Capítulo 40

2K 248 36
                                    

Maratón 1/2

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Maratón 1/2

Boston, Estados Unidos

Ava

El aire es denso, como si estuviera impregnado con el peso de la incertidumbre que me rodea, sujeto el trozo de pan que aunque no tenga ningún apetito me obligo a comer, no solo soy yo me repito, hay un ser vivo que crece dentro de mi, tengo que sobrevivir, aguantar por él, por mi, por mi papá.

Mi mente se aferra a la imagen de mi padre, a la esperanza de que esté a salvo en algún lugar, luchando por su vida después del ataque de Scott. Quiero creer que alguien lo encontró, que lo llevó al hospital donde está recibiendo el cuidado que necesita.

No puedo permitirme pensar en la posibilidad de perderlo. La sola idea de enfrentar el mundo sin él me paraliza, me deja temblando en la oscuridad de mi propia mente. Él es mi roca, mi ancla en un mar de incertidumbre, y no puedo imaginar un futuro sin su presencia, no sabría como sobrellevarlo.

Mi padre no puede abandonarme, no ahora que voy a ser mamá, lo voy a necesitar muchísimo.

Así que mientras mastico el último trozo de pan, mientras luchó contra las lágrimas.

Me estiro para tomar la botella de agua que dejo Scott hace un par de horas.

Scott el mismo hombre que ha convertido mi vida en un infierno, el mismo hombre que detesto con una intensidad que ni siquiera sabía que era capaz de sentir.
Es un monstruo un depredador que se alimenta de mi vulnerabilidad y mi desesperación.

Ha obligado a mi cuerpo y mi mente a realizar actos repugnantes ,sin embargo, en medio de este mar de horrores, encuentro una pequeña gota de alivio no me ha violado.

Es una pequeña victoria en medio de la oscuridad, una línea que, hasta ahora, se ha mantenido inviolable. Porque sé que si alguna vez cruzara esa barrera, perdería lo último que me queda de dignidad y cordura fácilmente.

El simple pensamiento de pensar en las manos de Scott sobre mi cuerpo me hace estremecer de repulsión. No quiero sus manos sobre mí, no quiero su presencia cerca de mí.

Mi mente se vuelve hacia George, hacia sus manos suaves y reconfortantes que conocían cada rincón de mi piel. Recuerdo el roce de sus dedos, cálidos y amorosos, que me envolvía en una sensación de seguridad y protección, eso me saca una pequeña sonrisa, recordando la última vez que estuvimos juntos.

Con delicadeza, llevo mis manos a mi vientre, mis dedos acarician el lugar donde sé que mi bebé está creciendo y que es fruto de esos momentos compartidos con él inglés.

- Hola, es raro porque ahora no me escuchas-Sigo trazando caricias en esa zona- digo ahora eres del tamaño de una semilla, o tal vez algo aún más diminuto pero sin importar eso quiero que sepas que te amo más de lo que puedo expresar con palabras. Se que al principio me asuste porque no estabas en mis planes, ni mucho menos con todo lo que paso con tu padre pero no me arrepiento. Me has dado otra razón para seguir luchando, lo hare por ti y por tu abuelo. Tenemos que decirle que va a hacer abuelo, estoy segura que te va a consentir como nunca- Las lagrimas salen de mi, porque dios, lo único que pido es que mi padre este bien.

LONDON BOY                                             [[GEORGE RUSSELL]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora