LONDON BOY [[GEORGE RUSSELL]]

Capítulo 37

Boston, Estados Unidos

Ava

El sol hace un buen tiempo se había escondido, dejando a su paso la débil luz de la luna que se filtraba por las cortinas de mi habitación. Mira al techo con la mirada perdida mientras el eco de mis pensamientos resonaban en mi cabeza.

Habían pasado un par de días desde que tome ese vuelo alejándome de tierras inglesas, pero a pesar de la distancia el recuerdo de aquel día con George, en el cual había pasado de todo desde verlo ebrio por primera vez en mi vida, cosa que ahora con más calma me sorprende y puedo decir que el verlo así no denoto malos recuerdos en mí, supongo que mi subconsciente sabía que era él, que mi, digo que George no reaccionaria como lo hacía Scott y luego todo lo demás hasta descubrí lo que me había estado ocultando, desde entonces todo había cambiado, era como si una sombra de cosas malas se hubiera posado en mi vida.

Todo dio paso a una cascada de emociones encontradas, incredulidad, ira, traición algo que no me esperaba de él. 

¿Cómo había podido ocultarme algo así? Se suponía que aquel día que me conto la historia de su ex, me había dicho que no tenía nada más que ocultar pero al parecer no era así.

Me removí inquieta en la cama, tratando de apartar esos pensamientos de mi mente, pero resultaba imposible. Cada vez que cerraba los ojos, volvía a ver la expresión en su cara cuando solté mis palabras, recordaba todo a la perfección y dolía como la mierda.

 Suspiré profundamente, dejando que el aire llenara mis pulmones antes de exhalar lentamente.

El tintineo del móvil sobre mi mesita de noche me sacó de mis cavilaciones. Lo tomé entre mis manos y vi el nombre de Mick parpadeando en la pantalla. Durante unos instantes, contemplé la posibilidad de ignorar la llamada pero no podía hacer eso, le había prometido que me comunicaría con él.

—Hola amigo.

—Chiquita—Dijo Mick al otro lado de la línea, su voz sonaba preocupada y quizás era normal, considerando lo que le conté— se que es una pregunta tonta pero igual lo diré, ¿ como estas?—El nudo en mi garganta se hizo más grande al escuchar sus palabras. 

— Siendo honesta, estoy terrible pero se que me puedo levantar de todo esto, digo siempre lo he hecho. Además venir a casa estar con mi padre ha venido de maravilla.

— ¿Él sabe lo que paso con ya sabes quién?

—Lo sabe todo y no te imaginarás todo lo que me dijo, desde lo bueno, lo malo.

— Él solo quiere lo mejor para ti, al igual que yo—Sonreí ante sus palabras— te extraño mucho, amiga.

— Yo igual pero sabes que ahora estar en un mismo lugar que él, me es imposible—Me quede callada, por mi mente pasaba la idea de preguntar por él.

— ¿Quieres saber como esta, cierto?

—Si.

—Bueno él llego antes a Zandvoort, no dijo nada, estuvo entrenando mucho pero eso si, un día Kayla le preguntó por ti y—Se quedo callado, eso me hacía pensar que era malo para él contarme eso.