V E I N T I S É I S

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Tony estaba en la oficina de Pepper mientras ella preparaba café por segunda vez para ambos.

La charla se había alargado, aunque Tony no estuvo tan presente en ella más que al escuchar a su mejor amiga hablar sobre su cita con el médico y que todo estaba bien respecto a su salud en general.

También supo que su relación con Happy estaba yendo sobre ruedas, y aunque en un principio cuando Tony se enteró sobre su amigo y la mujer que en algún momento fue su novia, se sintió un idiota reemplazable que además, tenía un gran defecto porque nunca podría formar una familia con ella por eso, así que con el tiempo aprendió a convivir con la idea hasta que finalmente lo aceptó.

Tony no quería ser un mal amigo, pero realmente no estaba escuchando lo que Pepper le contaba luego de eso. El castaño estaba pensando en Steve.

Debería mandarle un mensaje al rubio explicándole porqué hoy no se pudieron ver como todas las mañanas, y decirle también que el fin de semana fueron los mejores días junto a él y que también extrañó ver a Joseph a primera hora del día, pero no podía, porque si Pepper lo ve mensajeando comenzará con las preguntas.

Y el maestro no puede arriesgarse tanto, así que prefirió esperar aunque eso lo estuviese torturando un poco.

—Así que quién sabe, quizás en un tiempo pueda formar una famil...

Pepper se dió la vuelta para dejar ambos cafés sobre la mesa, y al ver a Tony tan distante prefirió el silencio durante unos segundos.

Dijo algo delicado, y lo sabía.

—Lo siento, Tones...

Al oír el apodo, Tony miró a su amiga sin comprender muy bien porqué se disculpaba. Él no podía tener hijos, y lo sabía, y estaba bien con eso. Más o menos.

—No te preocupes, Pepps, está bien, en realidad estoy feliz por ti.

Aunque el ambiente se haya puesto incómodo de pronto y aunque sus manos juntas sobre la mesa se sintieran forzadas.

—Tones, perdóname, no debí decírtelo así tan sorpresivamente.

Tony miró la mano de Pepper sobre la suya, y sólo suspiró, dándole una sonrisa tranquila.

—No pasa nada, en serio, me alegra que Happy te esté haciendo feliz y tenga las mismas metas que tú, Pepps. —Al ver a su amiga no tan convencida con sus palabras, optó por hacer lo que siempre hace: bromear. —Además si te embarazas puedo ser director de este jardín durante un año más o menos, me conviene también.

La chica rió un poco, dándole un apretón en su mano antes de soltarla para tomar la taza y beber.

Tony no tuvo muchas ganas de hacerlo. Pretender que estaba bien con la noticia, le trajo malos recuerdos que creyó olvidados.

—Tienes razón, Tones, serías un increíble director.

El castaño sonrió, levantándose de su asiento queriendo dar la charla por terminada, pero Pepper lo detuvo cuando apoyó su taza nuevamente sobre el escritorio.

—Tony, algún día también conocerás a una chica que te haga feliz. O un chico, quién sabe.

"Ay, no" fue lo único que pudo pensar el castaño.

—Mientras no sea alguien que comprometa nuestro prestigio como jardín educativo, está todo bien. Sé que hay apoderados jóvenes y hermosos, como ese militar Steve, por ejemplo, pero sé que nunca te involucrarías con nuestra gente, ¿verdad?.

Ella rió mientras Tony juró sentir una patada en el estómago que lo obligó a llevarse una mano a la zona.

—Claro, ¿cómo podría?

Respondió Tony, sonriendo sin ganas porque de pronto todo se tornó extraño.

—Ah, y profesores tampoco, yo sé que Strange es coqueto pero es parte de su personalidad, lo conocemos bien.

Otra patada en el estómago para Tony que aunque nadie lo esté golpeando, así se sentían las palabras de Pepper.

—Exacto, no te preocupes, no te defraudaré. Tú y yo sabemos todo lo que este lugar nos costó, ¿verdad?

Pepper sonrió con cariño, mirando a Tony de pie junto a la puerta.

—Por eso siempre he confiado en ti, Tones.

—Y yo en ti, Pepps.

El castaño sonrió amargamente antes de abrir la puerta y salir de esa oficina lo más pronto que pudo.

El frío del ambiente lo hizo volver a la realidad porque hace un minuto atrás se sintió en una sesión policíaca donde él era claramente culpable.

Suspiró una vez se apoyó en la puerta, escuchando las risas de los niños en la aula a unos metros suyo, y sólo eso lo hizo sentir un poco más tranquilo. Sus niños.

Tomó el celular apenas, y le escribió a Steve.

"Hey, Stevie, lamento no haber estado hoy en la mañana, es que Pepper llegó tarde y no podía decirle que estaba esperándote"

"Y creo que tenemos que ser más cuidadosos o directamente ser más..."

Tony se mordió el labio inferior con inseguridad.

"Profesionales"

Maldita sea, nadie le dijo lo difícil que sería esta situación, además llevan sólo un tiempo de novios y ya están teniendo pequeños problemas.

"Al menos en lo que el jardín respecta, ¿si? "

"Te quiero, hablamos luego".

Y puso en silencio su celular por dos motivos. El primero es que le daba miedo la respuesta, el segundo es porque iría a dar clases.

Caminó hasta su salón y apenas entró -como si nada lo estuviese preocupando- sonrió, y Joseph corrió a darle un abrazo, así de la nada, en medio del salón frente a Bruce y todos sus alumnos.

Joder.

Nuevas Oportunidades - [Stony]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora