Al llegar a su palacio, lo primero que hizo el príncipe Zhang Hao fue correr hasta su habitación para llamar a Hanbin. Sin embargo, por más que intentaba llamarlo algo andaba mal con su red.
―¿Por qué no puedo hablar con él? ―se preguntó con angustia el príncipe mientras escuchaba una y otra vez la grabadora que le decía que era imposible comunicarse ―. Esto nunca me había ocurrido.
Confundido con la situación. Hao llamó a su mejor amigo para pedirle que se intentara comunicar con Gunwook, pero a los pocos minutos Taerae le respondió que tampoco podía hablar con Gunwook, porque había un problema en la línea.
―¿Hanbin estará bien? ―se preguntó Hao para luego salir de su habitación y buscar a sus padres ―. Quizás ellos sepan algo, aunque lo dudo.
Después de unos minutos, Hao logró ver a sus padres, los cuales estaban bebiendo té en el jardín mientras descansaban de un día, posiblemente agitado.
―Hijo, llegaste justo a tiempo para la hora del té ―dijo la reina ―. Rápido, traigan la selección de té artesanles para el príncipe ―le ordenó a las mucamas.
―No quería interrumpirlos, pero ¿Saben por qué no puedo llamar afuera del país? ―Preguntó Hao mientras miraba a sus padres.
―¿De qué hablas? ―preguntó el Rey ―¿A dónde intentabas llamar?
―A Corea ―respondió Hao con nerviosismo.
―Eso no será posible ya ―respondido el rey para luego beber su té.
―¿Cómo que no será posible? ¿De qué habla, su majestad? ―preguntó el príncipe con una molestia disfrazada.
―Todo lo relacionado a Corea se ha terminado a partir de hoy. Eso también incluye tu amistad con la realeza coreana ―respondido la reina ―. Oh, el té ya está aquí.
―Aquí tiene, su alteza ―le dijo una joven a Hao.
―No quiero té. Puedes llevarlo ―respondido el príncipe para luego mirar a sus padres con firmeza ―¿De qué hablan? ¿Cómo que se terminó todo lo relacionado con Corea? ¿Qué está ocurriendo?
―Una próxima guerra se aproxima y nosotros tomamos un bando. Corea no está en ese bando ―respondió el rey ―. Hicimos varias alianzas importantes y ayudaremos a Indonesia a derrocar a los reyes coreanos, a cambio de poseer varias de sus tierras.
―¡Eso no puede ser posible! ¿Cómo que una guerra? ―dijo Hao con desesperación mientras tocaba su pecho ―¡No! Díganme que es todo una gran mentira ―dijo entre lágrimas ―¿Por qué haría algo así? Nuestra nación estaba en paz, ¿Por qué traerían la guerra de nuevo?
―Nosotros no la iniciaremos, pero recibimos una muy buena oferta y pensamos que sería lo mejor para nuestro reino y para nuestra gente ―respondió la reina con calma ―. No seas dramático. No morirán personas inocentes, pero quizás si algunos funcionarios y personas de la familia real, si se oponen, claramente.
Hao en ese momento sintió que no podía mantenerse de pie y se desvaneció frente a los ojos incrédulos de sus padres. Los cuales advirtieron de inmediato para que ayudaran a su hijo.
Una hora más tarde, Hao despertó en su habitación y lo primero que hizo fue intentar llamar de nuevo a Hanbin, esperando que todo haya sido una pesadilla.
Pero no lo era.
―¡No! ―Gritó el príncipe ―¡No puede ser cierto!
―Hao... ―dijo Taerae quien se encontraba en la habitación cuidándolo ―. Tranquilo, yo estoy aquí.
ESTÁS LEYENDO
𝓗𝓮𝓻𝓮𝓭𝓮𝓻𝓸𝓼 | 𝓗𝓪𝓸𝓫𝓲𝓷
Fanficᴅᴏs ᴊᴏ́ᴠᴇɴᴇs ᴘʀɪ́ɴᴄɪᴘᴇs ʜᴇʀᴇᴅᴇʀᴏs, ᴅᴇ ʟᴏs ʀᴇɪɴᴏs ᴍᴀ́s ɢʀᴀɴᴅᴇs ᴅᴇ ᴀsɪᴀ, sᴇ ᴇɴᴄᴜᴇɴᴛʀᴀɴ ᴜɴᴀ ɴᴏᴄʜᴇ ғʀɪ́ᴀ ᴅᴇ ɪɴᴠɪᴇʀɴᴏ ʏ sɪɴ sᴀʙᴇʀ ᴍᴜᴄʜᴏ ᴅᴇʟ ᴏᴛʀᴏ, sᴇ ᴇɴᴀᴍᴏʀᴀɴ ᴅᴇ ʟᴀ ᴍᴀɴᴇʀᴀ ᴍᴀ́s ɪɴᴏᴄᴇɴᴛᴇ ʏ ɴᴀᴛᴜʀᴀʟ. sɪɴ ᴇᴍʙᴀʀɢᴏ, sᴜ ᴀᴍᴏʀ ᴘᴏᴅɪ́ᴀ ᴅᴇsᴀᴛᴀʀ ᴜɴᴀ ɢᴜᴇʀʀᴀ ᴇɴᴛʀᴇ ʟᴏs ʀ...