Capítulo 38

2.3K 256 55
                                    

Boston, Estados Unidos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Boston, Estados Unidos

Ava

Me abrazo a mí misma, tratando de encontrar un poco de consuelo en medio de la oscuridad que me rodea. Inspecciono el lugar otra vez, pero todo lo que veo es sombra, excepto por una pequeña rendija que apenas permite que entre un rayo de luz.

Me siento en el sucio colchón, preguntándome cuánto tiempo llevo aquí. ¿Un par de días? ¿Quizás una semana desde que Scott me arrastró hasta este lugar?

No tengo respuestas. Solo la sensación de desesperación que me consume lentamente. Cierro los ojos, recordando a mi papá y todo lo que paso aquella noche. 

He perdido las veces que pedí suplicando que alguien lo haya encontrado y que ahora este en el hospital, sano, porque la idea de perderlo me rompe el alma.

Me estremezco y aprieto mis brazos alrededor de mí misma con más fuerza, tratando de encontrar algo de calor en medio de este frío .

Scott aparece cada pocas horas, dejando comida frente a mí. Aunque no tengo ganas de comer, sé que necesito mantenerme fuerte, necesito energía para buscar una forma de escapar. Tengo que volver a ver a mi papá, tengo que encontrar una manera de salir de aquí.

 A pesar del miedo que me consume, sé que no puedo rendirme, no ahora que tengo una nueva razón para ser fuerte.

Lentamente, llevo mis manos a mi vientre, recordándome que no estoy sola aquí, no me puedo rendir. Tengo a este bebé que esta creciendo en mi vientre.

 Una semana después de haber llegado a Boston, comencé a darme cuenta de que algo no estaba bien. Mi período no aparecía, y un escalofrío de preocupación recorrió mi espalda mientras recordaba la última vez que estuve con George. No habíamos usado protección y considerando que siempre había sido una persona muy regular, las alarmas de un embarazo eran potentes.

Un día, reuní todas mis fuerzas y salí, compré una una prueba de embarazo y, temblando de nerviosismo, esperé el resultado. Cuando vi las dos líneas rosadas, mi corazón se llenó de emociones encontradas. Sabía que esas pruebas podían fallar pero todo en mí apuntaba lo contrario, aquel día antes de toda esta pesadilla, había ido en la mañana a hacerme una prueba al laboratorio que solo me confirmo lo que ya sospechaba, aquella noche se lo iba a decir a papá pero no pude hacer nada.

Las lágrimas empiezan a brotar de mis ojos, incontenibles, al solo imaginar que mi bebé está pasando por esto, atrapado en este encierro injusto junto conmigo. 

 El dolor se intensifica cuando pienso en George, el hombre del que estoy enamorada, pero que ahora es solo el hombre al que le rompí el corazón al terminar con él.

Las lágrimas siguen fluyendo mientras me enfrento a la cruel realidad de mi situación. No solo estoy luchando por mi propia libertad, sino también por la vida del pequeño ser inocente que llevo en mi vientre.

LONDON BOY                                             [[GEORGE RUSSELL]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora