LONDON BOY [[GEORGE RUSSELL]]

Capítulo 47

Moscú, Rusia

Ava

 Mis manos se aferran al borde de la cama mientras sigo haciendo mis ejercicios de respiración, tratando de mantener la calma a pesar de los dolores cada vez más intensos.

— ¿Cómo te sientes? —Pregunta Rachel.

— Estoy bien, Rachel o no, la verdad, solo estoy tratando de concentrarme en mi respiración. Los dolores son fuertes, pero sé que pronto pasará —Respondo entre respiraciones entrecortadas.

— Estás haciendo un gran trabajo, Ava. Pronto podrás sostener a James en tus brazos —Me anima con una sonrisa reconfortante.

Cierro los ojos y me concentro en el ritmo de mi respiración. 

— Rachel, necesito que me distraigas un poco más. Estas contracciones se están volviendo cada vez más intensas —Le digo, tratando de controlar el dolor.

— Claro ¿Sabes qué estuve pensando?.

— ¿Qué estás pensando? —Pregunto, agradecida por tener algo en qué enfocarme además del dolor.

— Estaba reflexionando sobre el último proyecto que hice, creo que después de eso estaba pensando en darme un descanso. Digo me lo merezco.

—¿ Tú jefe te dará ese año sabático?

—En teoría debería pero si no, renuncio. Es algo que he estado pensando, digo no me molesta lo que hago, lo adoro pero me tienen tan harto el trato de ya sabes quien.

—Si de Dominic, tu jefe mismo o debería decir tu ex ligue—Suelto un suspiro cuando siento a James moverse.

— No me hagas acuerdo de eso, otro de mis errores—Eso me hace reír.

Sigo concentrada en mis ejercicios de respiración, tratando de mantenerme centrada mientras las contracciones siguen su curso.

—¿Has pensado en lo que vas a hacer con... ya sabes quién? — La delicadeza en su tono de voz es notable.

Se que no tiene que decir su nombre,  para saber sobre quien se trata. 

El nombre de George resuena en mi mente, trayendo consigo una mezcla de emociones que aún no he logrado procesar por completo. Han pasado mucho tiempo desde que nuestra relación terminó, y aunque mi proceso de sanación ha progresado, todavía hay momentos en los que el dolor se hace presente.

— Rachel, lo sé. He estado intentando no pensar en eso, pero sé que es algo que debo enfrentar en algún momento y te prometo que lo estoy intentando —Menciono tratando de encontrar las palabras adecuadas para expresar mis sentimientos.

Asiente comprensivamente, sabiendo que este tema es delicado para mí. Ha sido testigo de mi dolor y mi proceso de recuperación, y ha estado a mi lado en cada paso del camino, a pesar de la distancia.