees que eso no es nada?

— Se merecía más la verdad... — Se defendió el de trenzas. — Pero vamos rubia, no te enojes...

— ¡¿Y TODAVÍA DICES QUE NO ME ENOJE? — Exclamó la rubia con enfado, el de trenzas asintió con la cabeza mientras seguía haciendo pucheros. — Ay dios, dame paciencia porque si me das fuerzas me lo acabo...

— ¡Oye mami, no seas mala!

La rubia frunció el ceño ante el apodo y levantó una ceja esperando respuestas, una explicación mientras hacía sus esfuerzos para no reír ante las ternura de su chico.

— Mami, mami, mami... — Repitió una y otra vez el de trenzas tratando de desviar el tema.

— Tom ya callate, no evites el tema porque es algo muy serio.

— MAMI, MAMI, MAMIIIIIII — Alargó la "i" — ¿Sabias que a los 18 te puedes cambiar el nombre? Ya me quiero hacer mayor para ponerme "Goku" ¿Que te parece amor?

— Tom ya tienes veinte años, no jodas...






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¿Que pasa si les digo que ya tengo pensado todo lo que pasará en esta historia y probablemente haya temporada dos? ‼️‼️

scream  𝒇𝒕. 𝑻𝒐𝒎 𝑲𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora