El amor prohibido de los Herederos.

015| 𝐓𝐨𝐦 𝐩𝐨𝐯 [𝐏.𝟓]

Teníamos clase de encantamientos, me senté junto a Matheo y Draco.

-Una de las habilidades más rudimentarias de los magos es la levitación o la habilidad que los objetos vuelen, ahora ¿todos tiene sus plumas?- Dijo el profesor Flitwick.

Granger levantó su pluma con entusiasmo provocando que rodará los ojos y suspira con fastidio.

-Bien, ahora no olviden el movimiento de muñeca que practicamos, es "suish y flich"- Dijo mientras hacía los movimientos con su varita.

-Ahora digan lo siguiente Wingardium Leviosa- Termino por decir, para darnos el espacio de hacer el hechizo.

Todos repetimos los movimientos que nos indico mientras decíamos el hechizo, pocas plumas se elevaron al aire, entre ellas estaba la pluma de Grindelwald, la de Granger, la de Lorenzo y la mía.

-Bien hecho muchachos-Felicito el profesor.

Finnigan pronuncio mal las palabras que provocó que un estruendo se escuchará y que la pluma se incendiara.

-Creo que necesitaremos otra pluma profesor-Dijo Potter todavía en estado de shock.

Al terminar las clases salia junto con Theodore, Regulus, Matheo y Draco, quienes aún se burlaban de Finnigan.

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Estábamos en el comedor, y realmente me senté un poco alejado de todos, quería leer mi libro sin distracciones, luego de unos minutos, Grindelwald se acercó a la mesa y al parecer no se percató que se sentó bastante cerca mio, porque al parecer la mesa ya estaba ocupada.

Ella estaba concentrada en su plato mientras comía, pero mientras la observaba el ruido de la puerta y los gritos de el profesor Quirrell nos sobresalto a todos pues gritaba escandalizado y con mucho pánico.

-¡UN TROOOL EN LAS MAZMORRAS, HAY UN TROOOL Y ESTA SUELTO!- Gritaba desesperado-s-solo es un aviso-termino de decir para luego desmayarse en pleno comedor.

Me sobresalte y empecé a ver a los lados para buscar una salida segura, pero recordé que Grindelwald estaba sola, y seguramente estaba desorientada.

Al dirigir mi mirada en ella, la vi, estaba asustada, mientras que intentaba pararse.

Por el pánico de las personas se le dificultaba ya que algunas personas que pasaban la empujaban, provocando que se tambaleara un poco.

Rápidamente me acerque a ella con cuidado de no caerme.

-Tienes que tranquilizarte Ariana, ven conmigo ahora y no te alejes- Le dije mientras la tomaba de el brazo para dirigirla y que no se perdiera entre la gente.

Derrepente me di cuenta que era la primera vez que la llamaba por su nombre y no por su apellido, aunque realmente nunca le hable personalmente.

Cuando las personas del comedor estaban apunto de correr desesperadamente hacia la salido, el grito de Dumbledore los detuvo.

El pidio que mantuvieramos la calma y que los prefectos de cada casa nos llevarán a nuestros dormitorios mientras ellos intentarían controlar la situación.

Seguí tomando del brazo de Ariana quien aún estaba asustada y notaba como buscaba a alguien con desesperación.

-¿Donde están los demás?-Pregunto con preocupación y aún algo agitada.

-Ellos están bien, seguramente están más adelante, no te preocupes, solo enfócate en no perderte y caminar rapido-Dije con rapidez e intentado calmarla, mientras la jalaba con prisa.

Ella ya no dijo nada más y me obedeció, hasta que llegamos a la sala común de Slytherin donde por fin solté el agarré en su muñeca.

Todos se abalanzaron a nosotros con preocupación de manera separada.

Vi como arrastraban al dormitorio a las únicas chicas de nuestro "Grupo".

-Es peligroso que se queden solas, es mejor que nos quedemos todos juntos hasta que Dumbledore solucione esto- Dijo Regulus mientras nos sentábamos.

-Tiene razón, lo mejor es que duerman aqui, además hay espacio-Apoyo Theodore quien tomaba a Greengrass del brazo.