Felix rodó los ojos y puso su mano sobre su boca, sofocando su risa cuando su hermana continuó contándole sobre su reunión del infierno. La risa alta era mal vista donde Felix trabajaba. Él estaba en Bang Corporation, sentado detrás de un escritorio en una zona de recepción en el duodécimo piso, donde se encuentran las oficinas de los peces gordos de la compañía.
Personalmente, a Felix no le importaba qué tan alto se reía. Pero a los hombres en este piso les importaba. Así que mantuvo la diversión en una risa silenciosa que se derretía en la alfombra pesada y paredes de azulejos.
Mientras que los ejecutivos le mostraban respeto, sabía que sólo lo hacían porque era el asistente del presidente de la compañía. Pero Felix no le daba un segundo de sus pensamientos a ellos. Mientras Bang Christopher Chan dijera que estaba haciendo un buen trabajo, eso era todo lo que importaba.
― Te lo estoy diciendo, Felix ― dijo Olivia en el teléfono. ― Soomin fue el peor cerdo chauvinista que he conocido. Nunca voy a dejar que nadie me ponga en una cita a ciegas de nuevo.
― Olivia, no te crees ni a tí misma. ― Felix giró en su silla, apoyando los pies sobre la mesa. ― Sabes que vas a ir a otra cita a ciegas ― Todos los pensamientos inteligentes huyeron cuando el señor Cielo dejó el ascensor. Los pies de Felix salieron de la mesa con un ruido sordo cuando él se enderezó, su respiración en pequeñas bocanadas mientras sus ojos se arrastraban para el desconocido.
“Oh, wow. ¿Quién es este hermoso ejemplar de hombre?”
“¿Estará soltero?”
“¿Buscando algo?”
Diablos, ¿será que le importará entrar en el cuarto de las escobas durante cinco minutos?
― Un dios ― su cerebro respondió.
Su pantera maulló de acuerdo.
El teléfono se deslizó de sus dedos mientras que el rico aroma de perfume caro flotaba en su camino. Aspiró profundamente, oliendo con avidez al chico cuando su polla se movió en sus pantalones. Cuando el Sr. Cielo volvió la cabeza para Felix, él pudo ver los impresionantes ojos azules que le recordaron a Felix diamantes pulidos. ― Disculpe.
Esa voz era tan sexy. Los dioses habían presentado a este hombre con una voz que sin duda hacía llorar a los ángeles. El timbre profundo vibró en el pecho de Felix y se deslizó hacia abajo hasta su polla que actualmente estaba acariciando.
― ¿S-sí?
― El Sr. Bang pidió reunirse conmigo aquí esta mañana. ― Los ojos del señor Cielo se levantaron hasta mirar a la puerta de roble detrás de Felix, haciendo a Felix volverse para ver si Chan saldría, aunque sabía que Chan no había venido a trabajar todavía. Estaba en su casa con su pareja y su hija, Dahyun, mimandolos. Chan no vendría en al menos 40 minutos.
Felix no podía hacer que su cerebro formara las palabras. Estaba demasiado ocupado mordiéndose el labio, observando la boca del hombre. Su pelo era una variedad de tonos marrón, que iban desde marrón oscuro a marrón claro. Felix comenzó a imaginarse mordisqueando su dulce cuello, tomándose su tiempo explorando antes de llegar a los labios masculinos.―¿Estás bien?
Felix apoyó la barbilla en la mano, sonriendo al señor Cielo. ―Lo estoy ahora.
¿De verdad quiso decir eso en voz alta? Su corazón latía fuerte. Su boca se secó. Felix se sonrojó y sintió náuseas. La posibilidad de desmayarse estaba empezando a convertirse en real. El Sr. Cielo le dio una mirada a Felix que le dijo que él no era más que un idiota molesto y no se molestaría incluso en coquetear.
