La hija del Alpha Tomy fué traída hace unos meses al instituto Ω, para educarla y ser entregada como Mate al hijo del Alpha Asher. Estos dos, intentan hacer una alianza utilizando a sus hijos como prueba de ello, ya que han estado peleando por las tierras más de veinte años; así que ambos pensaron que unir a sus hijos sería la mejor opción para unir sus manadas y hacer de ambas un solo pueblo.
Linda, la Luna de Tomy trajo consigo al hijo de su medio hermano Loy, para que cuidase de su hija hasta que fuese entregada al hijo de Asher, ya que estaba a punto de entrar en celo porque iba a cumplir la mayoría de edad y como su sobrino era un Sigma, era el candidato perfecto para cuidar de su hija. Después de un tiempo les asignaron una misma habitación, hasta que se cumpliese el cambio de forma de Ámbar y pasara su celo.
Ámbar, la hija de Tomy y futura Luna del hijo de Asher, entró a la habitación y escogió la cama que queda justo al frente de las puertas que dan con un pequeño balcón; mientras que Gian, su primo tomó la cama de al frente. La habitación era cómoda, tenía un baño, un espacio amplio para estudiar y almacenar sus cosas, además de una nevera, un par de sillas unos puff, junto a una computadora de mesa y un escritorio con una lámpara.
—Por cierto...—habló Ámbar mientras acomodaba su ropa en las gavetas.
Gian volteó a verla y permaneció en silencio.
—Me llamo Ámbar—volteó y le dió una sonrisa—. ¿Y tú?
Gian botó aire por la nariz, se sentó en la cama que ya había vestido y la miró directo a esos ojos que le daban sentido a su nombre.
—Gian—dijo seco.
La mirada de su primo le fué muy extraña, hacía que se sintiera incómoda, así que apartó su vista de él. El chico se tumbó sobre la cama para descansar, haciendo lo que comúnmente hacía, "ignorar a todo el mundo" y Ámbar no sería la excepción.
—¿Sabes porqué mi madre te trajo aquí?—inquirió Ámbar desde el otro lado de la habitación. Al ver que no obtenía respuesta de parte del moreno, agregó:— ¿A qué manada perteneces?.
Gian dió vuelta sobre la cama, hasta quedar con la vista fija a la de Ámbar, sabía las respuestas a esas preguntas, pero solo diría:
—Soy un Sigma—como si eso daría respuestas a todas las preguntas de Ámbar; y aunque así no fuera, no pensaba decir más que eso.
Se acomodó sobre su suave colchón y no dijo otra palabra, a pesar de que Ámbar intentó hablar de nuevo con él. La chica se dejó envolver por el brillo de la primera Luna llena en el cielo, siendo consciente de que al estar las tres Lunas llenas en el Cielo sería su cambio de forma... Con ese pensamiento cayó en los brazos de Morfeo.
Al despertar, la tenue luz del Sol golpeaba su hermoso rostro de cabello castaño. Se estiró sobre las sábanas y se sentó, para darse cuenta de que Gian ya no estaba en su cama. De pronto, un olor a cedro y canela invadió sus fosas nasales... Era extraño, pero embriagador y delicioso para ella.
¿Porqué lo percibió tan de repente?
Escuchó cuando la puerta del baño se abrió y de ella, salió el moreno con tan solo una toalla puesta, que dejaba descubierto todo su tonificado abdomen y sus fuertes brazos. Ámbar se quedó estática ante el chico, su cabello negro como el azabache estaba pegado a su frente, gotas de aguas resbalaban por su cuerpo. Sus ojos recorrieron todo el cuerpo del chico y al llegar a sus ojos dorados, se dió cuenta de que gracias a las Lunas estaban fijados en la nada. Él caminó hasta llegar a su guarda ropa, mientras ella lo seguía con su vista, lo que hizo que Gian la viera a los ojos nuevamente y eso hizo que a Ámbar sintiera como si una piedra caía en su estómago.
—El baño está libre—dijo neutro.
Se dió la vuelta y tomó su ropa interior. Ámbar salió de su trance y se apresuró a alistarse, mientras trataba de controlar sus sucios pensamientos, pero sin sacarse a su primo de la mente. Cuando estuvo lista, su compañero de cuarto ya no estaba, tomó sus cosas y salió para ir a su primera clase.
***
La última hora de clases se terminó, así que Ámbar pensó en ir por su primo y tratar de conocerlo un poco más, ya que en su primer día juntos apenas y dijo unas pocas palabras. Cuando llegó al salón de su primo, éste ya se había ido, así que tuvo que ir sola a su habitación.
Al llegar notó que la puerta estaba abierta, lo cual no le sorprendió. Entró y vió la silueta esbelta y masculina de su primo apoyada en las barandas del balcón, con su vista fija en el espacio. También se dió cuenta de que solo llevaba puesto una pijama, o la mitad de una pijama ya que solo tenía puesto el pantalón.
—Jamás pensé que los atardeceres en Ciudad Ω fueran tan hermosos—le escuchó decir.
Ámbar cerró la puerta detrás de ella y se dirigió a colocar su bolso sobre la mesa. Que su primo dijera esas palabras sin ningún esfuerzo de parte de ella, le resultó extraño.
—De hecho... en la Ciudad de Las Lunas también suelen ser así—se encogió de hombros mientras sonreía.
Gian se giró, el sol resaltaba de manera tentadora para Ámbar la silueta del chico, más atraída se sintió cuando sus ojos dorados se toparon con el ámbar que reflejaban los suyos.
—Si sigues sin tomarte la poción que te dió Lila, tendrás serios problemas—cruzó sus brazos sobre su fuerte pecho.
Ámbar tragó saliva porque sentía que su garganta estaba seca, con lo que dijo Gian su piel se erizó, pero no de la manera en que Ámbar quería; si no por que Gian tenía razón. Lila le advirtió de que si no tomaba la poción, su Celo se iba a salir de control. No solo para ella, si no que como hija de un Alpha, los demás Alphas, Betas, Deltas, Gammas y Omegas estarían detrás de ella para intentar aparearse. Pero dos preguntas se vinieron a la mente Ámbar, la primera era cómo Gian sabia lo de la poción, la otra era: ¿porqué dijo eso?, si el era simplemente un Sigma.
—¿Por qué lo dices?—preguntó al fin Ámbar, tratando de entender lo que quiso decir Gian.
Gian hizo un movimiento que oscureció el lugar donde están sus ojos.
—Puedo oler ese aroma a pino y flores que expides—desvió su vista otra vez al vacío—. Es muy tentador para cualquier macho.
Era claro para él, estaba perdiendo el control de sí mismo por culpa de ese aroma.
***
Aquí una imagen de cómo me imagino a Ámbar:
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El Celo de Una Luna(Disponible En Dreame)
Manusia SerigalaLas tres Lunas llenas se acercaban, el cambio de forma junto al Celo de una futura Luna estaban a punto de llegar... Pero las Diosas Lunas tenían un destino preparado para Ámbar, quien iba a ser entregada como Mate a Dany, hijo del Alfa Asher. Este...