8. 𝓟𝓻𝓲𝓶𝓮𝓻𝓪𝓼 𝓮𝔁𝓹𝓮𝓻𝓲𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪𝓼

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Hanbin no podía creer como había llegado a esa situación, pero en menos de un día había recorrido París en su primera cita y había conseguido un novio, que quería complacerlo rápidamente.

―Su alteza, no es necesario que haga esto. Yo puedo ir al baño y terminar con mi problema ―dijo el príncipe coreano con mucha pena ―. Lo siento, es vergonzoso.

―Es natural ―respondió el príncipe chino para luego empujar a Hanbin hacia la cama y arrodillarse frente a él ―, pero si no te gusta lo que hago o lo que sientes, puedes decirme y me detendré.

―No creo que su majestad tenga que hacer eso...

―¿Por qué? ―Sonrió y luego tocó la entrepierna de Hanbin ―. Es algo que un novio puede hacer por su novio ―Tocó el cinturón de Hanbin ―. Ya te acostumbrarás a esto.

―¿Acostumbrarme? ―Tragó saliva ―. Ah... duele ―Cerró sus ojos.

―Pronto no te dolaré más ―Le quitó el cinturón ―. Disfrutaré esto.

Luego de quitar por completo el cinturón de Hanbin, el heredero chino siguió lentamente con los pantalones y el bóxer, sin dejar de mirar la entrepierna de su nuevo novio.

―Oh... sabía que lo iba a disfrutar ―dijo Hao con una enorme sonrisa ―¿Todo esto entrará en mi boca?

―¡Hao! ―dijo Hanbin avergonzado ―. No hagas comentarios.

―Está bien, usaré mi boca para algo mejor.

Luego de dejar el miembro expuesto de Hanbin, Hao relamió sus labios un poco y lentamente se acercó hacia el glande del príncipe coreano para luego lamerlo como si fuese un dulce.

―Ah... ―Suspiró Hanbin al sentir la cálida lengua de Hao sobre su miembro.

―Mmm... ―expresó Hao para segundos después ingresar casi por completo el miembro de Hanbin ―. Mmm... ―llevó sus manos hacia los testículos de Hanbin para acariciarlos.

―¿Qué? ¡Ahh! ―expresó Hanbin con mucho placer ―. Esto es... ―Miró hacia el techo ―. Mejor de lo que esperaba.

Hao sabía perfectamente lo que hacía y por lo tanto no se detuvo hasta que se quedó sin aire.

―Ah... ―Suspiró el príncipe chino ―. Ahora continuo ―Miró a Hanbin quien estaba con sus mejillas rojas ―. Te ves lindo ―Sonrió ―¿Te gusta lo que sientes?

― Si ―Tragó saliva ―. Lo haces muy bien...

―Entonces continuaré ―Mordió su labio ―. Lo llevaré hasta el fondo.

―No tienes que hacer eso...

―Intentaré no ahogarme con tu gran... ―Lo miró a los ojos ―, con tu gran amor.

―No tengo dudas de que tienes una fuerte personalidad ―Mordió su labio ―. Sigue, por favor.

―Como guste, su majestad ―Lamió la punta del miembro de Hanbin ―. Esto sigue duro ―Hizo un puchero ―. Supongo que tendré mucho trabajo que hacer.

 Supongo que tendré mucho trabajo que hacer

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𝓗𝓮𝓻𝓮𝓭𝓮𝓻𝓸𝓼 | 𝓗𝓪𝓸𝓫𝓲𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora