Ya habían acabado las vacaciones, Pansy y yo nos preparábamos para abordar el tren que nos llevaría a Hogwarts.
—No encuentro mi suéter que compre en París el año pasado—Se quejaba mientras yo observaba como todas las prendas de la habitación volaban con un desesperado intento de Pansy de encontrar su sueter.
—Por Merlín Parkinson, volviste la habitación un desastre, a este paso todos los elfos se irán—Le dije mientras la ayudaba a buscar.
—¡Aquí está!—Levanto el suéter y lo introdujo en su maleta.
—¿Es todo? Por qué tenemos que irnos—La apresuré.
—Si, si, si, Vamos—Le pedí a los elfos que nos ayudarán con el equipaje, mientras salíamos.
Mi abuelo ya se encontraba esperándonos, mientras nos preparábamos para salir.
Al llegar a la estación nos encontramos con los padres de Pansy, ella fue con ellos luego de despedirse de mi abuelo y diciéndome que me esperaría adentro.
Como siempre, tocaba despedirme de mi abuelo, lo cual siempre era difícil para mi.
—Ten buen vieja querida, cuídate por favor y asegúrate de comer correctamente—Me dijo mientras me veía con cariño.
—Si abuelo, voy a extrañarte, cuídate también por favor—Luego de eso me acerque hacia el y lo abrace fuertemente.
—Asi será—Luego de despedirnos tomé mis cosas y a Hera y me dispuse a abordar el tren.
Al subir busqué el compartimiento donde estaban, rápidamente lo pude localizar ya que estaba completamente aislado de los demás, sin mencionar que los pocos cercanos eran de Slytherin.
Me acerqué y abrí el compartimiento.
—Hola—Salude a lo cual todos saludaron y luego me senté junto a Blaise y Matheo.
—¿Que tal sus vacaciones?—Pregunto Theo, quien estaba al lado de Daphne.
—Las mías con Ariana bastante interesantes—Dijo Pansy con una sonrisita, que me recordaba cuando hacíamos alguna travesura.
—Aun no las perdonó por no pasarlas conmigo—Se quejo Regg con un puchero.
—Vamos Regg, te dije que podías pasarlas en la mansión, pero tus padres querían pasarlas contigo, será para la otra lo prometo—Tranquilice mientras seguíamos hablando.
Habían pasado varios minutos, abrí mis ojos y me di cuenta que me había quedado dormida en el hombro de Matheo, al despertarme del todo note como la mayoría estaba dormido, y los pocos que no, estaban apunto de hacerlo.
Mire por la ventana y observé cómo casi llegábamos a Hogwarts, lo cual significaba que teníamos que cambiarnos.
—Estamos cerca, tenemos que cambiarnos chicos—Les avise mientras frotaba mis ojos.
Luego de eso y que todos estuvieramos cambiados y algo adormitados, habíamos llegado a Hogwarts.
El viaje fue algo largo y cansado pero gracias a Merlín habíamos podido recuperarnos, llegamos a la sala común y luego las chicas y chicos nos separamos para pasar a nuestras habitaciones y dejar nuestro equipaje.
Hace unos minutos Pansy había salido y yo me quedé en la habitación, Hera había entrado a la habitación con algo en el pico.
—Hera ¿Que es lo que tienes ahí?—Me acerque a ella e inmediatamente retrocedió.
—Hera Grindelwald Emirs, dame eso—Le ordené
Al acercarme un poco note como tenía uno de mis brazaletes favoritos.
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El amor prohibido de los Herederos.
FantasyAriana Grindelwald, una bruja de la alta sociedad que intenta vivir con la presión de ser hija y nieta de dos magos extraordinarios. Ella tártara de demostrar que es digna de poseer dos grandes y poderosos apellidos. A medida que crece y conoce a un...