𝓒. 12

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Tom Kaulitz.

En los últimos días el rubio ese de mierda que de seguro era rubio teñido, le tiraba la onda a MI NOVIA como si estuviera soltera, obviamente yo el que menos la tiene vigilada siempre aparecía en el momento que el intentaba acercarse a ella.

Era molesto, la frustración que sentía al ver como otra persona del género masculino se acercara a mi rubia era totalmente HORRIBLE, cuando era una mujer también, en caso de que mi rubia fuera lesbiana, ok eso no.

Estaba en pensamientos no celosos, no crean que soy un tóxico, ¿Que es eso, se come? Bueno si, era jodidamente celoso, tóxico, posesivo, todo pero con la rubia, con una tetona y culona, tenía que cuidarla ¿OK?

Dejando ese tema de lado, me encontraba en la habitación junto a Lara, ella estaba recostada en mi pecho mientras mi brazo rodeaba sus hombros, era una sensación de calidez y comodidad que solo podía sentir con Lara, era mi novia pero también mi mejor amiga, le podía contar cualquier cosa, reírme de cualquier tontería, hacer chistes realmente aburridos y ella de igual forma se reiría, decirle como me siento sin miedo a que pase algo malo o que me juzgue, era como... ¿Enamorarme?

La idea de enamorarme nunca pasó por mi mente y al conocer a Lara todo cambio, todo mi maldito mundo comenzó a ser diferente desde que ella llegó a mi vida, nuestro primer beso, nuestra primera vez que tuvimos intimidad, nuestro primer abrazo, la primera mirada, todo con ella fue totalmente increíble y difícil de explicar.

— Si me sigues mirando así, entrará una mosca en tu boca. — Dijo con una risa sarcástica sacándome de mis pensamientos.

Rodé los ojos en broma. — Es difícil no mirarte embobado cuando tengo a una hermosa chica a mi lado.

Note como sus mejillas se sonrojaban a un nivel exagerado, ¿Soy sincero? Me encantaba ponerla nerviosa, como sus mejillas se ponían rojas era perfecto para mis ojos, ELLA era perfecta para mis ojos.

— Deja de ponerme así, eres un idiota... —Río nerviosa.

— Eres hermosa, ¿Ya lo dije? — Pregunte.

— Siempre lo dices y me encanta que lo digas, me haces sentir bien y que mis inseguridades desaparezcan.

Mi corazón dio un vuelco, comenzó a acelerarse y por un momento pensé que se saldría de mi pecho, pocas palabras pero bastaron para demostrar sus sentimientos y crear una calidez en mi corazón.

— Se me había olvidado decirte... — Hizo una mueca de disgusto — Me habló Christian por mensaje, ni idea como consiguió mi número.

Bueno, me retracto, la calidez, el amor que sentía, ahora se había convertido en unos malditos celos que llenaban todo mi ser, normalmente hacia chistes y me hacia el celoso con la rubia pero notando la primera actitud que tuvo Christian hacia MI chica, obviamente no quería nada bueno.

— ¿Que te dijo? — Pregunte tratando de ocultar el enojo en mi tono de voz, toco fingir qué no soy celoso.

Ella dudo un poco, Lara me conocía perfectamente y por obvias razones noto que estaba super celoso pero yo ¿Que hice? Solo finjo demencia y continuó con una sonrisa forzada en mi rostro.

Saco su celular, lo desbloqueo y busco el chat de Christian, ella giro su mirada hacia mi y dudo bastantes minutos antes de entregarme el celular para que pudiera ver la conversación.

Al ver esos mensajes, la furia se apoderó totalmente de mi, tenía ganas de ir a su casa disfrazado de Ghostface y enterrar mi cuchillo en cada parte de su cuerpo, acabar con su patética y miserable vida que no servía para nada, sentía un odio y ce...

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Al ver esos mensajes, la furia se apoderó totalmente de mi, tenía ganas de ir a su casa disfrazado de Ghostface y enterrar mi cuchillo en cada parte de su cuerpo, acabar con su patética y miserable vida que no servía para nada, sentía un odio y celos tremendos en todo mi cuerpo.

No podía soportar la idea de que ese maldito idiota dijera que las curvas de MI NOVIA, MI RUBIA, lo volvían loco, yo la vuelvo loca pero cuando la pongo en cuatro, algo que el jamás va a poder.

— ¿Te molesta que me haya dicho eso? — Pregunto la rubia sacándome de mis pensamientos.

— Rubia, te diré una sola cosa. Ese imbecil jamás podrá ponerte en las posiciones que yo lo hago, jamás podrá hacerte sentir lo que YO te provocó, jamás podrá tenerte como yo te tengo, ¡JAMÁS EN SU PUTA VIDA PODRÁ TOCARTE Y MIRARTE DE LA FORMA EN LA QUE YO LO HAGO!

Ella asintió con la cabeza, note su nerviosismo y su cara ahora completamente roja, repito, me gustaba ponerla así y más cuando se trataba del efecto que provocaba en ella con mis comentarios posesivos.

— Recuerda que eres mía, muñeca...

scream  𝒇𝒕. 𝑻𝒐𝒎 𝑲𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora