Luego de escribirle a mi abuelo, fui al comedor a cenar, no pude sentarme cerca de mis amigos, porque los lugares ya estaban ocupados.
Mientras lo hacia el fuerte ruido de la puerta me sobresalto y me sobresalte más al escuchar como el profesor Quirrell entro corriendo y gritando muy exaltado.
—¡UN TROOOL EN LAS MAZMORRAS, HAY UN TROOL Y ESTA SUELTO¡— hubo una pausa —Solo es un avisó— dijo para luego desmayarse en medio del comedor.
Mi corazón latía con fuerza mientras intentaba tranquilizarme, antes de que todo el comedor estuviera en completo pánico, intenté buscar con la mirada a mis amigos mientras empezaba a entrar en pánico y cuando intenté caminar, alguien me empujó fuertemente provocando que casi me cayera.
De repente note como un alguien se acercó a mí.
—Tienes que tranquilizarte Ariana, ven conmigo ahora y no te alejes—Me dijo Tom con voz Calmada y tomándome del brazo para que no me perdiera entre las personas.
Espera... ¿Me llamo por mi nombre? Bueno no es que antes me había hablado pero me sorprendió.
Volviendo a lo otro.
Me sorprendió su tranquilidad y el como actuado de manera calmada e intentaba que no me dañarán ni empujaran por el pánico que habia.
Cuando las personas del comedor estaban apunto de correr desesperadamente hacia la salido, el grito de Dumbledore los detuvo.
El pidio que mantuvieramos la calma y que los prefectos de cada casa nos llevarán a nuestros dormitorios mientras ellos intentarían controlar la situación.
Tom siguió tomándome del brazo evitando que me alejara, mientras no podía visualizar a ninguno de mis amigos ya que en el comedor no me senté cerca por qué ya estaba un poco llena la mesa y me pregunte cómo Tom me había encontrado.
—¿Donde están los demás?—Pregunté con preocupación al no ver señales de ellos.
—Ellos están bien, seguramente están más adelante, no te preocupes, solo enfócate en no perderte y caminar rapido—Dijo está vez con un poco de apuro.
Obedecí y o seguí hasta que llegamos a la sala común de Slytherin donde al entrar estaban nuestros amigos y de inmediato Tom me soltó.
Pansy se abalanzó hacia mi y me abrazo, al igual que Reggie.
—¡Por Merlin mujer! no te veía por ningún lado, me preocupe— Me susurró Pansy todavía en el abrazo.
—Losiento, me senté un poco alejada y tampoco los vi—conteste hasta que de nuevo fui sorprendida con un abrazo está vez de Reggie.
_No te vuelvas a alejar de mi, por poco y me regreso por todo el castillo a buscarte— Me regaño Reggie al separarme de el abrazo.
Solté una risita al escuchar su preocupación, aunque no me dio tiempo de responder ya que me arrastro a el dormitorio de chicos junto con Pansy, Daphne y Astoria a quienes también iban arrastrando hacia el dormitorio de chicos.
—Es peligroso que se queden solas, es mejor que nos quedemos todos juntos hasta que Dumbledore solucione esto—Dijo Reggie mientras nos sentábamos.
—Tiene razón, lo mejor es que duerman aqui, además hay espacio—Apoyo Theodore quien tomaba a Daphne del brazo.
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A la mañana siguiente me desperté y note que me había dormido en el hombro de Reggie, quien seguía durmiendo.
Junto con las chicas nos fuimos a nuestra habitación para poder prepararnos para las clases, con cuidado de no despertar a los demás.
Luego fuimos al comedor, donde nos reencontrarnos con los chicos que ya estaban listos para desayunar.
En el comedor nos enteramos, como Potter, Weasley y Granger habían podido noquear a el trol, en los baños.
Como era posible que pudieran hacer eso, si apenas pueden llamar a sus escobas o realizar algún tipo de hechizo.
Mientras pensaba en eso, el sonido de una ave nos alertó a todos, ¿No era muy temprano para el correo?
Al parecer la lechuza de Potter le dejó caer un paquete en las manos.
Al abrirlo, todos nos dimos con la sorpresa que era una escoba, y no cualquier escoba, era una Nimbus 2000.
No tardamos en descubrir quién había mandado esa escoba, pues la profesora Mcgonagall le sonreía a Potter, mientras que este asentía en forma de agradecimiento.
—Genial y ahora le regalan una escoba— Exclamó Enzo con notorio enojo.
—No hagas drama por una escoba Enzo— Le dije, mientras me reía de su cara.
—Ademas tu puedes comprar todas las escobas que quieras—Intenté suavizar su humor.
—No es la escoba, sigue siendo el trato especial— Dijo mientras fruncía el seño y volvia a comer para luego seguir hablando.
╔─━━━━━━♪★♪━━━━━━─╗Luego de haber desayunado e intentar animar a Enzo, había partido de Quidditch, al cual no tenía pensado asistir, pues tenía pensado adelantar unos trabajos y realmente no era como que me emocionara tanto.
Estaba buscando un libro, cuando me di cuenta que en una de las mesas se encontraba Tom, quien parece que estaba escribiendo.
Me sorprendí al verlo ahí, pensé que estaría con los demas. Así que decidí intentar hablarle pero primero iría por un libro.
—Pensaba que estabas viendo el partido— Le dije, mientras me acercaba.
—Tambien pensé que estabas con los demas—Me respondió
—Bueno... Realmente no soy una fanática de el quidditch y tenía algunos trabajos por adelantar—Le respondí intentando descubrir que estaba haciendo.
—Bueno al parecer hacemos lo mismo—Dijo mientras apartaba algunas hojas para que tuviera una mejor vista hacia el pergamino que estaba escribiendo.
—Por cierto, la otra vez no tuve la oportunidad de agradecerte por ayudarme en el gran comedor—Le dije, porque recordé que no le agradecí.
—Oh, sobre eso, no es nada no te preocupes— Dijo mientras ofrecía una silla para que me sentará.
Luego de ayudarnos mutuamente en el trabajo, me di cuenta de lo bueno que era en las artes oscuras, le dije que a mí me encantaba las astronomía y el me confesó que adoraba las artes oscuras, aunque eso ya me lo venía venir.
También me dijo que había estado buscando un libro hace mucho tiempo, aunque no había logrado dar con el.
Talvez no era un grosero y desalmado como aparenta.
Luego de terminar el trabajo salimos de la biblioteca para poder buscar a nuestros amigos que seguramente nos estaban buscando por qué el partido ya tuvo que haber terminado.
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—¡¿Me estas diciendo que Gryffindor ganó por qué Potter casi se traga la Snitch dorada?!— Grite, con impresión cuando Pansy corrió a contarme, al borde del llanto.
Luego de eso me fui con los chicos para consolarlos, los cuales también parecía que iban a llorar.
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El amor prohibido de los Herederos.
FantasyAriana Grindelwald, una bruja de la alta sociedad que intenta vivir con la presión de ser hija y nieta de dos magos extraordinarios. Ella tártara de demostrar que es digna de poseer dos grandes y poderosos apellidos. A medida que crece y conoce a un...