𝓗𝓮𝓻𝓮𝓭𝓮𝓻𝓸𝓼 | 𝓗𝓪𝓸𝓫𝓲𝓷

16. 𝓟𝓻𝓲𝓶𝓮𝓻𝓪 𝓿𝓮𝔃

Después de que ambos estuviesen de acuerdo en avanzar, Hanbin quitó el último trozo de tela que cubría a Hao, con mucha lentitud, para disfrutar de todo el proceso.

―Este es el tipo de servicio de mansajes que merezco ―dijo Hao sin dejar de mirar a Hanbin de manera directa ―¿Qué debo hacer ahora?

―Tú no debes hacer nada ―respondió el príncipe coreano, para luego tomar un poco más de aceite y colocarlo sobre sus manos ―. Yo soy quien te está sirviendo ―Miró el miembro de Hao, el cual aún no estaba erecto ―. Supongo que debo trabajar un poco más.

―Cuando actúas así, me gusta ―Sonrió ―. Me gusta que tengas confianza.

―Solo puedo estar seguro, porque estoy contigo.

Hanbin no tenía experiencia en las relaciones, pero no por eso se iba a dejar intimidar por su novio. Después de todo, ambos se tenían confianza y no tenían porqué avergonzarse de nada.

―De acuerdo ―dijo Hao para luego acostarse completamente sobre la cama y cerrar los ojos ―. Me concentraré en tu tacto.

Al ver a Hao completamente desnudo sobre su cama, Hanbin sintió que su corazón se aceleraba demasiado.

«¿De verdad lo haremos?» Pensó el príncipe coreano.

Hanbin comenzó a sentir la presión de hacerlo bien, pero luego de respirar un poco y de acercarse de nuevo a su novio, él sujetó el miembro de Hao con una mano.

―Ah.... ―Suspiró Hao al sentir en tacto de Hanbin ―. Tus manos son suaves.

―Shhh... no hables mucho.

Con un poco más de confianza, Hanbin comenzó acariciar con ambas manos el miembro de Hao, sin dejar de lado sus testículos. Lo que hacia que el príncipe chino sintiera mucho placer y gimiera sin control.

―Ah... Ah... ―Gimió Hao ―. Lo siento, soy un poco ruidoso ―Mordió su labio ―. Eres increíble.

A Hanbin le motivó escuchar las palabras de Hao y lejos se sentirse nervioso o avergonzado por los gemidos de su novio, él se sintió orgulloso, por su gran trabajo.

―Me gusta escucharte. Además, estamos solos ―dijo el príncipe coreano sin dejar de acariciar el miembro de su novio, el cual ya estaba más erecto.

―Ah... ahhhh.. ―Apretó las sábanas ―. El hecho de que seas tú quien me esta tocando, me hace disfrutarlo más ―Abrió sus ojos ―. Ah... lo siento, no hablaré tanto.

―Puedes gemir, si lo deseas ―Sonrió.

Una vez el miembro de Hao se puso completamente erecto, Hanbin decidió quitarse más ropa para estar en igual de condiciones.

―¿Qué harás? ―preguntó Hao agitado.

―No es justo que solo tú estés desnudo ―respondió mientras se terminaba de quitar los pantalones.

―Tú no estás excitado ―dijo Hao con decepción al ver la entrepierna de su novio ―¿Por qué? Antes lo hiciste con más facilidad.

―Porque era la primera vez que nos acercábamos más, pero ahora, ya me estoy acostumbrando a ti.

―No es justo ―Se sentó ―. Si vamos a estar iguales, entonces debemos estarlo en todos los sentidos ―Miró su entrepierna ―. A mí ya me duele...

―Entonces te ayudaré y luego tú me ayudarás ―Empujó a Hao a la cama ―. Yo soy quien está haciendo el trabajo.

―De acuerdo ―Sonrió ―, pero luego, yo también quiero tocar un poco.