Extra

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Gian.

Ella lo hizo.

Toda la culpa es de ella.

Esto que siento, es culpa de ella y de nadie más.

Esto que dejé de sentir, también es culpa de ella.

La causante de todos mi males es ella.

Que mi vida ahora no tenga sentido, es culpa de ella.

No puedo dejar de lamentarme por dejar de sentir eso y además, es culpa de ella.

Debo acabar con ella.

No puedo se feliz si ella está viva.

Ella no merece vivir de después de lo que me ha hecho.

Tiana merece pagar por todo el dolor que me está ocasionando. Aún recuerdo todo como si hubiese pasado ayer, me dejé llevar por mi Celo y ella se aprovechó. Usó la misma técnica que usan los Alphas para hacer de cualquier lobo su mate. Ella me robó la felicidad.

Fuera de la veces que Ámbar me encontró sin sentido, tuve un sin fin más. Cada una más prominente que la anterior, dejando heridas en mi mente y en mi corazón, heridas que con el tiempo fueron empeorando... Y pasó lo que me temía.

Fué justo ese día, cuando por fin pensamos que todo sería felicidad, cuando todo dentro de mí se quebró.

Me maldije internamente por lo que pasó, pero no pude evitarlo.

Desperté esa mañana, desorientado. Algo dentro de mí me decía que estaba en el lugar correcto, pero todo lo demás, demandaba con fuerzas que me alejara de ella. Toqué mi pecho, tratando de entender lo que pasaba... Pero al final, solo dejé de sentir.

Mi corazón ya no estaba allí.

Y no sabía que habías sido de él.

Mi mano apartó los mechones de su hermoso cabello blanco que caían sobre su perfecto rostro, acaricie su piel tratando de revivir todo lo que sentí, pero en cambio sentí una fuerte punzada donde Tiana había dejado su marca.

Intenté despertar a mi lobo interior, oliendo más de cerca ese aroma que un día me hizo perder la cordura... Pero tampoco reaccioné a eso. ¿Lo peor?, no sentí tristeza, ni algo parecido por haber dejado de amar a Ámbar.

Froté mi rostro, despeiné mi cabello con frustración.

Luego me senté en la orilla de la cama, pensando en lo que iba a hacer. Pero no tenía otra opción, no había otra solución. Así que dí por última vez un beso a mi Luna, sintiendo por última vez la calidez de su piel. Y justo ahí, mi corazón estuvo a punto de detenerse.

Pero me fuí.

Me fuí con una idea clara en la cabeza: acabar con la vida de Tiana para poder ser feliz de nuevo, sin ella respondiendo al otro extremo del maldito lazo que creó, todo volvería a ser como antes...

***

-¿Entonces quieres un arma?.

Volvió a preguntar.

El Celo de Una Luna(Disponible En Dreame)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora