La noble observaba maravillada cómo Teodoro absorbía rápidamente todo el conocimiento que ella le proporcionaba. Sus ojos brillaban con una sed insaciable de aprendizaje, y cada palabra que ella pronunciaba parecía alimentar el fuego de su curiosidad. Sin embargo, llegó un momento en que la noble tuvo que detener la lección, reconociendo la necesidad de tiempo para organizar y asimilar lo que ella ya había aprendido, para poder enseñarlo.
"Teodoro", dijo con suavidad, interrumpiendo la vorágine de conocimiento por un momento. "Creo que hemos alcanzado nuestro límite por hoy. Tu capacidad para absorber información es impresionante, pero también es importante que tengas tiempo para organizar y asimilar todo lo que has aprendido. Continuaremos mañana, con la mente fresca y lista para seguir explorando el vasto mundo del conocimiento."
Teodoro asintió con comprensión, mostrando una serenidad que contrastaba con la intensidad de su deseo de aprender. "Entiendo", respondió con calma. "Gracias por todo lo que has compartido conmigo. Estoy ansioso por seguir aprendiendo y descubriendo más sobre el mundo que nos rodea."
Con esa promesa de un mañana lleno de nuevas oportunidades de aprendizaje, la noble y Teodoro se despidieron por el día, cuando Teodoro estaba terminando de levantarse dijo: "Mujer noble, he estado reflexionando sobre su situación", comenzó Teodoro con voz serena pero firme. "Ya no necesito estar todo el tiempo dentro de la cámara para cuidarlos. En cambio, comenzaré a traer presas para asegurarnos de tener suficiente alimento. Sin embargo, la responsabilidad de cocinar recaerá en ti."
La noble quedó momentáneamente desconcertada por la propuesta inesperada de Teodoro, pero rápidamente comprendió la lógica detrás de sus palabras. Aunque la idea de asumir nuevas responsabilidades la tomó por sorpresa, aceptó con determinación. "Entiendo", respondió con seriedad. "Acepto la responsabilidad de cocinar por mi cuenta. Será un ajuste, pero estoy dispuesta a hacerlo."
El guardaespaldas finalmente despertó, devuelto a la conciencia por la dulce melodía de la voz de la noble. Sus ojos se abrieron lentamente, encontrándose con la mirada llena de alivio y amor de su amada. Con un suspiro de alivio, la noble se inclinó para besar su frente, celebrando su regreso.
Después de ese dulce reencuentro, el guardaespaldas se dio cuenta de su debilidad y comprendió que necesitaría tiempo para recuperarse por completo. Con una sonrisa, instruyó a la noble para que tomara las riendas en la preparación de la comida, mientras él se concentraba en su recuperación.
Así comenzó un proceso de una semana, en la que la noble se sumergió en el arte de cocinar, aprendiendo nuevas recetas y técnicas mientras cuidaba del hombre que amaba. Mientras tanto, el guardaespaldas se dedicaba a recuperar su fortaleza física, apoyado por el amor y la atención de la noble.
Juntos, atravesaron esa semana de recuperación, unidos en el desafío y fortalecidos por el vínculo profundo que compartían. Y mientras el guardaespaldas se acercaba cada vez más a la plenitud de su fuerza, la noble encontraba una nueva confianza en sus habilidades culinarias, demostrando que juntos podían superar cualquier adversidad que se interpusiera en su camino.
Un mes había transcurrido desde el retorno del guardaespaldas y la noble al templo olvidado. Durante ese tiempo, Teodoro había absorbido casi todo lo que la noble tenía para enseñar, demostrando su insaciable sed de conocimiento. Mientras tanto, el guardaespaldas había logrado recuperarse por completo, fortalecido por el cuidado y el amor de su amada.
Con el paso de los días, la vida en el templo comenzó a recuperar una sensación de normalidad. La bebe, aunque aún pequeña e indefensa, se convirtió en el centro de atención y amor de la noble y el guardaespaldas. Sin embargo, sus acciones todavía no tenían un impacto significativo en el mundo que los rodeaba.
Finalmente, llegó el momento de decir adiós al santuario oscuro que los había acogido durante tanto tiempo. Esta vez, Teodoro decidió acompañarlos y cuidarlos en su viaje hasta que abandonaran el bosque y continuaran su camino. Con su presencia tranquila y protectora, garantizó que el viaje fuera seguro y sin incidentes.
ESTÁS LEYENDO
EL HIJO DE MEDUSA
FantasyEn los oscuros rincones de la antigua Grecia, emerge una historia olvidada, la del hijo de Medusa la cual narra la vida de Teodoro, un joven destinado a llevar la carga de la maldición materna. Como hijo de la temida Gorgona, Teodoro lucha por encon...