LONDON BOY [[GEORGE RUSSELL]]

Capítulo 56

(El pueblo hablo y se vienen cositas diariamente)

Londres, Inglaterra

George

Después de esa conversación con Ava, estoy completamente conmocionado por lo que me ha revelado. Cuando las puertas del ascensor se cierran detrás de mí, me deslizo hacia abajo, mi mente intentando procesar todo lo que me acaba de contar.

No puedo creer todo lo que ha pasado en la vida de Ava. El secuestro, la muerte de su padre y, lo que más me impacta, James, mi hijo. Es abrumador tratar de entender cómo han cambiado las cosas tan drásticamente desde la última vez que nos vimos. No tenía idea de lo que ella había estado pasando.

El dolor de escuchar lo que ha vivido me golpea con fuerza. No puedo imaginar el sufrimiento y el miedo que tuvo que haber experimentado durante su secuestro.

Me enfurece pensar que ella tuvo que pasar por eso sola, sin mí a su lado para protegerla.

Las puertas del ascensor se abren en mi penthouse, pero no tengo la energía para moverme. Me quedo en el suelo del ascensor, mis emociones desbordadas, tratando de encontrar una manera de lidiar con todo lo que me acaba de pasar de golpe .

A pesar de las emociones que me invaden tras las revelaciones de Ava, hay una sensación que resalta por encima de las demás, la felicidad de saber que tengo un hijo.

Verlo esta noche, tan pequeño y vulnerable mientras dormía, despertó en mí un amor que nunca imaginé experimentar. Es un sentimiento puro y poderoso, que no se puede comparar con nada que haya sentido antes. Saber que tengo la oportunidad de ser padre, de estar presente en la vida de James, me inunda de una sensación de plenitud.

Y de un pensamiento poderoso.

Quiero ser un buen padre para él, estar ahí para cuidarlo y protegerlo, y brindarle todo el amor que se merece.

Mi corazón está lleno de un amor puro y genuino por mi hijo desde el primer momento que lo vi, y no puedo esperar para construir un vínculo con él y ser parte de su vida, porque no me pienso alejar de él, no iré a ningun lado y él no lo hará tampoco.

Mientras me dirijo a mi cuarto, mi teléfono comienza a sonar, y al ver el nombre de Odette en la pantalla, resoplo. Sé que esta llamada solo traerá más estrés a una noche ya llena de emociones. Contesto, preparándome para lo que sea que Odette tenga que decirme.

-¿Dónde te metiste? -Empieza Odette, su tono es claramente un reproche-te perdiste tu propia fiesta de cumpleaños.

Ruedo los ojos, sabiendo que esta conversación será una pérdida de tiempo.

-Odette, sabes que nunca quise una fiesta de cumpleaños .

-No importa, George. Era necesario que estuvieras allí -Insiste, su tono molesto.