26: Las Lunas.

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Las tres Lunas, Diosas de este mundo... La mayor de ellas es conocida como la Diosa Ressly, la segunda es llamada Valnia y la tercera Aquinad. De ellas la más fuerte y poderosa es Ressly; quien otorga el don de la verdad, dando a todos sus bendecidos el poder de escudriñar el alma de las personas aún si no son lobos. Todo esto se debe a que en un tiempo atrás; Ressly cometió un grave error al no estar al tanto de sus hijos y dictaminó un juicio sin darle opción a defenderse. Por otro lado Aquinad; quien con su don(que solo se otorga a las Lobas Alpha), da el poder de gobernar con sabiduría, amor y justicia, convirtiendo a las Lunas en completas líderes. Ahora Valnia; otorga su bendiciones a muy pocos Lobos, de hecho casi no se conoce de esa dichosa bendición, solo que se le llama "sed de sangre".

Los Lobos que reciben la bendición de Ressly, obtienen un pelaje de color gris y sus ojos son azules y profundos. Las que reciben la bendición de Aquinad, obtienen un color de cabello mayormente negro o castaño y, ojos marrones, miel o ámbar. Aquellos dichosos que reciben la bendición de Valnia, suelen tener el cabello negro, ojos llamativos de color rojo, naranja y en raras ocasiones amarillos.

Pero existe una cuarta bendición, la cual muy pocos Lobos logran tener, es aquella otorgada por las tres Lunas...

Pero existe una cuarta bendición, la cual muy pocos Lobos logran tener, es aquella otorgada por las tres Lunas

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***

La esbelta figura de una morena de ojos café y cabello rubio, contoneaba sus caderas de un lado a otro mientras camina entre las mesas del café del instituto.

Gian estaba por acercarse a Ámbar cuando se percató de la morena, se detuvo y observó como se afincó de la mesa donde estaba Ámbar con las demás chicas...

—Esto no debe ser bueno Gian...—pensó en voz alta.

Pensó en acercarse y preguntarle qué pasaba, pero no quería ser delatado por su aroma que ahora no era solo el de él. Tampoco quería llamar la atención de Tomy, justo ahora, tenía que pensar en la manera de enfrentarlo.

—¿Porqué nos escondemos?—preguntó una voz al lado de Gian y él moreno se sobresaltó.

—¡Carajos Kamilo!...

***

Ámbar estaba confusa por ver a la secretaria de su padre en el instituto, tenía un aire de preocupación en su rostro.

—Ámbar—la llamó ignorando al resto—, tu padre requiere de tu presencia en su oficina—su mirada fija a la de Ámbar—. Es urgente.

Ámbar titubeó un poco, no entendía a qué se debía ésta repentina visita... Bueno, quizás para arreglar lo que pasó ayer.

—Siento haberlas interrumpido—se disculpa la morena, luego de un corto silencio de parte de las presentes.

Las chicas rieron incómodas, a excepción de Ámbar, quien aún se mantiene inmersa en sus pensamientos.

—No te preocupes—una sonrisa forzado rasgó el rostro de Iris—, debe ser algo importante para que vengas hasta aquí.

La morena exhaló.

—No quiero ser grosera—le sonrió—, así que por favor no intentes indagar más en el asunto—dijo cortante.

Iris permaneció en silencio, conciente de lo que la morena le quería dar a entender.

—Bieno chicas hablamos luego—se levantó bruscamente de su asiento—, April y yo iremos a ver a mi padre—se acercó a cada una y dejó un beso en sus mejillas—. Nos vemos.

Una vez empezaron a caminar, April informó a Ámbar de que su padre había pedido el permiso de que ella faltase a las asignaturas faltantes por el día de hoy.

—Estás metida en serios problemas Ámbar—dijo la morena sin detener sus pasos.

Ámbar hundió las cejas, algo confundida. Sí sabía que se había pasado con lo darle la bofetada a Dany, además de haber caminado desnuda por los pasillos del instituto... Bueno, si su padre estaba molesto, esas serían razones más que justas. Pero aún así, quiso saber si estaba del todo acertada.

—¿Por qué lo dices April—era normal hablar con ella, después de todo, antes de Ámbar venir aquí ella era su profesora personal.

April se detuvo abruptamente, el gesto sorprendió a Ámbar quien se detuvo segundos después.

—No te hagas la desentendida—negó, sus ojos cafés puestos en los de la castaña—, ambas sabemos el porqué, e incluso tu amiga de cabello gris lo sabe—volvió a caminar.

—Pues no solo ella, creo que todo el instituto lo sabe.

La morena se detuvo de nuevo y enfrentó a Ámbar, su mirada amenazante.

—Mas vale que no sea así—alzó sus cejas—, ahí si estás bien jodida.

Algo torció el pecho de Ámbar, dentro de ella sintió como si algo hubiese revuelto sus órganos.

—No lo entiendo...—la nota de confusión.

—Ámbar, ¿si sabes que nadie más a parte de tí puede olerte?. Además de que no has tomado tus pociones desde hace una semana—dijo la morena con obviedad—. Tu padre tenía leves sospechas, pero recién una Beta le ha llevado pruebas de que lo que él creía... Es completamente cierto.

Ámbar quedó en silencio, pensando en todo lo que April le estaba diciendo, todas las piezas empezaron a encajar...

—Pero...

—Asher y Dany también se lo dijeron a tu padre—suspiró—. Después de hacer la escena, Asher se acercó a tu padre para decirle todo...

Volvió a retomar su camino, la puerta del instituto se asomó delante de ellas.

—¿Mi madre lo sabe?—fué lo que pudo decir.

—Tu padre aún no le ha dicho, pero ese no es el caso—la vió de reojo—. ¿Porqué lo hiciste?, ni siquiera es un Alpha u Omega, ni siquiera forma parte escencial de una manada... ¿Porqué te apareaste con un Sigma?.

Ámbar se detuvo... Decir que lo amaba sería la respuesta más lógica para ella, pero... ¿sería suficiente para ellos?. No quería que fuera suficiente para ellos, porque las Lunas los habían unido, de eso estaba más que segura... Amaba a Gian y él la amaba a ella. Era un sentimiento tan grande y tan lindo, que no alcanzaba a expresarlo con palabras, solo ellos lo entienden, nadie más. Y para la castaña, eso era suficiente, que solo ellos entendieran lo que sienten, sin importar los demás.

—Lo amo April—apretó los puños—, nunca pensé que llegaría a querer a alguien de esta manera. No me importaría perder la vida por él, pero si lamentaria que él perdiese la suya por mí.

April sobó el puente de su nariz.

—Ámbar, Ámbar, Ámbar—negó mientras caminaba—, debiste hablar con tus padres antes de hacer lo que hiciste... ¿Porqué lo tuviste en secreto?.

—Sé que mi padre jamás lo iba a aceptar... Por eso y también por miedo, miedo a perder la oportunidad de entender todo esto April—señaló su pecho.

El Celo de Una Luna(Disponible En Dreame)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora