11: Frenesí(+18).

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Gian intenta contenerse al tener a una chica tan linda como Sophy delante de él, con sus hermosos ojos azules y ese cabello cobrizo... Todo su hermoso cuerpo desnudo delante de él, sus hermosas facciones detallando sin pudor el cuerpo de Gian. El olor impregnaba delicadamente el olfato de Sophy, dejándola sin aliento y llena de deseo al ver al chico parado frente a ella.

Gian por su lado no paraba de pensar solo en Ámbar, pero al encontrarse en este estado su cuerpo no era capaz de resistirse a ese olor que ahora Sophy expedía. Olía claramente a frutas, todas mezcladas de la forma más tentadora posible, además de deseable.

-Estoy...-el aliento se cortó al tener contacto visual con Gian.

-No quiero hacerlo contigo-dijo neutro, lamió sus labios y desvío la mirada, para ver si de esa forma su cuerpo dejaba de desear estar dentro de la pelirroja.

Sophy no supo qué responder, solo quería ser lo suficiente para que la deseara, pero al parecer no lo fué, ya que la había rechazado. Jamas se había sentido de esa forma; nunca antes había estado desnuda frente a un hombre, pensó que quizás Gian era su mate o tendría que serlo porque su Alfa así se lo ordenó, además simplemente era una Omega y no podía desobedecer a Tomy.

La habitación por primera vez se sintió pequeña e incomoda, el silencio no ayudaba mucho, pero Sophy sabía que hablar tampoco ayudaría de nada. Inhaló hondo, se acercó a la cama y se sentó. Trató de no pensar en lo increíble que sería ser tomada por el chico frente a ella, que al estar desnudo su vista la traicionaba y no le permitía dejar de verlo y mucho menos de desearlo.

Gian intentaba mantenerse al margen, pero su lobo interior en verdad quería aparearse. Haber estado con Ámbar era algo que nunca iba a superar, pero él mas que nadie sabía que ella jamas le iba a pertenecer, que el deseo de tenerla solo para él nunca se le iba a cumplir.

Otra vez tuvo contacto visual con la pelirroja, ella bajó la mirada con el rostro sonrojado. El pene de Gian estaba tan duró que dolía y latía con cada bombeo de sangre, ya estaba alcanzando su punto de contención maximo y el estar encerrados en una habitación no ayudaba a controlarse.

Cuando la figura de Gian se posicionó imponente delante de Sophy, ella no supo que hacer, solo se quedó inmóvil, temblando de deseo y con la piel de gallina... Esa reacción llegó a su zona mas íntima y ésta reaccionó expulsando fluidos que dejaron en claro cuan afectada estaba.

Gian ya no pudo controlarse, sin importarle que Sophy no fuera su mate, la tomó. Él más que nadie sabía que si no era la indicada, jamás iba a satisfacerlo y nunca iba a apaciguar su Celo... Pero quería correr el riesgo o... Quizás no.

Pero sí, definitivamente sí lo iba a hacer.

Se arrodilló frente a Sophy, levantando su rostro con sus dedos apoyados en su barbilla. Sus miradas se cruzaron y esta vez nadie apartó la mirada del otro. Gian lamió sus labios y acarició con suavidad los carnosos labios de Sophy, ella quedó sin aliento y tragó grueso, el sonido fué exagerado, tanto que Gian no pudo evitar sonreír con malicia, imaginando todo lo que iba a pasar. Luego la besó, suave y gentil, saboreando y grabando cada parte de la boca de Sophy. Después la tumbó sobre la cama, acarició sus clavículas, trazando una linea por el medio de sus pechos hasta llegar a la parte más sensible de Sophy, quien había perdido el sentido de respirar... Allí, cuando Gian frotó su clítoris, volvió a respirar mientras un gemido abandonaba sus labios hinchados.

El chico se posicionó entre las piernas de la pelirroja, Sophy no paraba de ver su miembro erecto y venoso. Gian solo quería correrse dentro de Sophy, quería ver su vagina llena de su semen, luego correrse de nuevo en la cara de la chica y hacer que se tragara por completo su verga y todo lo que salga de ella... Pero se controló apretando las sábanas con sus puños, más que nada por qué él estaba en Celo y era muy probable que Sophy no alcanzara a complacerlo. Así que se convenció de contenerse para no hacerle daño, no le iba a hacer daño. Ese, era su objetivo.

De nuevo la besó, ella estaba ebria y embobada por la testosterona de Gian, la hacían volverse un mar entre sus piernas y hacía que su mente se tornarse de pensamientos insanos, lascivos y sobre todo de ganas de ser solo suya.

***

El cuerpo de Gian embestía sin piedad el de Sophy, el miembro de Gian salia y entraba lleno de fluidos vaginales y sangre, hilos rojizos deslizaban por los muslos de Sophy hasta llegar a las sábanas. Sus cuerpos hacían ecos al colisionar, los chillidos y gemidos de Sophy, junto al viscoso sonido de sus fluidos vaginales cada vez que Gian entraba y salía de ella, acompañaban a los gruñidos de Gian como una orquesta de éxtasis, deseo y placer.

Todo el cuerpo de Sophy estaba extasiado y débil, ya no podía seguir el ritmo de de Gian. Cada parte de ella pedía un descanso, su cuerpecito había llegado al orgasmo más de cinco veces seguidas sin Gian darle oportunidad de descansar. Esta vez su vista se tornó blanca, sus muslos temblaron y cada parte de su cuerpo fué estremecida por el orgasmo que inundó sus sentidos y la dejó abatida...

Sus piernas se abrieron y cayó apoyada sobre la cama, ya no tenía fuerzas para sostener la postura, pero aún así Gian no se detuvo. Solo apoyó su brazo a un lado del rostro de la pelirroja y con el otro sostuvo una mano de Sophy y empezó a penetrarle aún más fuerte. Verla agotada y sin fuerzas solo hacia que Gian se exitara más, sus cuerpos aplaudían con cada penetrada que Gian daba a la vagina de Sophy, ésta se sentia más comoda y podía entrar y salir mucho mas facil.

Ver a Sophy boca abajo, sudada y con las piernas llenas de sus fluidos y sangre era exitante. Poder tenerla debajo emitiendo gemidos y chillidos, sin oponerse a ser follada por él era algo que no tenia precio.

Sintió como todo su cuerpo fue perdiendo el control, sus caderas se movian sin coordinación y su respiración estaba acelerada, sus sentidos aturdidos mientras satisfacía su deseo de aparearse sin descanso hasta perder la cordura, apenas estaban empezando, todo su cuerpo fué abrazado por ese cosquilleo que le hacía sacudirse...

Justo cuanto se iba a correr sacó su pene de la vagina de Sophy y le echó el semen en las nalgas a la pelirroja.

Tragó saliva y azotó con su pene el culo de Sophy.

-¿Estás bien?-le preguntó a la chica al recuperar el aliento.

Ella se removió debajo de él.

-Sí...-susurró.

La besó y apretó una de sus nalgas y luego sus pechos.

-¿Estás dispuesta a seguir?

-Ya no por favor-chilló la chica, suplicando.

-Lo siento-fué lo que pudo decir.

😳 Bien, otro corregido. Recuerda dejar tu voto,no seas lector fantasma.

Gracias por leerme🌹

El Celo de Una Luna(Disponible En Dreame)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora