25: La bendición de las Lunas.

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Anoche, cuando Gian estaba follando a Ámbar por detrás mientras la estimulaba con sus dedos, la castaña no pudo contener las ganas de márcalo. Estaba convencida y segura de que era lo correcto, a pesar de que habían acordado hacerlo cuando lo suyo fuese público, Ámbar sintió la necesidad de hacerlo. No pudo contener la Loba dentro de ella, la cual había despertado por su culpa...

-Gian...-una sonrisa boba se dibujó en sus labios, recordando todo lo que el moreno le dijo anoche.

También recordó el sabor a hierro de la sangre de Gian, la cual se mantenía aún en su boca.

-Lo marqué...-susurró, su rostro apoyado de su mano.

-Estas muy feliz hay pequeña-la alegre voz de Sara la sacó de sus pensamientos.

Detrás de ella aparecieron las otras chicas.

-Y pensar que ayer abofeteó a su futuro mate-rió la peliroja.

Ámbar abrió sus ojos en sorpresa al escuchar a Danna decir eso, ¿tan rápido se habían enterado?.

-Si antes me caías bien-se acercó la chica de ojos azules y cabello gris-, ahora me caes mejor, alguien tenía que poner en su puesto a mi primo-su mirada alegre paseó entre todas las chicas.

-¿Quién se los contó?-la mirada Ámbar confusa y llena de intriga-. ¿Saben lo que pasó?.

Sara bufó, giró esos ojos azules y vió de nuevo a Ámbar.

La mañana había sido algo incómoda, dado que dónde pasara la gente no podía parar de murmurar, además de señalar con la mirada a Ámbar.

-Estamos en un lugar donde el chisme es más rápido que el internet-cruzó sus piernas-, a parte de que hiciste la escena en plena ceremonia de cortejo querida.

-¿Esperabas que nadie lo supiera?-dijo Danna.

El chico de pelo azul vino para tomar sus órdenes, viendo con una enorme sonrisa a cierta chica de cabello gris, cuando todas pidieron algo, el chico de pelo azul se retiró y se despidió discretamente de Iris.

Ámbar se sintió incómoda, si saben lo que le hizo a Dany, entonces saben que perdió su dignidad andando desnuda por los pasillos... ¿Qué iba hacer?, se sentía patética.

-¿También saben de qué forma salí de ahí?-inquirió Ámbar para confirmar sus escasas sospechas, porque parecían ser más que ciertas.

Las chicas compartieron miradas.

-Eres una perra-dijo entusiasta la pelirroja-, jamás había conocido a una Luna como tú-sus ojos verdes puestos en Ámbar.

Espera... ¿Porqué la llamaban Luna?.

-¿Luna?...

-Veras-Iris fué quien habló-, no te vamos a juzgar por follar, todas aquí lo hemos hecho-compartió miradas con las chicas-. Pero tú ya estás esperando la marca de un macho, al ser Alpha eso te convierte en una futura Luna, solo es cuestión de tiempo.

Ninguna podía dejar de mirar a Ámbar, lo cual la hacía sentirse algo incómoda.

-Sí, sabemos todo-confesó Sara-. A mí también me hubiese gustado caminar desnuda por el insti-se acomodó en la silla-, Luciendo esas hermosas orejas y esa cola... No te lo han dicho, pero pareces una Diosa Ámbar.

Danna apoyó sus brazos sobre la mesa.

-El color blanco te sienta bien-miró con cierta tristeza-, me hubiese gustado ser una Alpha, para presumir mi belleza y feminidad. Ustedes son tan hermosas-hizo un mohín.

-Chicas...-habló la castaña incómoda-. No sé si tomar eso como halago, pero me siento aún peor si lo dicen así.

-Ámbar, tu cabello es castaño-puntualizó Iris-, pero tú pelaje será blanco, es algo extraño en los Lobos, quizás...-abrió sus ojos-. Tienes la bendición de las tres Lunas, es por eso que te apoyamos.

-Lo hemos hablado toda la mañana, e incluso dudamos en acercarnos a tí Ámbar-suspiró Danna-, pero si las Lunas te han aceptado como su hija... ¿Quienes somos nosotras para juzgarte?.

Ámbar quedó confusa, no entendía esa repentina admiración que las chicas sienten por ella, pero si se había percatado de su pelaje blanco.

El chico de cabello azul venía con una bandeja y algunas cosas sobre ella, se acercó a las chicas y dejó sobre la mesa las bebidas, algunas calientes y otra fría.

-Espero las disfruten-dijo el chico.

Una vez dadas las gracias se retiró.

-No sé que pasará conmigo y tengo dudas al respecto-su mirada ámbar vacía-, tengo miedo de lo que me pueda pasar por todo lo que he hecho-se abrazó a sí misma.

Iris sonrió.

-Serás una gran Luna Ámbar, no cabe dudas.

-A mí me gustaría servirte, mi Luna-jugó un poco Sara-, seré una gran hechicera para poder estar a tu altura.

-Yo mataría a quien sea por estar a tu lado-la mirada sería de Danna-. Si me concedes el honor de ser tu guarda más cercano, daría mi vida por tí-la determinación que tenía en su voz.

Ámbar estaba en silencio, sorprendida por lo que decían sus amigas y recordó... Que tenía casi dos días sin hablar con Mila, de seguro se sentía sola e ignorada.

Recordó de nuevo la marca de Gian... No pensaba en casarse ni a la fuerza con Dany, así tuviese que enfrentar a su padre, ella estaba dispuesta.

A pesar de todo lo que pasó ayer, su vida parecía tomar un giro para bien. Sentía una carga menos sobre ella, estaba llena de ese sentimiento de felicidad, por tener a Gian solo para ella, decírselo a su madre sería cuestión de tiempo... Y de su padre se iba a hacer cargo, de alguna manera.

***

-Te tengo envidia-volvió a decir suspirando Kamilo.

-Ya deja de fastidiar Imbécil-bufó Gian.

Kamilo puso una mano en su pecho y fingió estar ofendido.

-Perdón por decir la verdad-se recargó en una pared de los pasillos-, ¿Cómo carajos es posible que tengas mate y yo no?-dijo exasperado.

Gian aún observaba la marca en su muñeca, aún le costaba creer que estuviese ahí.

-Creo que me han jugado sucio, por lo menos debiste avisar Ámbar-susurró acomodando la manga de su suéter.

Gian quería una explicación del porqué Ámbar no tomó en cuenta su opinión, quiso saber cuál fué el motivo para que no le dijera nada, así que usó uno de los beneficios del lazo a su favor, dejó que el viento lo llavase con el aroma de Ámbar, tras caminar por varios pasillos logró llegar a Ámbar. Estaba sentada con tres chicas más, una de ellas captó su atención, era la de pelo gris...

Se lo habían dicho hace poco, hay tres Lunas, por lo tanto son tres bendiciones que pueden obtener los Lobos de ellas al cambiar de forma, pero la bendición de la manada Creciente... Era una de las más poderosas en todos los Lobos.

-Esto traerá problemas-pensó en voz alta.

Pues su poder era ver la verdad a través de cualquier persona, sin importar su rango.

Pues su poder era ver la verdad a través de cualquier persona, sin importar su rango

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El Celo de Una Luna(Disponible En Dreame)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora