PREPARATIVOS 5

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Pasaba el tiempo y mi búsqueda no daba resultados. Deseaba, casi con desesperación, que algún evento, alguna batalla, se alineara con la ira que habías desatado en las ciudades. Esa información sería mi moneda de negociación contigo, mi única forma de acercarme a una deidad de tu naturaleza. Pero los hilos del destino de los héroes seguían su curso sin desviaciones significativas, y mi esperanza comenzaba a tambalearse.


Hasta que finalmente, en medio de mi investigación, me encontré con el destino de un chico. Su vida, al principio, transcurría de manera normal, siguiendo el flujo típico de los héroes destinados a grandes hazañas. No parecía haber nada especial en él, hasta que llegó a uno de los momentos cruciales de su historia: el momento en que mató a la Gorgona.


Al principio, esto me parecía una hazaña más, similar a tantas otras historias de héroes. Sin embargo, lo que me llamó la atención fue el tiempo exacto en el que esto ocurría. En ese preciso momento en que él enfrentaba a la Gorgona y le quitaba la vida, coincidía con el período en que yo había visto tu arrebato de ira y el desastre que afectaba a las ciudades.


Decidí revisar el destino del chico con más detenimiento. Todo fluía con claridad, cada paso en su camino estaba delineado por el destino y no parecía haber nada relacionado contigo. Pronto descarté que el héroe tenía alguna conexión contigo, pero aún quedaba la Gorgona. Si había algo o alguien vinculado a ti, debía ser ella.


Sin embargo, al revisar su destino, me encontré con una decepción. Podía ver el hilo de su vida con claridad, sin el velo oscuro que suele acompañar tu presencia. El destino de la Gorgona estaba marcado, predecible, desde su maldición por Atenea hasta su exilio. No parecía haber nada inusual al principio. Aún así, decidí investigar su pasado, esperando que hubiera algo que se me hubiera escapado.


Fue cuando profundicé en su tiempo de exilio que algo me llamó la atención. En sus primeras etapas de encierro, podía ver con claridad cada detalle, pero a medida que su aislamiento avanzaba, empecé a notar una resistencia, una opacidad. Los eventos que seguían se regresaron más borrosos, confusos, y me costaba ver qué ocurría con precisión. Este tipo de bloqueo era similar a lo que experimentaba cada vez que intentaba verte a ti o rastrear tu destino.


Finalmente, la visión se volvió completamente oscura cuando llegué al momento en que la Gorgona dio a luz. Era como si un velo impenetrable cubría todo lo que ocurrió desde entonces, exactamente igual que cuando intentaba ver el futuro o el presente en torno a ti. Mi mente se agitó de inmediato: ¿podría ser que este nacimiento fuera la clave, el lazo que te unía a ella?


Esto me dio una nueva esperanza. Tal vez eras su hijo, debías serlo, el bebe que nació de la Gorgona ese día tenía tus mismas características, definitivamente este era el principio de tu historia, con esta revelación, me di cuenta de que mi búsqueda no había sido en vano. 


Lo había conseguido. Finalmente, tenía la información que sabía que podría interesarte. Una ola de satisfacción recorrió mi cuerpo, una sensación que hacía mucho no experimentaba. Todo lo que había pasado, todo el sufrimiento, las frustraciones, esos momentos en los que estuve a punto de rendirme... todo valió la pena. Mi perseverancia, al final, me trajo hasta aquí.


Así que, Teodoro, hijo de la Gorgona, te propongo el siguiente trato: yo te doy toda la información que conozco acerca de la futura muerte de tu madre, la Gorgona, a cambio de tu ayuda en mi venganza. Piénsalo bien. Puede que sea la única que posea este conocimiento y que esté dispuesta a revelarlo.


Puede que no tengas otra oportunidad como esta, los otros seres que podrían comentarte acerca de la información que te ofrezco, son también divinidades las cuales no van a querer que otro ser se meta con sus planes, así que la decisión es tuya.

EL HIJO DE MEDUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora