El amor prohibido de los Herederos.

002| 𝐓𝐫𝐚𝐢𝐧 𝐬𝐭𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧

Nos dirigimos al expreso de Hogwarts, junto con mi abuelo a quien no quería volver a dejar solo.

Habíamos llegado y eso quería decir que tendríamos que despedirnos.

-Que tengas un excelente viaje querida, voy a extrañarte y recuerda que si necesitas algo, manda una carta y me encargaré- Dijo para darme un abrazo.

-Gracias, también voy a extrañarte, te quiero-Le dije mientras nos separabamos.

Siempre era difícil despedirme de mi abuelo, el es la persona más importante en mi vida.

Después de una dura despedida, caminé hacia el tren, donde dejé mi equipaje y me dispuse a dirigirme a buscar a mis amigos.

Durante las vacaciones cambie mucho, había crecido y también mi cuerpo empezaba a cambiar.

No solo mi cuerpo cambio, también empecé a cambiar mi forma de pensar en muchos aspectos, me di cuenta de muchas cosas y supongo que aprenderé a sobrellevarlas.

Empecé a estilizar más mi cabello, lo había cuidado y gracias a eso estaba más definido, también deje que creciera hasta mis hombros o un poco más.

Llevaba puesto una falda un poco acampanada, junto a un Jersey de color beige con botas negras y un collar de perlas, está vez me puse un anillo diferente y guarde el que Tom me obsequio.

Volviendo a lo otro, llegué al compartimiento y luego de saludar a todos, me senté en silencio.

Últimamente había estado pensando muchas cosas, una de ellas y me atrevo a decir que la principal, sobre el comportamiento de Draco y el señor Malfoy ese día.

Ese día me había sentido verdaderamente extraña, incómoda y no sé cómo describirlo... solo me puse a pensar en cómo podría afectar en un futuro mis dos amistades. Y realmente tenía miedo.

No quiero que esto termine mal no quiero perder a nadie.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por Blaise quien se acercó a mi oído y susurró algo.

-Deberias soltar tu brazo, vas a la
Lastimarte- Susurró, y ahí es donde cai en cuenta que estaba tomando y clavando mis uñas en mi brazo.

Rápidamente quite mi mano y me acomode, algo avergonzada.

-¿Estas bien?-Volvió a susurrar, esta vez con un tono de preocupación.

-Si, descuida, solo estaba pensando- Respondí con rapidez.

-Ujummm, si tú lo dices-Dijo con ironía, mientras me daba una sonrisa para relajarme.

-Los prometo Blaise, está todo en orden- Intenté decir de manera más creíble, por qué era así ¿verdad?

-Bien, bien, solo se que si necesitas algo puedes pedírmelo, sabes que soy bueno en todo- Me guiñó el ojo y no pude evitar mover mi cabeza con diversión.

-Gracias-Le regale una sonrisa y luego me puse a leer.

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Por fin habíamos llegado y luego de desempacar.

Tomé mis maletas, o bueno solo pude tomar algunas ya que las otras se las llevo Reggie, quien insistió en ayudarme.

Tome a Hera con cuidado y luego tome mi otra maleta más grande.

Una mano la tomo antes y me di cuenta que era Tom, el la tomo por mi.

-Dejame ayudarte-Dijo con serenidad.

El había cambiado mucho, estaba mucho más alto, su cabello se había vuelto más largo, sus ojos ahora no eran tan...serios ni atemorizantes. El estaba diferente.