Minho entró en pleno pánico cuando Jisung se giro, agarrando su costado.
― Oh, gatito, tú pagarás por hacerme esto a mí― dijo Jisung cuando dejó escapar un largo suspiro. ― Pero ahora, necesito que vayas a buscar a Doyoon.
Ya era la hora. Ya era la hora.
Sí. Era. La. Hora.
Tirando las sábanas a un lado, los pies de Minho golpearon el suelo y enseguida fue al corredor, su mente corría en cincuenta direcciones diferentes mientras él golpeaba la puerta del dormitorio de Doyoon. Le temblaban las manos y el corazón le latía con tanta fuerza que Minho pensó que iba a tener un ataque al corazón. Jisung estaba en trabajo de parto. Minho por fin iba a conocer a su hijo. El corredor daba vueltas, pero consiguió no desmayarse. Sostuvo la manija de la puerta, equilibrándose. La puerta se abrió. Doyoon estaba allí con un albornoz y el cabello desordenado. Él asintió con la cabeza a Minho.
― Dame cinco segundos para ponerme algo.
Cinco segundos parecieron una eternidad. Cuando Doyoon cerró la puerta, Minho se giró en un círculo antes de recordar el camino a su habitación. Apretó sus piernas temblorosas, el pánico crecía en él.― ¿Es la hora? ― Chan preguntó mientras subía las escaleras en el pasillo. Minho miró su reloj.
― 10:12.
Chan se rió.― Eso no es lo que pregunté. Inhala por la nariz y exhala a través de la boca antes de derrumbarte en el suelo.
Minho había sido testigo de uno de los compañeros, Jeongin, en trabajo de parto. No había sido una bonita vista. Había un montón de insultos y amenazas de eliminar las partes del cuerpo más preciadas de un hombre. Minho sabía de ver a Jeongin que Jisung estaría con mucho dolor. Deseó que hubiera alguna manera que pudiera tomar ese dolor. Hyunjin salió de su habitación, mirando a Minho antes de sonreír.― Y será una larga noche para ti, amigo.
Minho respiró pocas bocanadas de aire antes de volver con Jisung. Su compañero estaba doblado, con sus cejas fruncidas. Minho quedó aliviado cuando Doyoon finalmente entró y examinó a Jisung. Doyoon se apartó, dejando el estetoscopio brillante alrededor de su cuello.
― ¿Quieres dar a luz en la habitación, o pensaste en un parto en el agua?
Jisung había estado indeciso hasta que Seungmin lo había convencido de que un parto en el agua era mucho más preferible que acostado en una cama con dolor. Agregó que el parto sería doloroso, independientemente de la vía que Jisung optara por tomar, pero el calor del agua disminuirá la contracciones agonizantes.
― Agua.
― Entonces, levántalo y llévalo al solarium ― Doyoon dijo en su mejor tono profesional. ― Vamos a ayudar al pequeño cachorro para venir a este mundo. ― Esas palabras trajeron aprehensión a Minho. Sus manos le temblaban como si fuera muy viejo, mientras tomaba a Jisung. Su compañero era delgado y bajo, muy fácil de levantar. Incluso así, Minho tuvo cuidado de no apretarlo demasiado alrededor. Mantuvo el vientre hinchado de Jisung hacia afuera cuando salió corriendo de la habitación y bajó las escaleras.
Al llegar a la entrada del solarium, Jisung volvió la cabeza y miró para Minho.
― El dolor se esta yendo.
― ¿Qué significa eso?
Doyoon, que estaba justo detrás de ellos, dijo, ― Creo que Hyunjin tenía razón cuando dijo que esta será una larga noche.
***
Wooyoung abrió los ojos, sintiéndose un poco confundido por un momento hasta que recordó dónde estaba. ¿Cómo podía haberse dormido? Se levantó en un sobresalto, golpeándose la cabeza en el techo del portaequipaje. Regresó con un golpe duro, con las palmas de las manos apoyadas en el piso alfombrado.
