C O N C L U S I Ó N

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Seis meses habían transcurrido desde que Tony renunció a su trabajo soñado. Seis meses en los que la relación de ambos hombres había avanzado al punto en que ya compartían hogar, amigos, y a Joseph.

—Por Tony. Por la persona que fue capaz de enfrentar y reclamar al mismísimo capitán américa.

Molestó Natasha alzando su copa de vino blanco, seguida de su esposo Bucky que se reía por el apodo.

Se encontraban bebiendo en casa de -ahora- militar y maestro.

—Por Tony.

Loki y Thor se unieron mientras alzaban sus copas también.

—Por Tones.

Pepper, Happy y Bruce imitaron el movimiento. Tony sonrió con cariño, apoyándose en el brazo de Steve que estaba sentado junto a él.

—Gracias por el apoyo, no tenían que molestarse.—Dijo el castaño, alzando su copa junto a Steve luego, brindando así todos juntos. —O bueno, mejor sí, me lo merezco.

Todos rieron mientras continuaban la conversación animados.

—Estoy muy feliz de que abras tu propio jardín, Tones.

Pepper tomó la mano del maestro sobre la mesa, y se llevó toda la atención del mismo.

—No quiero que pienses que es para competir contigo, Pepps.

Mientras conversaban, Steve se levantó de la mesa sin decir una palabra, y aunque Tony no lo estaba viendo directamente, pudo sentir que su presencia no estaba.

Y no le dijo porqué.

El apretón en su mano de parte de la pelirroja con pecas llamó su atención antes de que empezara a buscar a su pareja.

—Sé que no, Tones. Cumplimos nuestro sueño después de todo, diste lo mejor de ti por el jardín y lo más importante es que recuperamos nuestra amistad.

—Y a mí, el mejor maestro expulsado.

Loki se añadió a la conversación, sonriendo con algo de burla.

—Ya te pedí perdón por eso.

—No te preocupes, el favoritismo es algo palpable.

Tony rodó los ojos mientras la pelirroja comenzaba a discutir con Loki de que eso no era cierto.

—De todos modos, Francis será el primer inscrito en el nuevo jardín.

Habló Laura Barton, porque su hijo había hecho un berrinche desde que supo que su amigo se cambiaría de jardín el año entrante.

—Aún le deben un pastel.

Dijo Clint, ganándose un codazo de su esposa.

—Han pasado meses, Clint.

Dijo aburrido el maestro, poniendo sus manos sobre la mesa.

—Hay cosas que no se olvidan.

—En fin, Loki también será el primer maestro contratado, eso es lo más fascinante.

Se unió Thor

El maestro sonrió con calma, evitando una risa y sirviéndose más en su copa. En ese momento, vio a Steve llegar a su lado, pero no se sentó en la silla junto a él, si no que se puso con una rodilla sobre el suelo, y abrió una caja con un bonito anillo.

—Tony...

—¡Sí, maldición!

—Déjame proponerlo primero. —Pidió el rubio riéndose, mientras los demás abucheaban al castaño. — Anthony Stark, ¿puedo ser tu marido?, ¿me darías ese placer?

El castaño se lanzó a los brazos del rubio, mientras los demás aplaudían porque la respuesta ya estaba dada, y era obvio.

—¡Papá Tony!, ¿ya puedo decirle así, papá?

—Ahora sí, Jo, gracias por contener tu emoción.

El niño asintió feliz, uniéndose al abrazo de sus padres.

Después de todo, ya eran una familia desde la primera vez que Joseph abrazó a Tony fuera del horario laboral y desde la primera vez que Steve vió a Tony como una nueva oportunidad de ser feliz.

[...]

—Lo primero que hice una vez que te fuiste, fue vetar a Sharon del jardín.

Tony miraba su anillo en su mano, sonriendo sin poder parar de apreciarlo.

—Lo imaginaba, aunque nunca pensé que ella en serio me odiara.

Dijo el castaño sin quitar su sonrisa. Steve era suyo desde siempre, pero ahora lo sería legalmente también.

—Tones, la verdad tampoco me lo imaginaba, aunque igual me da un poco de lastima por su sobrina, ella no tenía la culpa.

Tony hizo una mueca, asintiendo mientras se levantaba para ir a dejar a Pepper a la puerta.

Era la última de sus invitados en irse, y definitivamente la noche no podía ser mejor.

—La adoptaría si pudiera... —Dijo Tony una vez estuvieron el puerta principal, y apenas dijo eso, una idea grandiosa surgió. —Quiero adoptar, Pepps.

Su amiga -ahora sí embarazada- lo abrazó con sorpresa.

[...]

El lunes había llegado, y la familia se encontraba en un centro de adopción, Tony iba buscando una niña, mientras que Steve pensaba en quizás llamarla Margaret.

Tony iba sosteniendo la mano de Joseph, quien iba emocionado en busca de un hermano o una hermana. O ambos.

—Bien, ahora pueden entrar.

Maria Hill abrió la puerta principal, donde habían niños y niñas.

—Wow, ¿los vamos a tener a todos?

Tony sonrió, igual de emocionado que Joseph cuando hizo esa pregunta.

—Hay que calmarnos un poco, ¿no?

Dijo Steve, siguiendo a su ya casi marido y a su hijo mientras paseaban por el salón.

En eso, un niño de aparentemente casi dos años, tomó el pantalón de Steve, provocando que el mismo se detenga a verlo.

—¿Pops?

Preguntó bajito e infantilmente mientras lo miraba.

Tony lo escuchó y al darse vuelta, Steve podría jurar que su cara destelló brillos.

—Quiero uno.

Steve alzó al niño castaño y tierno en brazos en cuanto Tony dijo eso.

—¡Tiene cara de Peter! Lo quiero también.

Dijo Joseph acercándose emocionado hasta su padre, mirando al niño desde abajo.

Tony se acercó, y acomodó el cabello del pequeño.

—Peter. Me gusta.

—Pops.

Respondió el niño sonriendo, poniendo su manito sobre el rostro del maestro. Con eso, ya estaba todo claro.

Una familia de cuatro estaba por concretarse.

Nuevas Oportunidades - [Stony]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora