LONDON BOY [[GEORGE RUSSELL]]

Capítulo 64

Londres, Inglaterra

Ava

Bajo las escaleras de mi edificio, al salir a la entrada mi sonrisa se ensancha al ver a George apoyado en su Mercedes, lo detallo va con una pantaloneta blanca, así mismo su camisa y gorra del mismo color.

Cuando me ve acercarme, abre sus piernas en una clara invitación a que me acomodé en ese lugar, aceptó su invitación, rápidamente siento el calor de su cuerpo cuando posa sus manos en mi cintura.

—Corazón— Recibí su mensaje hace unos minutos pidiéndome que bajara para encontrarnos, lo cual se me hizo raro porque siempre que viene él sube para ver a James.

—Hola bonito—Me inclino y dejo un beso en sus labios— ¿Porque no subiste de una, siempre lo haces?

—Solo quería robarte un momento para nosotros dos antes de subir —Explica George, sus ojos encontrando los míos con una chispa traviesa. Su voz era suave, casi un susurro.

—Me encanta que quieras tiempo a solas, pero te conozco se que hay algo más.

—Es verdad, hay algo más —Admite  después de besarme, con una risa nerviosa en su voz. Se acomodó un poco más, manteniendo su mirada fija en la mía. —me siento un poco tonto admitiéndolo, pero estoy nervioso por ver a tu papá. Sabes, ahora que Konstantin sabe lo nuestro, no estoy seguro de qué esperar y después de todo él es un agente federal.

No pude evitar sonreír ante su confesión.

—Estás igual de nervioso como cuando conociste a mi papá Daniel ¿recuerdas?

— Si pero al menos tenía la certeza que él no me metería preso o algo por el estilo.

—Ay, bonito, mi padre biologico aunque no lo diga se que le agradas, por el simple hecho que eres el padre de su nieto y no creo que te amenace o algo así. Y si lo hace seguramente sería broma, es su manera de ser. Solo es un papá cuidando a su hija.

—Lo sé, lo sé .

—¿Ya quieres subir a ver tu pequeño clon?

Asiente con entusiasmo, su sonrisa era incontenible al pensar en James. Justo cuando comencé a girar, me detiene suavemente por el brazo y me atrae más hacia él para un beso. Sus labios se encuentran con los míos con una ternura palpable, cargados de ese amor que solo él me podía dar. Es un beso suave, medido, pero lleno de la intensidad que caracterizaba nuestros momentos de conexión.

Cuando finalmente se aparta, mantiene su frente contra la mía, respirando hondo, como si intentara memorizar el momento.

— Conocerte a sido de las mejores cosas que me pasó en la vida.

— Te amo bonito.

—¿Me lo repites? Se que suena tonto pero a veces siento que todo esto, puede ser un sueño.