19: Mi Luna...

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Gian dió una embestida más, antes de que la castaña se arquera soltando un gemido que pareció desgarrar su garganta, luego de ésto Ámbar se tumbó sobre el sofá y dejó de apoyarse.

Gian siguió penetrandola, hasta que el orgasmo le dió una descarga que lo hizo estremecer, sus ojos se pusieron en blanco y sintió como descargó por completo dentro de la intimidad de Ámbar. Las sacudidas de su cuerpo lo dejaron sin fuerzas, estaba agotado y por fin saciado... Se dejó caer de espaldas, regulando su respiración, tratando de cobrar lo sentidos.

Al final no pudo controlar la bestia que lleva por dentro, pero logro saciarse. Acarició el culo de Ámbar, observando como su semen se escurría del tracto genital de la castaña, no se contuvo e introdujo de nuevo su verga dentro de la chica, pero esta no reaccionó.

Subió a su espalda, acariciando sus pechos y metiendo sus dedos en la boca de la chica, para darse cuenta de que estaba inconsciente.

-Maldición...

Se sentó y la atrajo hacia su pecho, palpando su rostro y tratando de hacerla reaccionar... Pero no sé movía.

-Carajo, ¿qué he hecho?-un aire de preocupación lo arropó.

Recordó que Ámbar aún no ha cambiado de forma, haberse apareado con ella en su forma de bestia fué demasiado para su cuerpo... Por un momento pensó que le había hecho demasiado daño, ya que minutos después, de la intimidad de Ámbar no salo salía su semen mezclado con el líquido de la castaña, sino también sangre...

-¡Carajo, carajo, carajo!-la apretó contra su cuerpo-. Joder, qué vas a hacer Gian, piensa, ¡Maldición!.

La apretó más fuerte, un dolor extraño y que nunca había sentido antes se hizo presente en su pecho, de pronto le faltó el aire; esa nueva sensación lo estaba abrumando y era... El miedo de perderla.

Fué un imbécil.

-Ámbar-le llamó-, Ámbar por favor reacciona.

La chica se movió levemente, intentó tocar el rostro del chico pero su cuerpo estaba exhausto.

Pensó en salir, buscar a Tomy para que le ayudase con su hija, pero estaría muerto de hacer eso...

Buscó una sábana, la rasgó y envolvió a Ámbar en un pedazo, uso otro para taparse un poco y cargó a la castaña.

Recordó que las pociones que Lila prepara, también sirven para curar, así que decidió ir a la habitación que compartía con Ámbar, para tomar una y dársela. Gracias a las Lunas ahora sabía cómo salir de la habitación usando su maná.

Mientras iban por los pasillos, Ámbar empezó a susurrar cosas, diciendo que quería irse lejos de la ciudad con él, que escaparan sin importar qué... Que lo quería como a nadie más, que temía perderlo.

Gian llegó a la habitación de Ámbar, abrió la puerta y pensó en dejarla sobre la cama una vez haberle dado la poción, pero... Sus fluidos estaban dentro de ella.

-Gian...-dijo sin fuerzas Ámbar-. Bésame por favor-acarició el rostro del chico.

-No lo hagas más difícil-refutó apartando su rostro de ella-, vamos a curar esto primero.

-Quiero sentir tus labios...-el la calló con el pulgar y acarició su rostro con el resto de sus dedos.

Y no lo hizo porque no quería, sino que a pesar de haber apaciguado su Celo, Gian aún seguía deseando a Ámbar, quería fundirse de nuevo en su aliento, demostrar cuánto la había extrañado y decirle cuánto la necesita... Pero no era el momento, cualquiera podía descubrirlos e ir a contarle todo a Tomy. Por lo tanto, tenía que ser rápido.

Aún teniendo a Ámbar en brazos, Gian cogió una poción del guarda ropa de Ámbar y se la dió. La chica la tomó a regañadientes, oponiéndose inútilmente a tomarla; una gota se escurrió fuera de su boca y Gian la limpió con su lengua. Al rozar los labios de la castaña con su lengua, esta la tomó entre sus dientes.

Gian intentó oponerse, pero terminó besandose con la castaña de nuevo, buscando desesperadamente el baño, hasta encontrarlo, cuando entraron Gian luchó por abandonar los labios de la castaña, la cual gruñó al sentir la ausencia de los de Gian.

-Tenemos que lavarte-dijo introduciendo el cuerpo desnudo de Ámbar en la tina-, no puedo dejarte así.

El agua empezó a cubrir el cuerpo de la chica, quien aún luchaba por mantenerse cuerda.

-Gian...

-¿Hum?.

-Báñate conmigo por favor-tiró del brazo del moreno.

-Ámbar, por favor no lo hagas más difícil-se soltó de ella y tomó el jabón.

Empezó a lavar el cuerpo de la castaña, desviando la mirada cada vez que le tocaba llevar su mano a ciertas zonas, las cuales tuvo que frotar más de lo normal para quitar los restos de suciedad. Y Ámbar no ponía de su parte, así que Gian optó por hacerle un hechizo de sueño.

Luego de terminar, la tomó otra vez en sus brazos y la dejó sobre el colchón, sin poder evitar apreciar el cuerpo de la chica, su rostro... Sin percatarse, ya estaba duro y si seguía así, no iba a regresarse a la puta habitación.

-No puedo dejarte desnuda-pensó en voz alta, tocando su barbilla.

Su rostro ardió, al imaginar los distintos tipos de lencería que tenía Ámbar en su ropa, cuando las encontró, no pudo evitar imaginarse a la castaña con ellas puestas y tampoco pudo contenerse a olerlas...

Sacudió la cabeza y alejó esos pensamientos, su miembro ya estaba palpitante.

-Mayor escenita estás montando-dijo acomodando su verga dentro de la tela, para que no se notase tanto.

Tomó a la chica y le puso una de las pijamas que solía ver que usaba, puso sus bragas y cuando cogió la almohada para acomodar a la chica... Había algo debajo.

Y era su ropa interior, la misma que había usado después de haber follado con Ámbar aquel día.

Observó a la chica y tomó su boxer, luego su vista viajó de Ámbar a la ropa interior en sus manos y viceversa. Por su mente cruzaron tantas cosas, pero se las reservó.

De pronto volvió a la realidad y observó la hora, ya era tarde, así que terminó de acomodar a la chica, limpió el baño y tiró su ropa interior al ducto por el cual se manda la ropa sucia a la lavandería.

Estuvo a punto de despertarla y preguntar el porqué su ropa interior estaba allí, hacerla sentir incómoda para luego follarsela e irse... Pero se contuvo, esa no era una buena idea.

Se acercó a la castaña y depositó un beso tierno en sus labios, luego la observó como nunca antes, recordando lo que Tiana le había dicho hace un par de horas...

Y se preguntó si sería cierto.

También se preguntó si iba a ser feliz con Ámbar, si había alguna forma de estar con ella sin correr ningún riesgo.

Algo dentro de él, sabía que lo que sentía por ella era más que deseo, en el fondo... Sabía que la amaba.

Si la amabas porqué lo hiciste?!!!! Jajajaja, bueno otro cap corregido y un poco editado😌. Espero estés disfrutando de la lectura, no te preocupes por el número en los cap xq los estoy corrigiendo. Recuerda dejar tu voto si te ha gustado el cap, un comentario sintiéndote libre de opinar, también compartir la historia(si quieres) y seguirme para más historias.

Gracias por leerme🌹

El Celo de Una Luna(Disponible En Dreame)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora