LONDON BOY [[GEORGE RUSSELL]]

Capítulo 62

Londres, Inglaterra

Ava

En la penumbra del departamento, mis pasos resonaban suavemente mientras me dirigía hacia la habitación de James, llevada por la necesidad de asegurarme de que todo estuviera en orden. Al abrir la puerta, una suave luz de la lámpara nocturna revelaba una escena que me hizo detenerme en seco y contener la respiración.

Allí, en la mecedora, George yacía dormido con James acurrucado en sus brazos. La tranquilidad de la escena, con sus respiraciones acompasadas, era un cuadro que me cautivo completamente.

Me quedé en el umbral, observándolos en silencio, sin querer interrumpir ese momento perfecto de conexión, la manera en que George sostenía a James, tan protector y tierno, su brazo envolvía con seguridad el pequeño cuerpo, asegurando que incluso en sueños, se sintiera seguro.

Me retiré lentamente sin hacer el menor ruido y me dirigí a mi habitación, me metí al baño para hacer mi rutina nocturna.

Al salir del baño, envuelta en la comodidad de mi pijama, me detuve abruptamente al ver la silueta de George apoyado en el marco de la puerta de mi habitación.

La sorpresa de encontrarlo ahí, despierto y esperándome, me hizo sentir un breve escalofrío de nerviosismo mezclado con algo parecido a la anticipación.

—Pensé que dormías—Mi voz un susurro.

Él dio un paso adelante, su expresión era seria.

— Te escuche desde que llegaste, solo me aseguraba que James estuviera bien dormido, se había despertado anteriormente.

Sonreí levemente ante su comentario y asentí.

—Si es muy tarde, por cierto si no quieres manejar hay una habitación de invitados que puedes usar —Le ofrecí, esperando facilitarle las cosas.

George no respondió de inmediato. En su lugar, me sostuvo la mirada con una intensidad que me hizo contener el aliento. Después de un momento, como si sopesara sus palabras, preguntó con una voz baja pero firme.

—¿Lo besaste esta noche?

La pregunta me tomó por sorpresa, y un pequeño escalofrío recorrió mi espina dorsal.

— No lo hice, Dean no es la persona que quiero besar— Él piloto de Mercede me miró intensamente, como si intentara leer cada pensamiento detrás de mis palabras.

Tras unos segundos que parecieron eternos, finalmente exhaló y cerró la pequeña distancia que nos separaba.

Sus manos encontraron mi cintura, y me atrajo hacia él suavemente, pero con firmeza.

Mi corazón comenzó a latir más rápido,mis manos se deslizaron hasta su cuello, acariciando la línea de su mandíbula. Era una acción tan familiar, tan cargada de recuerdos, anhelos pasados, presentes y futuros.