03: Tentación(+18).

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El calor apoderado del cuerpo de Ámbar ya no se podía contener, menos ahora que Gian estaba sentado frente a ella sin su camisa, dejando al descubierto su esculpido cuerpo. Gian se sentía atraído por el fascinate olor que emitía Ámbar, además de que ella tiene un cuerpo espectacular y ni hablar de esos provocativos labios, que se lamía para humedecerlos; estaba totalmente perdido en lo fascinante que era la castaño.

Gian tomó la iniciativa de volver a tocar el cuerpo de Ámbar, esta vez levantando ligeramente la delgada tela que cubria la mitad de sus muslos. Ámbar soltó un gemido ahogado, que no pudo contener por el insoportable calor que Gian le hacía sentir. Sentía como su entre pierna palpitaba por no tener atención de aquel chico sentado frente a ella, de aquel chico que no salía de sus pensamientos desde el primer día que lo vió.

-¿O que?...-la voz salió temblorosa.

Gian no respondió con palabras, tomó esa pregunta como un sí a indirecta; dejó el frasco sobre la mesa y separó la piernas de Ámbar.

-Mmm...-jadeó cuando Gian la tumbó de espaldas y subió su bata hasta dejar al aire sus pezones erectos.

Luego bajó sus bragas las cuales estaban empapadas de ese delicioso néctar que salía del cuerpo de Ámbar. El tracto genital rosado de Ámbar quedó expuesto ante Gian, quien los veía como lo más codiciado que había apreciado en su jodida vida.

Ámbar por un momento dudó, intentó sacar a Gian de entre sus piernas de manera gentil, pero se detuvo cuando éste pasó su lengua sobre los labios húmedos y sensibles de Ámbar. Todo su cuerpo se estremeció, nunca había sentido algo igual, jamás había deseado que alguien estuviera en el lugar de Gian hasta ese momento y pensó, que solo Gian podía estar ahí. Que nadie más lo haría sin importar qué.

Gian lamió de manera ágil uno de los punto más más sensibles de Ámbar, ella hundió su mano en la maraña oscura de Gian para que permaneciera allí, lo hizo como si Gian quisiera abandonar la zona. Pero él estaba disfrutando del delicioso néctar de Ámbar, había probado muchas antes, pero la de Ámbar por alguna razón lo enloquecía, era una nueva sensación pare él.

Las manos de Gian atacaron sin piedad los senos de Ámbar dando apretones, mientras lamía y mordía los suaves y delicados labios de su intimidad. Hasta que el placer producido por Gian fué tanto, que Ámbar no pudo contener los quejidos y gemidos que escapaban de su boca. El climax se apoderaba del cuerpo de Ámbar, entonces empezó a empujar sus caderas contra el rostro de Gian, con su otra mano ahogó lo más que pudo sus gemidos... Fluidos corrieron por sus muslos cuando se vino en la lengua de Gian, quien empezó a gruñir como un animal al obtener más de ese fluido que salía de la intimidad de Ámbar. Como último movimiento succionó, Ámbar soltó un chillido a la vez que presionaba la cara de Gian contra su humedad.

Gian dejó de atacar la intimidad de Ámbar con su boca, soltó sus senos y se arrodilló entre las piernas de Ámbar, él sabía que ella aún no estaba satisfecha, ya que el Celo puede durar hasta tres días si él no la complace. La miró y el rostro de la chica estaba enrojecido, tanto que sus pecas eran imperceptible, ella se mordía los labios mientras trataba de recuperar el aliento. El deseo en Gian solo había crecido al probar la intimidad de la chica, quiso pasar al siguiente nivel: desvirgar a Ámbar. Así que introdujo un dedo en medio del tracto genital de la chica, estaba caliente y muy empapado de fluidos, las paredes se sentía blandas, pero aún estaba muy estrecho.

