𝓗𝓮𝓻𝓮𝓭𝓮𝓻𝓸𝓼 | 𝓗𝓪𝓸𝓫𝓲𝓷

6. 𝓛𝓪 𝓬𝓲𝓾𝓭𝓪𝓭 𝓭𝓮𝓵 𝓪𝓶𝓸𝓻

Durante el resto de la velada, Hanbin y Hao siguieron hablando, bebiendo y riendo juntos sin importarles que no habían asistido solos esa noche.

―Hijo, aquí estabas ―le expresó con alivio la reina de Corea a su hijo quien no dejaba de sonreírle al príncipe chino ―. Un momento ―Miró a Hao ―. Tú eres el príncipe Zhang Hao de China.

―Alteza real―dijo Hao para luego hacer una reverencia ―. Es un placer conocerla. Es mucho más hermosa en persona.

―Que amable ―Le sonrió ―. No sabía que hablabas tan bien coreano.

―Se hablar muchos idiomas ―dijo el heredo chino.

―Me temo que los idiomas no son mi fuerte ―dijo Hanbin con pena.

―No te preocupes, cuando seas el rey, siempre habrá un traductor para ti en los viajes, como ahora ―respondió la reina con calma mientras miraba la fiesta ―. Yo no sé hablar francés de manera fluida, pero mi traductora me acompaña a todos lados. Por cierto, no sabía que se conocían ―Miró a Hao ―. Sobre todo, porque no hemos tenido la oportunidad de formar buenas alianzas con China en años.

―Quizás eso cambie pronto ―dijo Hao mientras miraba sutilmente a Hanbin ―. Nos conocimos en el baile que su joven alteza realizó hace unas semanas.

―Oh... si ―dijo la reina con algo de confusión ―. Creí que solo habías hablado con doncellas ―Le dijo a su hijo ―, pero está bien. Siempre es bueno hacer amigos.

La reina había llegado a ver como su hijo y el heredero chino se sonreían y se miraban, pero no quería sacar conclusiones apresuradas.

Aunque su instinto materno le decía que eso era más que una simple amistad.

―Hijo, venía por ti para que saludemos a la diseñadora. Ella me dijo que tiene deseos de realizar algunos trajes para ti y está impaciente por conocerte.

―Oh... de acuerdo madre, iré en un momento ―respondió el joven príncipe coreano mientras miraba al heredero chino.

―Te veo en un minuto cerca del piano ―dijo la reina para luego despedirse cordialmente de Hao.

―Debí imaginarme que serías atractivo. Tus padres son personas muy apuestas ―le dijo Hao a Hanbin mientras acariciaba sutilmente su mano.

―Quizás no podamos hablar de nuevo durante la noche, pero mañana nos veremos ―dijo Hanbin sin dejar de ver a los ojos a Hao ―. Esperaré con ansias nuestra cita.

―Lo mismo digo ―Miró hacia varios lados para luego corroborar que nadie los estaba viendo ―. Disfruta de la noche ―Besó la mejilla de Hanbin.

Luego de eso, Hanbin tocó su mejilla y se retiró con prisa para no hacer esperar a la reina, por lo que Hao buscó de nuevo a Ricky y a Taerae, quienes se encontraban hablando y riendo.

―¿De qué se ríen? ―Preguntó Hao mientras caminaba hacia ellos.

―Estamos apostando cuanto costó el outfit de algunas personas de la fiesta ―dijo Riky.

―Claramente fue su idea ―dijo el músico coreano ―¿Te divertiste con tu príncipe? ¿Dónde está él ahora?

―Me divertí ―respondió Hao con mucha felicidad mientras se sentaba en medio de sus amigos ―. Me divertí, como no tienen idea ―Suspiró ―. Hanbin es el coreano más lindo que existe.

―¿Y yo? ―dijo Taerae mientras lo empujaba ―. No te olvides que soy tu mejor amigo.

―Pero tú eres mi amigo, no te miro de ese modo ―respondió Hao para luego apoyar su cabeza sobre el hombro de su amigo ―¿Ustedes no hablaron con chicos esta noche?