D I E C I S É I S

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El rubio estuvo todo el camino de vuelta a casa con una sonrisa estúpidamente linda en su cara. No podía evitarlo, se sentía en las nubes después de tanto, tanto tiempo.

Él amó a Margaret Carter de una forma intensa, un amor que se le arrebató demasiado pronto y de una manera muy abrupta, pero, tal vez, esta sea su nueva oportunidad de volver a amar, y eso no significa que dejaría a su primer amor en el olvido. Él siempre la querría aunque no estuviera, sin embargo, no puede privarse por eso.

Sí, admitía que se había cerrado por completo a esa opción, pero conoció a Anthony sin querer y sin querer también comenzó a sentir una atracción que se convirtió en admiración y gusto por el menor. Y sí, también lo sabía, sabía lo anti-ético y problemático que sería si entre ellos sucedía algo más allá de lo profesional, pero no podía continuar negándose a sentir, no después de tanto tiempo, y no después de ya haber cruzado ciertos límites con el castaño.

—Papá, ¿ya llegamos?

La voz adormilada de Joseph lo sacó de sus pensamientos, así que lo miró por el espejo retrovisor y le dio una cálida sonrisa.

—Sí, ya casi.

Respondió calmado.

[...]

Steve veía a su hijo dormir tranquilamente por vez primera en su propia habitación. Era un paso enorme que llegaba en un momento de su vida donde pensaba compartir cama después de tanto tiempo.

¿Ya se ilusionó?, sí. ¿Estaba apresurado las cosas?, definitivamente. ¿Ya tenía una respuesta de parte de Tony?, no.

Pero era innegable la tensión que había entre ambos, lo bien que congeniaban y las miradas que el castaño le daba. Sobretodo cuando las madres se acercaban a él en las reuniones o sólo porque sí. Steve lo sabía, porque él también sentía igual.

No sabe cómo pasó, ni cuándo, ni porqué de un hombre. Era algo nuevo para él, pero quizás lo disfrute.

Le dio un beso en la frente a Joseph para luego arroparlo, y salir de la habitación aunque dejó la lámpara de noche encendida.

Mientras, tomó su celular y lo revisó por primera vez en el día. Vio el contacto de Tony en el grupo de madres, y se tentó a escribirle, pero, no lo hizo.

En cambio...

<< Steven G. Rogers: Hey, lamento haberle colgado la llamada, pero le comunico que ya encontré niñera y le agradezco por haberse ofrecido :).

Luego de escribirle el mensaje a Sharon Carter, Steve borró su número y archivó la conversación.

Él tenía un objetivo, y era un chico castaño de bonitos ojos con largas pestañas, que su hijo amaba inmensamente.

Aunque no supo cómo se enteró Sharon, seguramente Bucky publicó en alguna red social. Da igual, mañana le hablaría.

Nuevas Oportunidades - [Stony]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora