ʟxxᴠɪ. Cʜʀɪsᴛᴍᴀs Dᴀɴᴄᴇ

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CAPITULO SETENTA Y SEIS;
BAILE DE NAVIDAD

El Baile de Navidad estaba en boca de todos

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El Baile de Navidad estaba en boca de todos. Los pasillos de Hogwarts habían estado llenos de susurros emocionados y risitas nerviosas durante semanas. Nashira no era ajena a ese tipo de eventos, pero algo en esa noche la tenía inquieta. Tal vez era la opresión en su pecho, una sensación vaga, un sexto sentido que la prevenía de algo. Sin embargo, no podía permitirse dejar que eso la abrumara. Esa noche, se prometió a sí misma, sería solo una adolescente más, dejando atrás, aunque fuera por unas horas.

En ese momento, su habitación parecía que había pasado un huracán. Había vestidos esparcidos sobre las camas, joyas que destellaban desde pequeños cofres abiertos y listones de colores que rodaban por el suelo como serpientes de seda. Lara estaba ayudándole a Pansy ajustándose un corsé con expresión de pura frustración mientras Astoria y Daphne debatían acaloradamente sobre el color del lápiz labial que usarían. Hermione, para sorpresa de todas, estaba allí también, un poco fuera de lugar, pero determinada a disfrutar la experiencia.

Y luego estaba Lesath, quien, a pesar de la tensión que aún existía entre ella y Nashira, había aceptado la invitación de Pansy para unirse. La noche era demasiado importante como para permitir que viejos resentimientos estropearan el momento.

—¿Nashira, no vas a hacer nada más que mirarnos? —se quejó Daphne, lanzando un cepillo al aire y frunciéndole el ceño.

—¿Qué más quieres que haga? Estoy disfrutando verlas en este caos. —Nashira levantó una ceja con diversión, aunque no podía negar que el desorden empezaba a hacerla sentirse un poco ansiosa.

—Podrías ayudarnos, ¿sabes? —dijo Astoria, mirándola con una mezcla de súplica y reproche.

Nashira suspiró, pero en el fondo, adoraba ese tipo de momentos. Eran un respiro de todo lo demás. Se levantó del borde de la cama, recogió un peine y se dirigió hacia Pansy, quien después de que Lara hubiera terminado, luchaba con su cabello.

—Si no dejas de moverte, te voy a dejar con un nido de cuervos en lugar de un peinado, Pansy —dijo Nashira mientras comenzaba a trenzarle el cabello con movimientos expertos.

—¿Desde cuándo sabes hacer esto? —preguntó Hermione, observándola con asombro desde el espejo donde intentaba domar sus rizos.

—Tengo mis talentos ocultos —respondió Nashira con una sonrisa torcida, pero sus manos no se detuvieron mientras trabajaba con precisión.

Pronto, Pansy lucía un elegante recogido trenzado con pequeños broches brillantes que hacían juego con su vestido esmeralda. Luego, Nashira pasó a Astoria, que quería algo más suelto y romántico, y después a Daphne, quien exigió que su cabello luciera "como si acabara de bajar de una carroza mágica". Hermione fue la más difícil de convencer, pero finalmente accedió a un peinado sencillo que enmarcaba su rostro con delicados mechones ondulados.

𝐇𝐀𝐓𝐄 𝐋𝐎𝐕𝐄; Tom RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora