Hace unos dias había hablado con Harry, hablamos de muchas cosas, al igual que me contó de su versión. Obviamente yo no creía que el había atacado a Justin o a Nick casi decapitado, Harry es incapaz de dañar a una mosca, de hecho aborrecía cualquier tipo de maltrato a cualquier criatura, animal o persona lo cual yo también estaba de acuerdo.
También le puse al día con varias cosas, al igual que el a mi, Harry y yo éramos buenos amigos, apesar que nos conocíamos hace poco.
También se disculpó por no visitarme cuando enfermé, el me contó que intento hacer que lo dejarán entrar a la sala común de Slytherin, pero no se lo permitieron. Y no era para menos, las serpientes no querían a Harry.
Me sentí mal por el y le aseguré que estaba bien, el me confesó que pasaría la navidad en Hogwarts al igual que la sangre sucia y el traidor a la sangre. También le conté que yo no pasaría la navidad junto con mi abuelo y probablemente la pasaremos con Pansy también.
Luego de ponerme al día con Harry, era hora las maletas.
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Nos encontrábamos en nuestra habitación que comparto con Pansy, ambas estábamos casi listas, solo faltaban algunas.
—Pansy estoy preocupada, no encuentro a Hera por ningún lado—Había buscado a Hera por todos lados y no la encontraba.
La preocupación empezaba a desesperarme.
—Tranquila Arian, debe estar volando cerca de los patios—Me tranquilizó pero realmente estaba más preocupada.
—Solo me falta meterla a su jaula Pansy y no esta—De la frustración mis lágrimas amenazaban en salir.
Pansy me observo y tenía intenciones de acercarse pero la detuve.
—Esta bien...Estoy bien...solo voy a
buscarla—Tomé mi abrigo y salí apresuradamente de la habitación.Caminaba por los pasillos en dirreción a los patios, primero fuí al patio principal.
Nada.
Fue corriendo al patio trasero
Nada
Una lágrima me traicionó y rodó por mi mejilla la aparte bruscamente y corrí a la torre de Astronomía era el último lugar donde podía estar.
Corrí sin importarme cuántas personas que me miraban extrañada.
Al llegar y recuperar el aliento, quite algunas lágrimas que habian salido y subí a toda prisa.
Al llegar vi con sorpresa que Hera se encontraba en el barandal mientras alguien la acariciaba delicadamente.
Ese alguien era Tom.
—¡Por Merlin Hera, te estuve
buscandote!—Exclame.Mi lechuza como si me hubiera entendido a la perfección giro a verme y movió su cabeza.
—Entonces ya te vas...—Dijo Tom mientras me veía.
Se veía perfecto, su cabello que estaba bastante largo y caía por su frente, aunque siempre estaba perfectamente peinado, el vestía un traje color negro haciendolo ver...bien.
—Tom...Si, pronto tengo que ir a la estación para ir a casa—Hablé mientras me acercaba a el.
&Esta bien, Ten un buen viaje Ariana—
—Ammmm...Nos vemos Tom—Me quedé observándolo unos segundos al igual que el.
Quería abrazarlo quería despedirme, pero sabía que el detesta todo eso.
—Cuidate—Me límite a decir.
—Hera, es hora de irnos ven—Mi pequeña niña, de manera obediente se acercó a mí, luego de darle un cariñoso picotazo a Tom.
—Le agradas, lo cual es raro—Me burle, a lo cual sonrió.
—Le agradó más que a mi propia lechuza—Dijo mientras se encogia de hombros.
—¿Como se llama?—Tom tenía una hermosa lechuza con plumaje negro y ojos celeste y brillantes.
—No tiene un nombre—Lo mire ofendida.
—¡Es por eso que no te quiere! tiene que tener un nombre, Marvolo,—Lo regañe.
—Se supone, pero nunca fui bueno escogiendo nombres—Me dijo.
—Puede que cuando regrese te ayude a encontrar uno, por ahora tengo que irme—Tomé a Hera y la metí a la jaula.
—Nos vemos—Me di la vuelta y baje con cuidado las escaleras, mientras que a mis espaldas escuché un —Cuidate—
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El amor prohibido de los Herederos.
FantasyAriana Grindelwald, una bruja de la alta sociedad que intenta vivir con la presión de ser hija y nieta de dos magos extraordinarios. Ella tártara de demostrar que es digna de poseer dos grandes y poderosos apellidos. A medida que crece y conoce a un...