LONDON BOY [[GEORGE RUSSELL]]

Capítulo 42

Boston, Estados Unidos

Ava

Acostada en esta cama de hospital, mirando fijamente hacia el techo mientras los recuerdos inundan mi mente. Cada recuerdo, cada momento compartido, recuerdo  el día en que me adoptó, ese día en que mi vida cambió para siempre. Fue como si de repente hubiera encontrado un hogar seguro, me cuido  me amó y me enseñó lo que significa ser parte de una familia, nuestra pequeña familia de dos.

También están los momentos , los momentos en que estaba enferma y él estaba a mi lado, siempre dispuesto a darme consuelo y apoyo. Su presencia era reconfortante. 

Pero ahora, él ya no estará para mi. No puedo procesarlo completamente. No puedo aceptar que lo he perdido. Es como si una parte de mí se hubiera desvanecido, dejándome vacía y perdida.

Cierro los ojos y respiro profundamente, tratando de contener las lágrimas que amenazan con escapar pero me resultan imposible.

Las lágrimas corren por mis mejillas mientras el peso de la pérdida de mi padre se hace aún más abrumador.

 Saber que él estaba esperando, esperando para despedirse de mí antes de partir, me golpea con una fuerza devastadora. Me llena de un dolor profundo y punzante, una sensación de que podría haber hecho algo más, algo diferente para evitar este desenlace.

Me atormenta el pensamiento de que si no hubiera dejado a Scott antes, las cosas serían diferentes.

Fue mi culpa, absolutamente mi culpa.

Mi corazón está roto, mi alma está herida.

—Rachel—Mi voz se quiebra cuando la veo entrar en la habitación, y apenas puedo contener mis sollozos.

Ella se acerca y me abraza con fuerza, como si pudiera absorber todo mi dolor con su propio calor humano. Me aferró a ella, sintiendo su presencia reconfortante mientras las lágrimas siguen fluyendo sin control.

—Duele tanto —Susurro entre sollozos, sintiendo que cada palabra es un peso en mi pecho—perder a mi papá duele tanto.

Rachel me sostiene con ternura, sin decir una palabra, solo dejando que mis lágrimas empapen su hombro.

—Cariño, yo se que duele mucho —Su voz también se escucha quebrada.

—Fue mi culpa.

—No, Ava—Se separa y me alza la cara, veo sus ojos negros tambien empañados por las lagrimas— no fue tu culpa, si hay un solo culpable, ya pago. No quiero que te culpes, no te hace bien cariño. Recuerda que no estas sola— Me pone mi mano en mi vientre— tienes una gran razón para salir adelante, este pequeño te necesita.

—No se como lo haré, no sin él. Necesito a mi papá.

—Lo se amiga pero se que el señor Daniel, te dara la fuerza que necesitas desde donde este, además me tienes a mi, tienes mucha gente que te quiere y tienes a George— Niego con la cabeza mientras me limpio las lagrimas.