Ámbar no paraba de chillar mientras Gian exploraba su interior con dos de sus dedos. Ámbar estaba llena de placer, pero no dejaba de pensar en porque Gian estaba tan callado... El placer y un escozor la aturdió cuando Gian introdujo un tercer dedo. Tapó su boca para omitir todo el ruido posible y con la otra presionó la muñeca de la mano que hurgaba dentro de ella. Gian volvió a atacar el clítoris de Ámbar mientras con sus dedos trataba de abrir su tracto genital. Jugó con sus dedos dentro de ella, lamió y mordisquió de nuevo la intimidad de la chica, ella ahogaba sus quejidos con su mano y nuevamente, el climax sacudió su cuerpo. Los dedos de Gian ya no provocaban ningún escozor como antes, así que disfrutó de ellos mientras se corría en la boca del moreno.

-Ya no aguanto-la voz de Gian fué ronca y casi un susurro, estaba satisfaciendo a la chica, pero él solo se estaba excitando cada vez más.

-¿Hum?-fué lo que pudo pronunciar Ámbar.

Gian sacó los dedos del interior de Ámbar, inmediatamente ella sintió la ausencia de la satisfacción. Pero vió que Gian bajó su pijama hasta sus rodillas y sacó su pene erecto y venoso.

Ámbar sintió el deseo de tomarlo entre sus manos e introducirlo ella misma en su interior. Pero Gian se paró de la cama, dejándola en un pasmo por no entender que iba a hacer. Éste se acercó a su cómoda y tomó algo de la gaveta, cuando se giró Ámbar pudo apreciar de nuevo el trozo de carne colgando de la entre pierna de Gian. Su calor aumentó y las ganas de tenerlo dentro también, su intimidad latía al mismo ritmo de sus bombeos sanguíneos. Gian se puso un preservativo y luego se posicionó de nuevo entre las piernas de Ámbar, ella lo vió y se lamió los labios, quería decir tantas cosas pero no quería arruinar el momento.

-Date la vuelta-ordenó Gian, con la mente nublada en pensamientos lujuriosos. Imaginando las miles de formas para tomar a la chica...

Ella jadeó, intentó decir algo pero sus palabras sonaron como una loba en Celo pidiendo a gritos ser apaciguada por un macho. Así que se tumbó boca abajo, Gian sostuvo su cintura e hizo que quedará a la altura de su pene, luego recorrió su espalda a palma abierta hasta llegar al cuello de Ámbar y hacerla girar hacia él, cuando ella lo vió Gian tomó su pene y lo introdujo lentamente en la húmeda entrada de Ámbar, mientras sostenía su cintura con la otra mano. El escozor y el ardor se hicieron presentes en la intimidad de Ámbar, pero la satisfacción y el placer fueron lo suficientemente fuerte como para hacerla seguir, dejando que la verga del moreno entrase por completo dentro de ella, sacándole algunas lágrimas y uno que otro chillido. Un largo y placentero gemido salió del chico al sentir lo estrecho que era estar en la castaña. Un chillido ahogado salió de Ámbar mientras Gian se enterraba más en ella, hasta que se detuvo por qué ya no habia nada más que introducir, él gruñó y se afincó con una mano del cuello de Ámbar y con la otra sostenía la delgada cintura de la chica.

Ámbar se sintió completa por primera vez, se sintió complacida pero aún deseosa de ver cómo Gian la hacía venir más veces de las que ella pudiera aguantar, sentía como su intimidad por dentro se acostumbra a los centímetros del chico. Gian se quedó quieto por un rato, Ámbar entendió que él lo hacia para que ella se acostumbrara al tamaño de Gian; porque estando él dentro de ella, le provocaba un poco de ardor a su intimidad. Aún estando empapada, le costó a Gian salir y volver a entrar en Ámbar.

😳Mi cara al leer esto... No puedo creerlo. Otro cap editado y corregido(hasta lo que sé), por favor si ves algún detalle házmelo saber para corregir. Espero te haya gustado el cap, recuerda dejar tu voto un comentario para saber q te ha parecido(no seas un lector fantasma). Recuerda seguirme para la segunda parte de la historia. Gracias por leerme🌹

El Celo de Una Luna(Disponible En Dreame)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora