scream 𝒇𝒕. 𝑻𝒐𝒎 𝑲𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛.

𝓒. 21

— Tom Kaulitz.

No le haz a pasado que después de tener una etapa de enamoramiento con esa persona tan especial después viene esa etapa de inseguridad donde piensas que estas obligando a esa persona a estar contigo, bueno, a mi si me esta pasando con la rubiesita.

Yo con tantos defectos y ella tan perfecta, yo tan hijo de puta loco que sería capaz de matar a cualquiera por ella y la rubia tan tranquila que odia meterse en problemas, ella era tan perfecta y yo como un monstruo a su lado, me sentía de la mierda y esta inseguridad me estaba matando, ¿Y si debía dejarla? Tal vez estaba conmigo por lastima y se está obligando a amarme, qué maldita pesadilla por dios...

Justo ahora estábamos en la universidad, había tenido algunos problemas y hace días me venía sintiendo mal, tan follador pero tan depresivo, que hijo de puta qué soy, peguenme un tiro o me lo pego yo.

— Eu amor, quieres? — Hablo la rubia ofreciéndome un poco de jugo de fresa, yo con ganas de llorar y ella tan hermosa.

Asentí con la cabeza y force una sonrisa, una sonrisa más forzada que ella amándome, mis traumas mis chistes, basta que voy a llorar y me pego un tiro aquí mismo.

Ella sonrió cuando asentí, abrió la pequeña botella donde venía el jugo y me lo entregó, tome algunos sorbos, tenía un nudo en la garganta que me hacia faltar el aire, ojalá morirme aquí mismo, bueno ya mucho trauma.

— Amor, estas muy raro. — Su mano toco la mía y entrelazo nuestros dedos, sus dedos hacían pequeñas caricias en los míos. — ¿Estas bien?

Yo suspire, ¿Como mierda le explicaba que tenía miedo? Al tener un exterior duro, serio y literalmente escalofriante que daba miedo a los demás, siempre me costó expresarme con facilidad, algo que odiaba era llorar y también odiaba lo fácil que me lastimaban las cosas incluso pequeñas como estos pensamientos tan pendejo, ok.

— Si, todo bien cariño, nada más que estaba pensando en algunas cosas de exámenes y me distraí.

Volví a forzar una sonrisa y note su mirada desconfiada pero no dijo nada ni me insistió a decirle lo que pasaba, era lindo tener a una persona que no te forzaba a decir lo que sentías cuando no estabas preparado o cuando simplemente te costaba expresar, probablemente me termine a los días por ser un inseguro de mierda.

La rubia me abrazo, nos sentamos en el pasto y nos quedamos en silencio, no era un silencio incomodo, todo lo contrario, era un silencio cómodo que con estar cerca de la rubia sentía una paz increíble que raramente hacia desaparecer esos pensamientos e inseguridades rápidamente, ¿Estoy jodido verdad?

— ¡Amor mira! — Apuntó con su dedo una flor que había cerca, era un ¿tulipan? Creo que así se llaman. — Esta preciosa...

— Ponte de pie, Lara. — Dije con voz suave y un poco emocionada.

Ella obedeció y yo seguí su acción, la rubia se quedó en su lugar ahora de pie mientras que yo iba hacia esta flor y la sacaba del pasto, camine hacia ella, le sonreí y me arrodillé levantando la flor en mi mano.

— Mi querida Rubia, ¿Acepta ser mi esposa en algún futuro? — Pregunte con una risita nerviosa.

Ella siguió mi risa. — Acepto querido trenzudo.

Le entregue la flor y la agarre de la cintura acercándola hacia mi, nuestros cuerpos se apretaron y deje un casto beso en sus lindos labios, una mujer tan perfecta qué no podía creer que estaba a mi lado, ojalá tenerla a mi lado para siempre y aun que estaba consciente de que era casi imposible, quería durar hasta ser viejitos acompañados de nuestros hijos y nietos, basta soñar es gratis pero déjenme, ok.

Me separe del tierno beso y moví hacia la parte de atrás de su oreja un mechón de su cabello rubio y suave, admire su perfecto rostro y acerque mis labios hacia su oreja.

— ¿Prometes ser mi esposa cuando estemos listos? — Susurre en su oído con una voz tierna y llena de amor por ella.

— Lo prometo pero, ¿Que pasa si terminamos?

— Entonces ¿En otra vida Lara?

— En otra vida Tom...

Sino podíamos cumplir nuestra promesa de casarnos en esta vida, entonces me la encontraría en todas las vidas que sean necesarias para poner el anillo en su dedo.

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HIIII, ando estilo Tom, peguenme un tiro o me lo pego yo JAJAJAJA (mandenme a terapia por fa)