026| 𝐂𝐡𝐞𝐬𝐬𝐛𝐨𝐚𝐫𝐝

219 13 0
                                    

Las semanas pasaron con normalidad, Tom y yo seguimos como antes, de hecho, me atrevo a decir que nos hicimos más unidos.

Además, me juro que no le diría a nadie Y el no rompe sus promesas.

╔─━━━━━━♪★♪━━━━━━─╗


Durante las vacaciones de semana santa, muestras mentes se mantenían más que ocupadas y pensativas, ya que había llegado el momento de elegir materias ópticas para el curso siguiente.

Quiere decir que aparte de nuestras materias obligatorias, teníamos que elegir algunas de las que nos ofrecían, entre ellas estaban: Adivinación, cuidado de criaturas mágicas, Runas antiguas, Estudios muggle y Aritmancia.

Definitivamente tomaría Aritmancia, y aunque es algo compleja se que puedo hacerlo.

Otros de mis amigos tomaron Adivinación, Runas antiguas y Aritmancia.

Aveces pensaba mucho sobre mi futuro, no me veía a mi en un futuro con algo exacto, sabía que  no necesitaba trabajar, si no lo quería, la riqueza de los Emirs era lo suficientemente grande para alimentar sientos de generaciones sin necesidad de trabajar, Pero quiero tener algo por qué entusiasmarme.

               ╔─━━━━━━♪★♪━━━━━━─╗

Era un nuevo día como todos, desayunaba tranquilamente al lado de Regg quien jugaba ajedrez con Draco. Tenia planeado asistir al partido de Griffyndor contra Hufflepuff, solo por qué Harry me invitó.

Luego de desayunar, me dirigí a las gradas para ver el partido. Era raro estar sola y más por las miradas de la otras personas de la otras casas, sin embargo no le tome importancia.

Wood y todo su equipo parecían estar apunto de empezar su calentamiento alrededor de los postes, Madame Hooch saco las cosas necesarias para empezar el juego y antes de que pudiera pitar para empezar el partido, la Profesora Mcgonagall irrumpió corriendo alarmada junto con un megáfono de color púrpura.

—El partido acaba de ser suspendido—Grito por el megáfono, dirigiéndose al estadio abarrotado.

Me quedé atónita, por un momento mire a los lados pensando en que hacer.

La gente veía la situación alarmada y confundida.

Todos parecían desconsertados mientras los jugadores bajaban a toda prisa de sus escobas para hablar con Mcgonagall.

Esta no pareció hacerles mayor caso, al contrario, los ignoró y siguió gritando por el megáfono.

—Todo los estudiantes tienen que volver a sus respectivas salas comunes, donde les informarán los jefes de sus casas. ¡Vayan a toda prisa, por favor!—Me quedé extranada, pero sabía que era serio y Minnie no estaba bromeando.

Se veía preocupada y alterada, lo que me hizo sospechar que las cosas no estaban bien y algo había pasado.

Me levanté de las gradas y tal como dijo la profesora, me fui a mi sala común.

Al llegar a la entrada, murmuré la contraseña para entrar a la sala común.

Cuando se abrieron las puertas pude notar como ya algunos estudiantes estaban reunidos y otro entraban acelereados.

Sentí un tirón en mi brazo y al levantar mi vista note como solo era Marcus, quien me puso enfrente de él para que logrará ver y escuchar lo que el profesor Snape estaba por decir.

El profesor esperaba que todos estuvieran presentes, mis amigos no tardaron en incorporarse también, durante ese tiempo yo observaba aún preocupada la situación mientras que Marcus me tomaba por lo hombros a la misma vez que charlaba con uno de sus amigos.

El amor prohibido de los Herederos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora